La dispersión de una familia:
El director japonés Koreeda piensa a lo largo de su filmografía qué es lo que hace familia más allá del vinculo de sangre. En la ópera prima Scattered Night (2019), en cambio, las realizadoras surcoreanas Sol Kim y Jihyoung Lee abordan la pregunta de qué sucede cuando se plantea una separación por parte de los padres y de qué manera esta decisión afecta a los hijos.
El matrimonio entre una profesora de secundario y un empleado del museo de ciencias naturales está en crisis y ambos resuelven separarse. Lo comunican a sus hijos Jihon (que comienza el secundario) y Sumin (de 10 años). Les hacen saber que el departamento está a la venta y que en el plazo de cierto tiempo tienen que decidir si vivirán los dos juntos con la madre o cada uno por separado con alguno de los padres. Les explican que no es condición quererse y tener que vivir juntos. El hermano mayor tiene una comprensión más precisa de las diferencias entre sus padres y de lo inevitable de la situación. Parece mejor preparado para adecuarse al cambio que viene. Pero para la pequeña Sumin deviene en una situación traumática que le acarrea sufrimiento. La decisión de los padres implica dejar de ver a uno de ellos, y hasta quizás a su hermano cotidianamente. Sumin comienza a indagar por qué se separaron los padres, por qué no pueden volver a vivir juntos, y realiza insistentes esfuerzos para que retornen a la vida familiar. Más dolorosa se hace la separación cuando es colocada por los propios padres ante la encrucijada, irresoluble para ella, de tener que elegir con quién quisiera vivir. Tanto es así que escapar se puede volver para ella una manera de evadir lo inevitable de la ruptura del modelo de familia unida y de plantear su descontento con los sinsabores de la vida.
Lo más interesante del film está a nivel formal, en las distintas composiciones de la dinámica familiar. Los planos generalmente fijos muestran una foto familiar dispersa (cuando recurren a la profundidad de campo mostrando oposiciones), o bien una foto incompleta (cuando alguno de los miembros está fuera de campo), o incluso las alianzas (cuando los reúne por parejas) y las enemistades (al colocar en medio de un vínculo a un tercer miembro de la familia que opera como separador). La película está trabajada como una suerte de rompecabezas, donde por más que circulen las piezas, siempre hay una que falta o que queda suelta.
Sin embargo, resulta poco acertada la decisión de culminar el film en el punto que parecía constituirse como el más interesante y álgido; tanto desde el aspecto narrativo como desde el aspecto de la tensión dramática intimista. Queda desaprovechado así un material que tenía tela para más.
© Carla Leonardi, 2019
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