Salvo algunas proyecciones excepcionales de la jornada siguiente, la presente constituye la última aventura propiamente dicha de la Berlinale, en la que se cierran las secciones y subsecciones a la espera del anuncio durante las próximas horas de los ganadores de la competencia oficial, tarea que recaerá en el jurado compuesto por Meryl Streep, Clive Owen, Brigitte Lacombe, Nick James, Alba Rohrwacher, Lars Eidinger y Małgorzata Szumowska. Finalizando la cobertura del festival, en esta oportunidad pudimos disfrutar de News from Planet Mars (Des Nouvelles de la Planète Mars, 2016) de Dominik Moll, United States of Love (Zjednoczone Stany Milosci, 2016) de Tomasz Wasilewski y Things to Come (L’Avenir, 2016) de Mia Hansen-Løve.
News from Planet Mars (Des Nouvelles de la Planète Mars), de Dominik Moll
FUERA DE COMPETENCIA
Más allá de la presencia de algunos títulos prototípicos del cine francés en distintas secciones del Festival de Berlín, relacionados con esa vertiente melosa y/ o tragicómica que los galos producen desde siempre, a priori llamaba la atención la inclusión de News from Planet Mars, representante de lo que podríamos denominar el esquema “alternativo” del andamiaje mainstream anteriormente mencionado. Como si se tratase de una versión conservadora y mucho más coherente de la rama más mundana de la carrera de Michel Gondry, esa que apunta al retrato del “hombre común” desde un costumbrismo empardado con el lenguaje surrealista, hoy el último trabajo del inquieto Dominik Moll, responsable de las interesantes Harry, un Amigo que te Quiere Bien (Harry, un Ami qui vous Veut du Bien, 2000) y Lemming (2005), toma por ejes la vida monótona de Philippe Mars (François Damiens) y esa suerte de amistad que entabla con el desequilibrado Jerôme (Vincent Macaigne), primero un colega de trabajo (que no llega a comprender del todo), luego autor material de lo que podría haber sido la muerte de Philippe (en función de un episodio de violencia en la oficina que deriva en una oreja cercenada) y finalmente compañero de convivencia cuando se aparece en su hogar (para colmo con una mujer que conoció en la clínica psiquiátrica). Por supuesto que los problemas del inicio pronto mutan en una complicidad algo bizarra entre ambos, en especial por las salidas taciturnas de Jerôme, un freak con todas las letras aunque no tan peligroso como parece… arrebatos neuróticos de por medio. Los inserts fantásticos, vinculados a la ensoñación o los espectros de seres queridos, condimentan sutilmente el relato, el cual asigna -por suerte- el tiempo justo y necesario a la dinámica de un cohabitar símil mixtura entre comedia negra y buddy movie, no obstante con un gran peso dramático cedido a los hijos de Philippe y las escenas sustentadas en un humor absurdo y/ o familiar.
United States of Love (Zjednoczone Stany Milosci), de Tomasz Wasilewski
COMPETENCIA OFICIAL
Además del centrado en los documentales, el otro gran fetiche de la Berlinale son las películas que analizan de manera tangencial la Guerra Fría y sobre todo distintos aspectos de los otrora regímenes comunistas del bloque del este europeo, por razones históricas más que obvias y vinculadas a los traumas arrastrados a través del tiempo. United States of Love es la segunda obra relacionada con el tópico con la que tuvimos la oportunidad de toparnos en esta edición del festival, aunque con una mínima diferencia de por medio: mientras que I, Olga Hepnarová (Já, Olga Hepnarová, 2016) de Petr Kazda y Tomás Weinreb se concentraba en el comunismo asentado, aquí tenemos un retrato minimalista de la cotidianeidad -entre amarga y extremadamente repetitiva- del paso tortuoso al capitalismo (la elección de una fotografía en blanco y negro enfatiza en el plano retórico este punto, ahora combinada con colores esporádicos). El opus de Wasilewski examina la vida privada de un puñado de mujeres polacas que en 1990 se sienten frustradas por diversos motivos, lo que por supuesto funciona como una extrapolación de la hipocresía, el aislamiento y la pauperización cultural de la esfera pública/ social. Un pulso narrativo lentificado que reposa en determinados estados de ánimo de los personajes, sumado al gran desempeño del elenco en su conjunto, conforman los dos pivotes principales de la propuesta. Más allá de un discurso político revisionista más que correcto, la abrasiva United States of Love no termina de aprovechar del todo la dialéctica de los melodramas de corazoncito arty porque a veces se pierde a sí misma en medio de sus floreos visuales, dejando de lado -en parte- diálogos que en ambientes claustrofóbicos como el presente podrían haber sumado mucho al relato. De todas formas el film cumple con los objetivos que se plantea, denunciando sutilmente la monotonía detrás del totalitarismo de antaño y la incertidumbre posterior.
Por Emiliano Fernández
Things to Come (L’Avenir), de Mia Hansen-Løve
COMPETENCIA OFICIAL
Isabelle Huppert es una mujer con una fuerza demoledora en todos sus trabajos, sin embargo muy de vez en cuando apela a un costado nostálgico y dulce. Actriz incisiva como pocas, con el correr de los años se versatilizó y así empezó a trabajar con directores ignotos y otros reconocidos internacionalmente. De esta manera conoció a Hong Sang-soo en una edición de Cannes y ahí decidieron trabajar juntos en En Otro País (In Another Country, 2012), una belleza de film.
Mia Hansen-Løve, por su lado, se perfiló como una directora promisoria, y al igual que Hong rogó para contar con la presencia de Huppert en su proyecto luego de Eden (2014), una película un tanto fallida dentro de su filmografía. Esta directora francesa logró captar la atención de la cinefilia mundial con opus como El Padre de mis Hijos (Le Père de mes Enfants, 2009) y Goodbye First Love (Un Amour de Jeunesse, 2011), obras que sirvieron para demostrar que había talento de por medio.
Things to Come viene a ser un film mucho más adulto dentro de su carrera, como así también pretencioso: vuelve a tocar problemáticas que conciernen al desarrollo humano y personal, como las vísperas de la muerte, algo que ya se veía reflejado en El Padre de mis Hijos. Huppert interpreta a Nathalie, una profesora y escritora de filosofía, casada y con dos hijos. Transita una separación matrimonial en una edad en la que -como mujer- se considera incapaz de conocer a nuevos pares. Sin embargo se siente completa con ella misma: en una escena del film se describe como una persona “libre” tras perecer su madre, como si los lazos filiares y afectivos la posesionasen en un lugar de responsabilidades.
Con mucha naturalidad, Hansen-Løve se pregunta qué nos pasa cuando llegamos a un punto en que nos cuestionamos siempre las mismos interrogantes. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Nathalie va encontrando este camino luego de sentir su liberación y ver que las cosas por venir a veces son mejores de lo que pensamos. La relación con sus hijos mejora, laboralmente toma otras riendas y se presenta un vínculo maestra- alumno que va desarrollándose a lo largo del film. Sin encontrarse entre lo mejor de la realizadora, sólo nos resta esperar qué tiene para ofrecer a futuro.
Por José Luis De Lorenzo