(España-Francia-Luxemburgo, 2019) – Un certain regard
Dirección: Oliver Laxe. Guion: Santiago Fillol, Oliver Laxe. Elenco: Amador Arias, Benedicta Sánchez. Duración: 85 minutos.
Un certain regard es la segunda sección en importancia, luego de la oficial. Año tras año suele reservar sorpresas, que han llevado a más de un crítico a preguntarse por qué alguna de sus películas no estuvo participando en la Competición Oficial.
No será este el caso en 2019, donde la inmensa mayoría de las dieciocho en competición para “Una cierta mirada”, tal como se conoce a la sección en Argentina, ha defraudado por su calidad e interés. Es además el año con mayores aspirantes a la Cámara de Oro, ya que la mitad de sus producciones son primeras películas.
Lo mejor de esta sección ha sido probablemente O que arde, nombre original, que en Francia se conoce como Vendra le feu.
Su realizador, Oliver Laxe (1982), ha pasado gran parte de su vida en tres países (Francia, España, Marruecos). Sus primeros dos largometrajes, de hecho, fueron filmados en el país africano. Vous etes tous de capitaines transcurre en Tánger y este cronista recuerda haber recorrido las calles de dicha ciudad, donde los “capitanes”, en realidad niños de la calle, se desplazaban. Esa, su opera prima, ganó el premio FIPRESCI de la Quincena de realizadores en 2010. En cuanto a su segundo film, Mimosas, obtuvo el premio de la Semana de la Crítica en 2016.
Ahora Laxe filma su tercer largometraje por primera vez en España, y como señaló al hablar antes de la proyección, es la primera película hablada en gallego en competencia en toda la historia del Festival de Cannes.
Filmada en las cercanías de Lugo, tiene dos personajes centrales interpretados por no actores. Amador (Amador Arias) regresa a su tierra luego de purgar una pena en prisión, acusado de ser pirómano. Su madre Benedicta (Benedicta Sánchez, de 83 años) lo recibe en su pequeño campo y le pregunta si “tiene hambre”, como si no hubiesen pasado dos años sin verse. Lo curioso es que madre e hijo no se tutean, algo que quizá signifique respeto a su progenitora, o por qué no, una forma habitual de expresión en Galicia.
El realizador aprovecha muy bien los paisajes de la región, comenzando por la imagen inicial en que unas enormes topadoras tiran abajo enormes árboles. Ello seguramente obedece a lo que Amador comenta más adelante acerca de los eucaliptus: “son peor plaga que el diablo ya que crecen hasta el cielo y sus extensas raíces impiden que otros árboles crezcan”.
Pero serán sobre todo las escenas finales las más impresionantes, las que hacen honor al título del film, cuando se desata un tremendo incendio muy bien captado por la cámara. Como afirma el realizador, tuvieron que esperar varios días hasta que el fuego se desatara en un bosque de la zona. Por sus antecedentes “incendiarios”, los pobladores de la zona acusan a Amador de ser el responsable. Sin embargo, Laxe prefiere no investigar a fondo el origen del siniestro (habitual en dicha zona), agregando una ambigüedad en la trama que es muy bienvenida.
O que arde tiene todas las cualidades para ser programada en alguno de los próximos festivales de Argentina, y es de esperar que reciba un premio que, sin duda, merece.
© Fredy Friedlander, 2019
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