A diferencia de los films de ciencia ficción, los del terror no incluyeron demasiados exponentes destacables durante la primera mitad de la década del 50 en países anglófonos (Estados Unidos Gran Bretaña). En claro contraste, surgen durante la segunda mitad de dicho periodo obras impactantes sobre todo en Gran Bretaña, que por su envergadura justifican extender la nota hasta inicios de los 60, incorporando también algunos títulos de los Estados Unidos.
Pocas obras destacables y en 3D durante la primera mitad de la década del 50
Los films de terror de habla inglesa no tuvieron su mejor momento durante la primera mitad de la década del 50. Son pocos los títulos rescatables y de no ser por la aparición algo efímera del formato 3D, este primer subcapítulo estaría prácticamente vacío de contenido.
En 1953 se estrenó en los Estados Unidos House of Wax (Museo de cera), dirigida por André De Toth. Este realizador húngaro dirigió en su país natal cinco valorables obras cinematográficas en un mismo y memorable año (1939 – en que comienza la Segunda Guerra Mundial) y que fueron restauradas por Martin Scorsese, por iniciativa de Bertrand Tavernier y Thierry Frémaux. Se exilió en Inglaterra trabajando con Alexander Korda, para luego emigrar a los Estados Unidos, dedicándose al inicio a la realización de westerns y contrayendo matrimonio con Veronica Lake.
Museo de cera es sin duda la mejor película de 3D de la primera época del formato. Es también el primer film del género de Vincent Price, quien tuvo una muy extensa carrera tanto en su país natal (EEUU) como en Inglaterra. Aquí compone a un artista especializado en la realización de figuras de cera de personajes históricos como “su” María Antonieta. Una disputa con su socio termina con un incendio que le provoca severas quemaduras y lo dan por muerto. El museo de cera del título, que el escultor crea, tiene características insospechadas y son el espacio ideal para su venganza. Cuenta con buenos intérpretes como Carolyn Jones, Frank Lovejoy y un desconocido actor de nombre Charles Buchinsky.
Un año después Phantom of the Rue Morgue (El fantasma de la Rue Morgue), que bien podría haber sustituido en su título local el término “Rue” por su acepción hispana “calle”, fue dirigida por el prolífico y algo olvidable Roy del Ruth. Menos lograda que la anterior, está basada en un cuento de Edgar Allan Poe. Karl Malden asume el rol central, un ser abyecto que logra que un gorila amaestrado mate a jóvenes mujeres. Con la participación de Patricia Medina y el francés Claude Dauphin, además de Steve Forrest, lo que más valoriza al film es el buen aprovechamiento del formato 3D.
HAMMER
Fue necesario esperar hasta el año 19S7 en que, de la mano del realizador británico Terence Fisher, irrumpiera uno de los dúos del cine de terror más notables. Podría afirmarse que Peter Cushing y Christopher Lee tomaron la posta que durante la década del 30 y 40 dominaban Boris Karloff y Bela Lugosi.
Aunque la productora Hammer Productions Ltd. fue registrada en noviembre de 1934, sus películas de los primeros veinte años de existencia fueron en general producciones de bajo costo y sin mayor repercusión comercial o artística. Su creador fue William Hammer, nombre ficticio, quien en realidad se llamaba William Hinds. Junto a Enrique Carreras (sic), dueño de cines, ambos crearon la compañía Exclusive para distribución de las películas de la productora Hammer.
Serían sobre todo los hijos de ambos: Anthony Hinds y James Carreras, los que darían continuidad a la iniciativa de sus progenitores. Lograron además atraer el interés del productor y distribuidor norteamericano Robert L. Lippert en acuerdos de coproducción y distribución mutua en sendos territorios de habla inglesa.
Y como se señalara en la nota anterior, sobre el cine de ciencia ficción, el gran salto lo daría Hammer con las dos películas (1955 y 1957) del Profesor Quatermass (Brian Donlevy), que tendrían nombres diferentes en los Estados Unidos.
FRANKENSTEIN
Terence Fisher (1904-1980) venía dirigiendo un promedio de tres largometrajes desde 1948 de los más diversos géneros, mayormente dramas. Admitió que, cuando Hammer le ofreció dirigir The Curse of Frankenstein (La maldición de Frankenstein) en 1957, no había leído la novela de Mary Shelley, cosa que prometió no hacer por lo que se basó en el guion, por él alabado, de Jimmy Sangster.
Particularmente fue feliz la decisión de Hammer de seleccionar a dos actores, hasta entonces poco conocidos, Peter Cushing y Christopher Lee, en los roles del Dr. Frankenstein y la criatura respectivamente. Dicha dupla volvería a coincidir en otras ocho oportunidades, como se verá más adelante, incluyendo una muy tardía y fallida de 1973, que marcaría la última interpretación de Lee del personaje que lo llevó a la fama.
