A dos días de la finalización del 4° Festival de Brasil, uno inconscientemente va realizando un balance tendiente a concluir si valió la pena, cubrió expectativas y sobre todo si el nivel fue bueno. Algo tengo elaborado ya, pero esperemos a mañana y el miércoles porque en cine, como en el fútbol, nunca se sabe si el resultado puede confirmarse o revertirse hasta el pitazo final.
Me pregunto qué habrá sido de las dos mujeres. Uno podría adivinar cierta disfonía al hablar tanto pero aún calladas, pueden asistir a una función cinematográfica. Convengamos que esto es lo ideal siempre ¿no?. Inevitablemente el aroma a pochoclo de los complejos cinematográficos irá instalándose para siempre como uno de los relacionados al cine. Podría decir que cuando siento ese olor me siento en casa. Aunque esté a dieta.
VIP’s, de Toniko Melo
La selección de obras para este festival tiene una gran dosis de frescura renovadora dentro de una industria también dominada por los presupuestos salidos de las cadenas televisivas. VIP’s cuenta una historia bastante simple. Marcelo (Wagner Moura) ha vivido bajo la sombra de la imágen que tiene de su padre, aunque lo haya perdido de muy chico. El hombre era piloto de avión y dejó esta marca indeleble en el alma de su hijo. Así, llegado a su adolescencia, Marcelo ve o escucha hablar de un avión y se pierde, su rostro se transfoma en el de un niño junto al árbol de navidad. El comienzo tiene un disparador útil para desarrollar al protagonista y su forma de encarar todo. Tiene un montón de conflictos con posible solución pero lo que el quiere es volar a toda costa. Incluso si esto significa comenzar con alguna mentira piadosa dentro de su trabajo en un aeroclub de pueblo como copiloto.
Esta realización intenta escarbar profundamente en la psiquis del protagonista mientras este emula un poco a aquel Frank Abagnale Jr que componía Leonardo di Caprio en Atrápame si Puedes (2002), pero con más picardía. Justamente es el trabajo Wagner Moura con su desfachatez y frescura lo que ayuda al espectador a comprometerse con el personaje cuando la historia tambalea por el hilo de lo creíble. La aparición de Jorge de Elía como un mafioso/abuelo es casi anecdótica. Hay momentos que generan humor genuino en contraste con los dramáticos pero en todo caso la película llega al final airosa con los baches de guión tapados.
Cualquier Gato Callejero, de Tomás Portella co-dirigida con Daniela de Carlo.
Es evidente que la influencia estética de la comedia norteamericana al estilo Amigos con Derechos o De Amor y otras Adicciones, o sea lo mas reciente combinado con el lenguaje televisivo ejerce cierta influencia en la dirección de arte y el ritmo narrativo en el cine de todo el mundo. Cualquier gato callejero obedece a esta premisa para contar la historia de Tati (Cleo Pires) una muchacha a la que le gusta un tal Marcelo, hombre con pinta de galán de discoteca que por supuesto tiene un éxito envididable con las mujeres. Ella, que es muy linda también, no sabe cómo hacer para lograr su atracción y mas bien se convierte en el tipo de personaje que por insistente cae pesado. Al comienzo Marcelo le dice que el problema es que ella no es romántica por lo que decide seguir los consejos de Conrado, un supuesto experto que da consejos para el amor. Digamos que si uno no se hace muchas preguntas, la película podría clasificarse dentro de las “llevaderas” pero créame que le será sumamente fácil olvidarsela. ¿Para pasar el rato? Sí… puede ser…
Lo que queda del festival es lo siguiente:
Martes 29/11
19:30hrs – El Guardado (13min.). (cortometraje). A su término, Como Olvidar (100min.) de Malu de Martino.
21:30hrs – Así como Ella (15min.) (cortometraje). A su término, Por el Camino (130min.) de Charly Braun.
Miércoles 30/11
19:30hrs – La Verdadera Historia de la Bailarina de Rojo (17min.) (cortometraje). A su término, 180 (85min.) de Eduardo Vaisman
21:30hrs – Patas para Arriba (97min.) de Roberto Santucci.
