LA FIESTA OLVIDABLE
Vuelve la pareja Warren (Lorraine / Vera Farmiga, Ed /Patrick Wilson) en la que sería su última participación en la saga de El conjuro. Esta vez dirigidos nuevamente por Michael Chaves, quien se incorporó al universo creado por James Wan tras dirigir los spin-offs La maldición de la Llorona y La monja 2, para luego encargarse de El conjuro 3: El diablo me obligo a hacerlo. El cine de Chaves, como fue descrito en este texto de Hernán Schell, carece de autoría, intenta parecerse al de Wan, quien sí es el talentoso en todo este asunto.
Con El conjuro 4: ültimos ritos, que promete un final y ¿nuevo inicio hereditario?, Chaves logra recrear una vez más la atmósfera episódica de incertidumbre, suspenso y misiones para investigar casos sobrenaturales a través de objetos fantásticos que involucran tragedias, maldiciones y experiencias demoníacas. Como en las películas previas, casi no hay muertes, menos aún de los protagonistas, por lo que en 135 minutos el director se toma todo el tiempo necesario para que, como en sus predecesoras, haya una introducción, un desarrollo y eventual final provisto de un clímax movilizante.
El film comienza en los 60, con Lorraine embarazada y la participación en un nuevo caso, en el que se encontrarán con un espejo peculiar que generará aceleración de la prematura llegada de su hija a un mundo en el que un milagro es necesario para que sobreviva o nazca con vida. Por otro lado, el costado romántico de la pareja, siempre presente en la saga, en esta ocasión incorpora la subtrama de un prometido (Ben Hardy) para la hija Warren, Judy (Mia Tomlinson), tras haber pasado más de veinte años del conflictivo nacimiento.
En algunos fragmentos del film se intenta imponer un sentido de identificación con la época, el frecuente uso de la nostalgia a partir de referencias cinéfilas, musicales y memorabilia presente en posters, juguetes, etc., por lo que se verán alusiones a Los Cazafantasmas o una vaga utilización de “Let’s Dance”, de David Bowie.
Lo de Chaves podría describirse como un film prolijo, fiel a la saga tanto en estética como en su desarrollo, sin ningún tipo de impronta personal aplicada al producto. Esto es, veremos una de El conjuro sin sobresaltos, con abundancia de personajes ya vistos, desde la aterrorizante Anabelle, alguno que otro jump scare y hasta una especie de celebración final con presencia de los clientes/víctimas y/o sobrevivientes de largometrajes previos, como Carolyn Perron (Lily Taylor) y otros como invitados más a la fiesta de clausura. Una fiesta de esas a las que uno intenta inventar un pretexto como para no asistir, aunque al final decida hacerlo por compromiso o lo que sea, al igual que ir a ver una nueva de El conjuro.
(Reino Unido, Estados Unidos, 2025)
Dirección: Michael Chaves. Guion: Ian Goldberg, Richard Naing, David Leslie Johnson-McGoldrick. Elenco: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Elliot Cowan. Producción: Peter Safran, James Wan. Duración: 135 minutos.
