Sábado 1º de noviembre. Llegamos al primer fin de semana del Buenos Aires Rojo Sangre.
El público se agolpa en las salas, buscando emociones fuertes. Y no es para menos, ya que se estrenan las películas más esperadas, como Corazón Muerto, de Mariano Cattaneo, y Los Super Bonaerenses, dirigida por Germán Magariños. Además, jóvenes promesas mostraron sus creaciones en la sección Cortos Fantásticos. En tanto, los stands de las distribuidoras VideoFlims y Sarna ofrecían lo mejor de sus respectivos catálogos.
El BARS le hace honor a su status de horror y diversión, y todavía falta mucho.
Fool Japan: the ABC’s of Tetsudon (Japón. 2014)
Fool Japan: the ABC’s of Tetsudon debe ser una de las películas con mejores vibras de todo el 15º Rojo Sangre. Los nerdos más hardcore (gran categoría que tiró el otro día el amigo Hernán Panessi en la presentación de Devil’s tower) se van a divertir mucho, sobre todo aquellos a los que el creativo imaginario nipón les hace liberar endorfinas a lo loco. Fool Japan parodia todas esas cosas que relacionamos automáticamente con Japón: Kaiju, animé, artes marciales, robots y esos populares programas de concursos. A la manera de 22 cuentos cortos sobre Springfield de la gloriosa serie de Groening, disecciona a la cultura pop nipona magistralmente. El recorrido del abecedario occidental se reparte entre una veintena de realizadores que conforman un producto final bastante cohesivo a pesar de lo caótico y ecléctico de una propuesta que mezcla animación con gore con stop motion y efectos digitales berretones. Entretenimiento para el nerd más entrenado o para el coleccionista de referencias pero también seguramente pintoresca para el newbie más incauto. Un must see del cumple de quince del Festival más bizarro de Latinoamérica.
Corazón Muerto (Argentina, 2014), por Matías Orta
Dos matones secuestran a una chica. La mantienen cautiva en una fábrica abandonada, a la espera de nuevas directivas. Pronto descubrirán que no es una víctima cualquiera. La chica tiene algo. Algo que les costará caro, muy caro, a los agresores. ¿Y qué relación tiene esta trama con las idas y venidas de una joven pareja?
Corazón Muerto es la nueva película de Mariano Cattaneo, quien supo debutar con Incidente, que incluía zombies demoníacos y estética found footage. Su más reciente largometraje tiene un estilo más clásico, a pesar de uso de saltos temporales que permiten seguir cada trama. Aunque también conserva la tensión y pertenece al género de terror (hay episodios sobrenaturales, muertes gore y otras delicias perturbadoras), es una historia sobre amar demasiado, amar a extremos tenebrosos, amar más allá de todo.
Apoyada por un elenco exacto en cada personaje, de manera que podamos entender las motivaciones y oscuridades de cada uno, Corazón Muerto lleva a pensar en obsesiones, sin jamás renunciar a contar una historia tan sangrienta como impredecible.
Errata (Argentina, 2014), por Matías Orta
¿Qué pasaría si tu pareja desaparece de golpe, sin dejar rastros? En el caso de Ulises (Nicolás Woller), no piensa detenerse hasta encontrar a Alma (Guadalupe Docampo). Para eso se adentrará en la vida íntima de su novia: los amigos, los compañeros de trabajo, los recitales, la facultad… El primer ejemplar de un libro de Jorge Luis Borges, que se caracteriza por una errata, le dará una pista que podrá llevarlo no sólo a la chica sino a un asunto más oscuro y complejo de lo que había imaginado.
Errata es una historia sobre la obsesión. Ulises está obsesionado por encontrar a Alma, pero también surgen personajes con obsesiones distintas, algunas relacionadas con lo material, y otras, con lo psicológico. Y nos muestra cómo esas obsesiones son llevadas al extremo de cometer actos para nada correctos.
El guión nos lleva por un camino para luego tomar otro rumbo (vueltas de tuerca mediante), y rescata elementos del cine negro y hasta de Alfred Hitchcock, sin nunca vanagloriarse de citas explícitas. Y cuando la acción está contada desde el punto de vista de Ulises, los recuerdos y los momentos oníricos remiten al Polanski más extraño.
En su ópera prima, Iván Vescovo elije una dirección diferente a la mayor parte de sus colegas del cine argentino actual, ya desde el formato: en vez de cámara digital, recurre a una de 16mm, que contribuye a generar un clima urbano, atemporal, misterioso, sin ponerse denso y sin descuidar la narración. Con un puñado de locaciones, nos muestra una ciudad que parece Buenos Aires pero que podría no serlo (aquí se nota la influencia deInvasión, de Hugo Santiago, justamente co-escrita por Borges e influencia confesada por Vescovo). Para transportarnos a este microcosmos, resulta fundamental la fotografía blanco y negro a cargo de Emiliano Cativa y la sugestiva banda sonora de Bauer.
Aunque es su primer protagónico en un largometraje, Nicolás Woller sabe llevar adelante la historia y el público se involucrará en su búsqueda. En cuanto a Guadalupe Docampo, vuelve a demostrar que es una de las actrices jóvenes más talentosas, bellas y frescas de las pantallas argentinas. Aquí tiene un doble papel que permite conocer también su versatilidad para roles amables y también jugados. Su presente sigue siendo interesante, y el futuro, cada vez más promisorio.
El resto del elenco está compuesto por actores secundarios y cameos a cargo de figuras con trayectoria. Arturo Goetz encarna a un librero con un Santi Grial literario (¿Será intencional el parecido de ese personaje con Kurt Vonnegut?). Por su parte, Claudio Tolcachir es el profesor de Letras de Alma. Vanesa González hace de la mejor amiga de la chica. El más sorprendente es Martín Piroyansky, que en unos pocos minutos encarna a un tipo rudo, en la interpretación más intimidante de su carrera. También dicen presente Ezequiel Tronconi como un manager verborrágico y Carla Quevedo -protagonista femenina de 20.000 Besos-, además de Federico D’Elía y Boy Olmi.
Errata es la prueba de que, con pocos recursos pero buenas ideas, es posible hacer un thriller personal, cuidado desde lo estético y lo narrativo.