El poco conocido director inglés Dylan Southern acometió un difícil desafío al tener que llevar a la pantalla una novela con título algo más extenso (“Grief is the Thing with Feathers”), reteniendo sólo las últimas cuatro palabras. Escrita por Max Porter, la obra literaria refiere al dolor (de allí el término “Grief”) al que debe enfrentarse Max ante la súbita muerte de su esposa.
La película dedica un mínimo espacio a la fallecida mujer, aunque parece que en el libro original dicho personaje tenía mayor relevancia. En cambio, se concentra en el marido de ella y para ello elige como intérprete al gran actor inglés Benedict Cumberbatch, que al ser un film de 2025 tendrá que esperar varios meses hasta que seguramente, los Golden Globes, BAFTAs sin duda los Oscars del año próximo comiencen a nominarlo.
Max o Dad es un escritor que está escribiendo un libro (“The Crow on the Couch”) acerca del laureado poeta Ted Hughes, también ausente en el film.
Quienes sí aparecen son los dos pequeños hijos de Max, interpretados por verdaderos hermanos en la vida real, Henry y Richard Boxall, a quienes su angustiado padre poca atención dedica.
Pero hay un cuarto personaje, un ser fantástico del tamaño de un humano, que es un cuervo gigantesco. Lo interpreta el actor Eric Lampaert, aunque podría ser cualquier otro ya que nunca se lo ve al estar “disfrazado” como el extraño pájaro de la novela de Hughes. Lo curioso es que la voz del cuervo no es la de Lampaert sino del más conocido David Thewlis, aunque más que una voz lo suyo es una mezcla de sonido vocal con una especie de desagradable graznido.
La película es en blanco y negro, sabia elección de Southern, ya que recrea mejor la figura del cuervo. Entre el curioso animal y el reciente viudo se platean situaciones, a menudo violentas, que aparentemente no coinciden con la de la obra literaria de Porter. Más de un crítico no dejará de asociar el film con la famosa obra de Hitchcock, aunque en verdad la única coincidencia es la del cuervo, que aquí se limita a una única criatura.
Lo que en cambio el film transmite es la tristeza que significa la falta de la figura materna y la dificultad que tiene Max para superar su ausencia. Hay momentos en que el espectador no acierta a percibir si está despierto o sufriendo pesadillas.
Todo indica que The Thing with Feathers tendrá una larga recorrida por muy diversos festivales. Ya estuvo en dos, Sundance y la Berlinale, pero eso sólo parece ser el inicio de un film que dará mucho que hablar, sobre todo dentro de la categoría de film de arte.
(Reino Unido, 2025)
Guion, dirección: Dylan Southern. Elenco: Benedict Cumberbatch, David Thewlis, Leo Bill, Sam Spruell. Producción: Adam Ackland, Leah Clarke, Andrea Cornwell. Duración: 98 minutos.