La maldición de Frankenstein fue la primera de un total de cinco de Fisher, casi todas con Cushing y sólo la primera con Christopher Lee. Probablemente la mejor fue la siguiente (1959) a la original: The Revenge of Frankenstein (La revancha de Frankenstein). La segunda secuela (también con Cushing), The Evil of Frankenstein (El castigo de Frankenstein), siempre de Hammer, tuvo a otro realizador (Freddie Francis), que alternó films con Fisher.
DRACULA
Probablemente el mejor film de terror de Hammer de todos los tiempos sea Dracula (en USA Horror of Dracula y localmente Drácula), de 1958. Aquí los méritos mayores son para Christopher Lee, el verdadero protagonista central, inolvidable en su caracterización del célebre vampiro creado por Bram Stoker. Se trata de una obra que aún hoy provoca escalofríos cuando se la visiona. No desentona Cushing como el Dr. van Helsing, ni Michael Gough como Arthur, siendo el otro crédito importante el del guionista Jimmy Sangster. (Nota: además de guionista, fue director en tres oportunidades: The Horror of Frankenstein (El horror de Frankenstein), Lust for a Vampire (Ataud para un vampiro), ambos de 1970 y sin ninguno de los actores de la célebre dupla y, por último, un film que no es de ninguna de las dos sagas, Fear in the Night (Terror, hora cero), de 1972, aunque con Peter Cushing).
Ante el éxito comercial de Drácula no era de extrañar que se filmaran varias secuelas. La primera de 1960 es The Brides of Dracula (Las novias de Drácula) de 1960, donde nunca aparece el vampiro, no así el Dr. Van Helsing (Cushing). La segunda secuela es de 1964: Dracula – Prince of Darkness (Drácula, príncipe de las tinieblas) de 1965, donde ahora quien “desaparece” (no textualmente) es Cushing y quien reaparece es Christopher Lee. Film menor donde el mayor atractivo resulta la presencia de Barbara Shelley y que marca el retiro de Fisher de la serie, cuyo relevo (¡cuando no!) de ahí en más vendría de la mano de Freddie Francis, en aún otras dos secuelas de escaso interés.
Un ejercicio para los cinéfilos y/o amantes de los números puede ser reconstruir la serie de películas de Drácula de Hammer, donde además de los ya mencionados Fisher, Francis y Sangster, aparecerán varios otros realizadores incluyendo uno (también inglés) a quien se debe una de las mejores películas sobre el Titanic.
MAS TERROR DE HAMMER
1959 fue uno de los años de mayor actividad para Terence Fisher, al dirigir tres obras de terror para Hammer, con la participación de Cushing y/o C. Lee. The Hound of the Baskervilles (El sabueso de los Baskervilles) lo tuvo a Cushing como Sherlock Holmes y a Lee como Henry Baskerville en el thriller de Arthur Conan Doyle, respetando a la célebre obra original.
The Mummy (La momia) es una buena remake de un icónico film de la década del 30, dirigido por Karl Freund y con Boris Karloff en el rol central, que retomó Christopher Lee 27 años más tarde, también con la presencia de Peter Cushing. Mucho más recientemente hubo una nueva versión, con secuelas, la primera de las cuales la dirigió también Stephen Sommers, en versiones bastante libres con respecto a las anteriores. La de 1959, que ahora nos ocupa, también contó con la actuación de Cushing, pero quienes más se lucen son su compañero y la fotografía en Technicolor.
The Man Who Could Cheat Death (El hombre que desafió la muerte) es la historia de un hombre (Anton Driffing) que parece tener cuarenta años de edad, cuando en realidad supera la centena. La trama informa sobre el modo en cómo este ser logra sobrevivir tanto tiempo (no es un vampiro). En esta oportunidad Christopher Lee asume logradamente un segundo rol en importancia y quien también se destaca es Hazel Court, cuyo desnudo se vio en varios países de Europa, no así en los Estados Unidos, donde fue censurado.
Hammer no fue la productora que, por última vez, reunió al dúo Cushing/Lee. Cannon, de Menahem Golan y Yoram Globus, volvió a hacerlo en 1983 en un film menor del inglés Pete Walker. Se trata de House of Long Shadows (La casa de las sombras), donde por única vez se cruzaron con Vincent Price e inclusive John Carradine, un verdadero cuarteto del terror.
VINCENT PRICE
El extremadamente prolífico actor norteamericano (superó holgadamente las cien películas) tuvo sus primeros grandes éxitos a mediados de la década del 40 cuando casi en forma sucesiva filmó, junto a Gene Tierney, tres grandes films: Laura, Leave Her to Heaven y Dragonwick.
Fue William Castle, un director de clase B, quien reconociendo que el género del terror era una veta para el lucimiento de Vincent Price, lo dirigió dos veces en 1959. La primera y más exitosa fue House on Haunted Hill (Mansión siniestra), a la que siguió The Tingler (El aguijón de la muerte). El tema de una casa “embrujada” fue uno recurrente en la filmografía norteamericana, con diversas variantes según cual fuera el motivo por el cual se reunían diversos personajes durante una noche (poco apacible). Este cronista recuerda el fuerte impacto que produjo en el público la aparición de fantasmas (ghosts) y esqueletos en la pantalla y el éxito comercial de la propuesta.
