La vanguardia no pierde vigencia
Eduardo “Tato” Pavlovsky fue y continúa siendo un exponente de vanguardia dentro de la intelectualidad argentina. Su compromiso político en las artes lo llevó a escribir piezas como Hombres, imágenes y muñecos, una aguda crítica llevada al extremo del absurdo que sorprende por su vigencia. La obra vio la luz a principios de los 60, pero estuvo perdida y fue recuperada 50 años después por el crítico Jorge Dubatti. Hasta el 13 de mayo se puede ver en el CC de la Cooperación, con un elenco impecable en su desempeño sobre las tablas.
Los protagonistas son versátiles hombres y mujeres marioneta. En un inusual despliegue de teatro físico, los cinco intérpretes se comportan como perfectos humanoides biomecánicos, introduciendo técnicas del teatro físico que mantienen alta la atención del espectador por su histrionismo. Pero la riqueza del argumento no reside en lo estético. En una serie de cuadros cada actor-marioneta representa –como si estuviera viendo desde afuera una parte de su vida– una escena que desnuda algún aspecto siniestro de la sociedad de clases. La dominación por el dinero, el sexo, la doble moral, la superficialidad de la existencia fueron y siguen siendo temas universales que se ajustan perfectamente a las épocas en las que vivimos.
El llamado al despertar revolucionario de las conciencias es el metamensaje que sobrevuela la trama de cada pequeña historia. Pavlovsky sabe que el arte es político, y Dibiase y Berenguer se las arreglan muy bien para aggiornar sutilmente el texto de manera que –para quien sepa escuchar– ciertas intervenciones hagan hervir la sangre. Es que pese a que Gepetto no es nunca mentado, en algún punto “se ven los hilos” de estas desigualdades que nos conforman como sociedad.
Hombres, imágenes y muñecos es un viaje a un crudo Pavlovsky, a una exposición grotesca de seres que transitan una ilusión que les permite gestionar y naturalizar las desigualdades diarias y proyectarlas en sus actos. La puesta mínima y los reflectores sobre los protagonistas no hacen más que realzar sus movimientos, otorgándoles una potente significación que invita a reflexionar y analizar nuestro lugar dentro del llamado cuerpo social.
Teatro: Centro Cultural de la Cooperación – Corrientes 1543 – C.A.B.A.
Funciones: Sábados 22.25 hs
Entrada: $230
Pilar González | @MaPilarGonzalez
Autor: Eduardo “Tato” Pavlovsky. Dirección: Daniel Dibiase y Sebastián Berenguer. Diseño de luces: Matías Noval. Vestuario: Vera Rinaldi. Diseño sonoro: Sebastián Berenguer. Utilería y arte cinético: Omar Mac Dougall. Actúan: Juan Barreiro, Ramiro Gatti, Silvana Seewald, Cristian Thorse y María Fernández Vocos. Prensa: Ana Quiroga.