Cobertura exclusiva desde La Plata, por Oscar Carlos Jalife
El sexto día del FESAALP fue claramente dominado por la música, con dos films que tocan ese tema y una sección dedicada específicamente a ello. Pero no me adelanto.
La jornada abrió con “Festival Invitado: Cine de México”, espacio dedicado únicamente a la cinematografía mexicana. Durante casi dos horas se pudo ver el documental Los Invisibles (2010) dirigido por Gael García Bernal en colaboración con el director británico Marc Silver, y Amnistía Internacional; corresponde a la modalidad interactiva de este género, y se centra en los inmigrantes de centroamericanos que atraviesan México con la intención de traspasar la frontera hacia los Estados Unidos; “El gobierno debe proteger a aquellos que migran” reza la última frase del propio actor. A este le siguió el cortometraje Chocolate (Samantha Pineda, 2010), rodado íntegramente en inglés y con una historia que no vale mucho la pena, con un aire descarado a uno de los mejores momentos de Ratatouille; igualmente, no es malo, incluso resulta divertido, pero sí, es prescindible.
El siguiente fue el turno de La Asamblea (2011), de Gil Morales; buena labor de su director en una historia sencilla sobre la superación de los miedos en un niño, como símbolo del temor de todo un pueblo marcado por una historia de sangre derramada. Pero, sin lugar a dudas, los dos mejores cortometrajes son los que procedieron a este último y, a la vez, cierran la proyección: El primero es de 2008, Manual Práctico del Amigo Imaginario, dirigido por Ciro Altabás; y muestra una trama MUY similar a la de la ópera prima de Seth McFarlane, TED, pero menos macarra y realizada cuatro años antes, y casi igual de divertida. El segundo, más original, muy sutil y poético, Protopartículas (Chema García Ibarra), cuenta la historia de un joven que fue sometido a un experimento científico que descompone su cuerpo en átomos y lo envía 94 años en el pasado portando un secreto que podría cambiar la historia de la humanidad.
Luego llegó el turno para El Enmarcado (2011, Sabrina Odoguardio), dentro de la competencia La Plata Filma. Narra la historia de una famosa escritora que decide buscar, en Mar del Plata, unos días en los que relajarse y alejarse de todo el stress de la ciudad, y, sin quererlo, termina envuelta, a través de los gritos que se oyen más allá de las cañerías de su baño, en laa terrible historia de Marta y Joaquina, dos mujeres que se culpan por el asesinato de un hombre. Este es un film de carácter humilde; escaso de medios, pero con mucho trabajo detrás; con una labor de dirección que denota un estilo propio; una cuidada fotografía en exteriores (con predominio de tonos dorados muy cercanos al añejo sepia) y una iluminación algo descuidada en interiores; con buenas actuaciones de sus protagonistas en altos registros, pero que resultan algo forzadas cuando se requiere un bajo nivel expresivo. El film, algo enrevesado en sus primeros compases, se hace llevadero a medida que progresa y se devela el misterio que se esconde detrás de las paredes de los departamentos.
Como dije al principio, este fue un día musical en el FESAALP. Primero con la sección A Todo Volumen, en la cual se proyectaron los videoclips de El Tigre de las Facultades (rodado por la productora Brazo Armado Cine, para la banda 107 Faunos) y de Pasajeros del Dolor (de Juan Cruz Zugazúa, para el grupo Narvales). A estos los procedió el segundo documental del director Francisco Forbes, Lost Alamo (2012), el cual se centra en la gira del grupo Los Alamos en la Argentina y Chile durante el año 2009.
La música invadió también dos tercios de la Competencia de Largos, con un documental (Ellos, los Ellos; Ignacio Izurieta y Julián Olmedo; 2012), y un ficcional con toques de documental (Mis Sucios 3 Tonos; Juan Manuel Brignole, 2011); el restante, Nicaragua… El Sueño de una Generación, también documental.
El primero, Ellos, los Ellos, supone el proceso emprendido por un buen número de grupos de música y diseñadores visuales para la realización de un disco que rinda homenaje a El Eternauta, la obra magna de ese genio que fue Oesterheld. El film resulta muy entretenido y una caricia para los oídos, a la vez que muestra, desde la humildad, las dificultades de rendir “un simple homenaje” y la herida que nunca cierra, provocada por la desaparición del magnífico escritor de historietas.
El segundo, Mis Sucios 3 Tonos, una ficción con leves toques de documental y, como el anterior, es un homenaje, aunque su objetivo y sus morfología son muy distintas. Cuenta la historia de tres pibes que falsifican entradas para asistir al recital de Fun People. Sumergidos en la noche, con tintes de infinitud, de una ciudad pasada por agua, en un paseo que sirve de excusa para rendir culto a la generación del punk-rock. La película resulta divertida, con una buena selección dentro de su banda sonora, actuaciones que resultan creíbles por su naturalismo y diálogos muy acertados. El público que asistió a la sala no fue tanto como el de ayer, pero sí muy animado, irradiando calidez durante toda la función.
Por último, llega el turno de Nicaragua… El Sueño de una Generación. Este documental centra su mirada en el 19 de julio de 1979, día en el que se produce la Revolución Popular Sandinista, en Nicaragüa, desde la perspectiva de un grupo de argentinos que rememora el hecho y lo encumbra como “el último grito de libertad en América Latina”. Con entrevistas que alegan a la emotividad en los relatos de estas personas marcadas para siempre por el candente hierro nicaragüense, se construye un documental sólido y que trata con delicadeza este tema casi atemporal; muy vigente en la realidad actual.
Para el último día de la “Competencia de Largos”, el FESAALP se reserva una de las películas que más fuerte vienen sonando: SAL.