Una parte relevante del cine asiático explora el rol de la tradición dentro de las familias. Ella ha sido estudiada por académicos occidentales (por ejemplo recientemente aquí); las obras siguen siendo proyectadas en distintos ciclos y, aun las más recientes, han sido reconocidas en distintos eventos, como ciclos o festivales. Este extenso mapa, digamos sentimental a falta de un adjetivo más íntimo, incluye personajes de Tokio monogatari (1953), Yi Yi (2000), The Farewell (2018), por destacar pocas. Tal recorrido traza los cambios de sus antepasados en un presente incierto y egoísta.
El clásico de Ozu muestra a los abuelos viajando a la capital nipona para reencontrarse con su núcleo familiar. Yang, por su parte, aprovecha eventos grupales para mostrar la desintegración de sus personajes. La de Wang muestra a una familia china emigrada a Estados Unidos que le esconde a la matriarca su enfermedad. ¿En qué se diferencia Cómo ser millonario antes que muera la abuela (Pat Boonnitipat, 2024) de ellas?
M (Putthipong Assaratanakul) siente un vínculo afectivo muy fuerte con Amah, su abuela (Usha Seamkhum), en principio interesado por lo que pase con sus pertenencias cuando ella fallezca. Se muda a su casa cuando se le diagnostica un cáncer avanzado, y así ganar puntos para la herencia. Su prima, cuidadora de su abuelo, lo asiste en tal movida. Será claro que tal intención materialista tiene una cara sentimental también, como toda relación complejamente valiosa. Esa duplicidad es a múltiples niveles. T anto la tristeza como la alegría podemos sentirla en muchas escenas. La tradición se refleja en la relación entre abuela, hijos y nietos; al mismo tiempo se simboliza en el rol de la comida y los pies en los planos. En esto último, aguzar la mirada en la función que cumplen las pisadas y los calzados en este entramado familiar tendrá un valor mucho mayor al fetiche. Cromáticamente los verdores prevalecen en múltiples tonalidades. La importancia de la identidad en distintas etapas vitales tiene una relación directa con el uso de los primeros planos. Dar y recibir siempre se corresponden a la naturaleza del cambio.
En distintos momentos de la ópera prima de Boonnitipat, tales encuadres de Boonyanuch Kraithong muestran más vívidos los gestos familiares, estén aislados en el plano o junto a otros vínculos. Esto le da tal fuerza a la obra para que sus excesos de emotividad, breves para remate, sean llevaderos. Porque M termina decidiendo lo acorde al consejo de su madre (Sarinrat Thomas): mejor sentir la calma de haber dado más que la de haber recibido más.
Luego, el verdor arbóreo prepondera el valor de la muerte y el vínculo abuela-nieto para esta familia. La casa de ella, donde se desarrolla gran parte de la historia, tiene paredes verde más claro que el esmeralda. Enumerar los múltiples verdores tendrá que incluir también los movimientos laterales de la cámara exploradora de la simultaneidad en el entorno familiar.
En ese sentido dinámico, un recurso audiovisual metaforiza cómo funciona la memoria en el tramo final. M camina por una calle rodeada de árboles y, al borde de los rieles, el tren pasa. Vemos entonces el único flashback y flashforward de la obra. Ellos revalorizan los otros viajes –en tren o a las rutinas de la abuela– escenificados. Tal ida y vuelta pertenecen a laretórica de los recuerdos y del presente con sus respectivos olvidos. A su vez, este “caer en cuenta” le hace a M tomar la decisión más importante en la trama.
Desafortunadamente la desconfianza del equipo técnico en imágenes como esa hace que la banda sonora subraye, con notas musicales para piano, el trabajo actoral y visual; un desacierto recurrente en muchas escenas. El elenco y la fotografía ya muestran, con (paradójica) naturalidad y múltiples elementos, los dilemas familiares. Al menos la composición también acomoda, de vez en cuando oportunamente, las rutinas entre abuela y nieto. T odo lo demás, acertado o no, forma parte de caprichos familiares explorados en las complicidades actorales.
(Tailandia, 2024)
Dirección: Pat Boonnitipat. Guion: Pat Boonnitipat, Thodsapon Thiptinakorn. Elenco: Putthipong Assaratanakul, Usha Seamkhum, Sanya Kunakorn, Sarinrat Thomas, Pongsatorn Jongwilas. Producción: Jira Maligool, Vanridee Pongsittisak. Duración: 125 minutos.