Burrowing (Suecia, 2010, 76’), de Henrik Hellstrom & Fredrik Wenzel
La no tan perfecta vida de un grupo de vecinos en los suburbios de un barrio residencial de Suecia es lo que trata de contarnos Burrowing, y digo trata por que es una película que se queda en las medias tintas. Con la voz en off de un niño (otro de los vecinos) que innecesariamente nos va narrando lo que va ocurriendo, la película intenta ser poética, pero lo que obtenemos son largas y aburridas secuencias donde no pasa nada que sea medianamente relevante.
A eso se le suma un estilo de filmación sucio, elegido por sus directores (inexplicablemente) que lejos de sumar a la causa la hace más confusa, en definitiva una película absolutamente vacía, que trata sobre nada.