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#CANNES69 | Día 3

#CANNES69 | Día 3

De alguna manera, el pedido que realizaba en la nota anterior, se materializó en el film Toni Erdmann, de la directora Maren Ade. Considerarla junto a Rester Vertical y Sieranevada para que cada una se lleve algún premio puede ser apresurado pero no insensato.

El festival recién comienza, y con estos tres hallazgos ya se puede declarar que esta, la edición número 69, va a constituir una gran experiencia cinematográfica.

 

Toni Erdmann, de Maren Ade (Alemania, 2016 – Competencia Oficial)

Valió la espera

Tomaron siete años para que la directora alemana Maren Ade vuelva a filmar, tras el excelente recibimiento de su anterior film, Entre Nosotros, galardonado en Berlín.

En esta ocasión Ade abandona la temática de relaciones de pareja para extrapolarla a una entre padre e hija. Toni (Peter Simonischeck) es el padre eternamente burlón al que le llegó la hora de querer reforzar y/o establecer el vinculo que debería tener con su alejada, fría y workaholic hija Ines (Sandra Huller). Para ello, recurre a una visita inesperada que Ines al principio maneja igual que su trabajo, con abrazo sin calidez, schedules hasta para salir a tomar un café, imponiendo una barrera entre los dos. Toni, por el contrario, es desfachatado, lleva en su bolsillo superior del saco una dentadura postiza que utiliza todo el tiempo para molestar a quien sea y así distender hasta la más gélida charla.

El film también ahonda sobre el círculo de corporaciones y grupos laborales del que Ines se rodea, donde la frivolidad es moneda corriente y de la que se alimentó para terminar en el lugar profesional que ocupa. Toni en cierta manera es quien viene a patear el tablero, desconociendo los resultados que pueda lograr, En algunos casos, la insistencia e intromisión son inimaginables, logrando los mejores momentos del film hasta detenerse en el punto de inflexión dentro de una particular escena en la que padre e hija interpretan una canción de Whitney Houston, “Greatest Love of All”. La irritabilidad de Ines, vista desde el lado del público, es disfrutable.

Maren Ade dirige de una manera desconstracturada, con un guión propio en el que parece haber volcado todo tipo de giros inesperados que eventualmente funcionan cada 20 de los 160 de duración total. Su visión sobre el día a día dentro de una multinacional es certera, da en blanco en cada una de las apostillas que marca. El film es hilarante ante cada aparición de Toni; pasados unos minutos de película ya podemos esperar cualquier cosa, la apertura de una puerta en un plano nos limita a pensar que él puede entrar por allí y comenzar a hacer el ridículo una y otra vez. Su irrupción en el inicio del film marca el tono del resto de la historia.

La película recibió tres series de aplausos y lo inaudito es que todos se concretaron durante el transcurso del film, algo que indicó un más que cálido recibimiento por parte del público.

El tipo de cine inesperado que plantea Toni Erdmann es necesario. Casi una obra maestra, algo que no es frecuente hoy en día.

calificacion_5

 

 

 

Money Monster, de Jodie Foster (Estados Unidos, 2016 – Fuera de Competencia)

¡Está vivo!

Como ocurrió con Jim Carrey y sus morisquetas, quien comenzó como uno de los comediantes más interesantes de los últimos tiempos, luego toda esa gracia se convirtió en hastío. No me he puesto a repasar cuándo fue el punto de quiebre en el que esto mismo le sucedió a George Clooney, un tipo que intenta ser gracioso y canchero todo el tiempo, mientras que ya no lo es. Al mismo tiempo, sabe poner su patentado gesto de preocupación elevando cejas o su sonrisa ladeada no convincente… Y bueno, algo similar ocurre con Julia Roberts, quien aquí solo acompaña. Ante el exceso de Clooney, lo de Julia va por la inexpresividad. Los queremos a ambos, nos caen bien, pero en sus colaboraciones algo se perdió.

Jodie Foster había realizado varios films interesantes y algunos estaban más que bien (vale recordar Little Man Tate, The Beaver o la excelente Home for the Holidays). Ahora, en El Maestro del Dinero (Money Monster, 2016), tenemos un cúmulo de denuncias contra el mercado de la bolsa en Wall Street -con una veta mediática que combina Network y Tarde de Perros– y resulta poco claro por qué la realizadora se vinculó a un producto tan inconsistente e irregular, repleto de huecos de guión y sin credibilidad sobre lo que acontece. La dupla Clooney/ Roberts ya no funciona, salvo fuera de pantalla por la amistad que tienen.

El film va de un programa de televisión sobre inversiones monetarias, en el que Clooney interpreta a Lee Gates, una especie de showman televisivo cuya emisión se transmite en vivo. Inesperadamente irrumpe en el set un perjudicado por los consejos de Gates y amenaza a todos colocando una carga explosiva sobre el susodicho en el interior de un chaleco.

Como el show está siendo transmitido, el programa capta la atención de televidentes alrededor del mundo en tiempo real. Se establece así un juego entre Gates y el damnificado, adhiriendo un trabajo periodístico que en tiempo récord resuelve lo que en la realidad llevaría meses… con suerte.

Cuesta comprender que Jodie Foster se encuentre tras la cámara de El Maestro del Dinero luego del talento que demostró al encargarse de la dirección previamente. Vaya uno a saber por qué concibió un film que en honor a su título solo permite entrever que Jodie ha creado su propio monstruo.

calificacion_2

 

 

José Luis De Lorenzo

 

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