Cobertura exclusiva
desde NY por Carla Cuesta
The Immigrant, de James Gray
En 1921, Ewa Cybulski (Marion Cotillard) y su
hermana Magda viajan a Nueva York desde Polonia, en busca de una nueva vida.
Pero la llegar a Ellis Island, los médicos de migraciones descubren que Magda
está enferma, y la dejan en cuarentena. Separada de su hermana, Ewa se
encuentra sola en Manhattan, donde cae presa del carismático pero malvado Bruno
(Joaquin Phoenix), que la aloja pero la fuerza a prostituirse. Ewa recupera la
esperanza con la llegada del primo de Bruno, Orlando (Jeremy Renner), un mago
carismático y lleno de encanto, que se enamora de ella. Pero no cuenta con los
celos de Bruno.
Inspirada por el pasado de la familia de su
director, James Gray, The Immigrant se inspira también
en la ópera de Puccini, Suor Angelica. En tono de melodrama, la historia sigue
los avatares de Ewa, y a través suyo nos muestra la vida de muchos inmigrantes
en toda su complejidad: las fuerzas externas que amenazan su permanencia en el
nuevo país, y la nostalgia que les despierta su patria. Así, la supervivencia
misma es una forma de heroísmo.
Gray escribió The Immigrant para
Cotillard quien, con su simpleza y profundidad, es por mucho lo mejor de la
película. Además de encarnar una amplia gama de emociones, da perfectamente con
la combinación de víctima y mujer a cargo de su destino, volviendose una
contrincante interesante para su victimario. Si bien en la mayor parte de sus
escenas habla inglés con acento polaco, tiene algunas en polaco también. Su
naturalidad en los distintos idiomas es impresionante.
Como Bruno, Phoenix es brutal, pero logra
desafiar el rótulo de villano cuando su amor por Ewa (por cuestionable que sea)
empieza a afectar su comportamiento, y nos permite ver su lado más vulnerable.
Filmada en 35mm, la fotografía es preciosa, y
realmente logra recapturar el estilo de las fotos de la época. La
reconstrucción histórica es muy cuidada, y da la autenticidad necesaria.