Pese a que Castle siguió cultivando el género con incluso dos películas con Joan Crawford, la segunda de las cuales: I Saw What You Did (Broma macabra) fue un éxito, no logró sin embargo “retener” a Price. Y el que se lo “robó” fue una de las figuras más sorprendentes de la cinematografía de los Estados Unidos.
Roger Corman, de él se trata, ha sido productor, director, guionista, y actor desde 1954 (nació en 1926) y muchas de las grandes figuras internacionales del cine (Coppola, Scorsese, Cameron, Bogdanovich, Dante, Ron Howard, Jack Nicholson, De Niro, etc.) le deben a él gran parte del inicio de su carrera.
De los cincuenta largometrajes que dirigió sobresalen varios basados en cuentos de Edgar Allan Poe, casi invariablemente con Vincent Price como actor. La serie se inicia en 1960 con House of Usher (La pavorosa casa de Usher), que es una gran película a la que sigue un año después The Pit and the Pendulum (La fosa y el péndulo). De 1962 es The Premature Burial (Entierro prematuro), donde por una vez Ray Milland “reemplaza” a Price. Ese mismo año dirige tres cuentos de Poe en Tales of Terror (Destinos fatales), donde además de su actor fetiche participan Basil Rathbone y Peter Lorre. The Raven (El cuervo) y The Haunted Palace (El palacio embrujado) son de 1963 y las últimas dos: The Masque of the Red Death (La máscara de la muerte roja) y The Tomb of Ligeia de 1964. De ocho películas basadas en cuentos de Poe, siete fueron con Vincent Price.
A las películas antes mencionadas podría agregarse The Little Shop of Horrors (La tiendita del horror), donde un joven Jack Nicholson tenía uno de sus primeros roles, no siendo el único donde lo dirigió Corman. Fue luego un gran éxito teatral, además de tener una remake dirigida por Frank Oz.
MISCELÁNEAS
Resulta evidente de la selección de films de terror de las décadas del 50 e inicios de los 60 que gran parte de las obras más destacadas estuvieron monopolizadas por el cine británico de Hammer Productions y norteamerico con Vincent Price como actor, mayormente dirigido por Roger Corman.
Pero sería injusto limitar la lista de films de terror del periodo considerado a sólo esas dos procedencias, ya que existen algunas “perlitas” cuya mención no debería ser omitida.
Tres films sobresalen netamente entre 1957 y 1963 y de ellos uno integra sin duda al canon del cine norteamericano. El lector seguramente adivinó que ese título pertenece al mago del suspenso y que, en el momento de su estreno en 1960, fue un hito mundial. Obviamente se trata de Psycho (Psicosis) del gran Alfred Hitchcock.
Los dos restantes podrían ser cuestionados en cuanto a su elección ya que seguramente más de un cinéfilo tendrá otras preferencias respetables. En ambos casos se trata de directores norteamericanos consagrados. Jacques Tourneur, a quien se debe la trascendente Cat People (La marca de la pantera), con producción de Val Lewton es de 1942, razón por la cual no se la ha incluido en esta selección. En cambio, parece apropiado incorporar a Curse of the Demon (Una cita con el diablo) de 1957, donde Dana Andrews tiene una de sus mayores interpretaciones de su carrera cinematográfica como un psicólogo que a pedido de una joven (Peggy Cummins) investiga la misteriosa muerte del padre de ella (Maurice Denham).
“Last but not least”, The Haunting (La casa embrujada), que vuelve a un tema recurrente que ya fuera mencionado al referirnos a William Castle, aunque esta vez ambientado en Nueva Inglaterra y con dos soberbias intérpretes: la inglesa Claire Bloom y la norteamericana Julie Harris.
TOP CINCO
De las veinticinco películas reseñadas y en tren de elegir las que podrían integrar un Canon del cine de terror de la década del 50 e inicios de los 60, se proponen los siguientes cinco títulos, ordenados cronológicamente:
HOUSE OF WAX (1953)
THE CURSE OF FRANKENSTEIN (1957)
DRACULA (1958)
PSYCHO (1960)
HOUSE OF USHER (1960)
BIBLIOGRAFIA SELECCIONADA
CURUBETO, Diego (colab. de KAIRUZ M., M, ORTA, M., (2019), Cine Bizarro, Mansalva, Argentina
HARDY, PHIL. (1986), The Encyclopedia of Horror, Harper & Row Publishers, USA
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FRIEDLANDER, F., ORTA, M. (2023), El Canon del cine norteamericano – Vol.2, ASL Eds.
KATZ, Ephraim (2005), The Film Encyclopedia, Harper Collins, 5th Edition
BORST, Ronald V. (1994), Ídolos del cine de terror, Ediciones B, Barcelona