A muchos no nos gusta tanto el cine de Wes Anderson. Confieso haberme perdido en el intento de seguirlo luego de sus primeras películas: Bottle Rocket y la excelente -y vuelta a ver infinidad de veces- Rushmore. Comedias “frescas”, innovadoras, en las que lo racional pasaba a desdoblarse en lo que Anderson convertía en algo impredecible, fuera de toda razón y lógica. Empatizábamos con sus personajes y les deseábamos que resultasen victoriosos antes todas las adversidades que se les presentasen: desde ser un fracaso como el estudiante Max Fischer del Rushmore College, hasta pelearse de manera incesante con un Bill Murray (en su mejor estado actoral) por el amor no correspondido de una mujer, su maestra. Un guiño a El graduado.
A partir de Rushmore surgió algo que no estaba presente en Bottle Rocket y es la teatralidad de sus films. Rushmore se presentaba como una división de episodios entre telones y culminaba con una obra escolar maquetada de manera artesanal y la inclusión de escenas redundantemente simétricas. Un concepto que Anderson comenzó a repetir una y otra vez hasta el cansancio. A eso le sumó los multicasts.
Hoy cuando se anuncia un film de Anderson ya sabemos que su poster incluirá, a modo de papiro, una interminable lista de nombres (actores) vinculados al proyecto; muchos que repiten cartel y otros que se añaden en cada nueva propuesta. Anderson, de hecho, termina minimizando las aptitudes de muchos de ellos para convertirlos en piezas de ajedrez dentro de su propio mundo. Algo que también podríamos vincular al mundo de Tim Burton, otro director en caída constante.
Asteroid City, como su título lo indica, es una ciudad que se convirtió en un atractivo turístico debido al cráter originado por la caída de un meteorito miles de años atrás. Se creó un ambiente maquetado en el que conviven alojamientos, restaurantes, gasolineras y hasta un centro de investigación y sondeo, todo presentado con un estilo demasiado kitsch y, conociendo a Anderson, repleto de colores pasteles y diseños puntillosos cercanos a la cultura pop.
AC transcurre en los 50, en la región suroeste y desértica de Estados Unidos. El multicast de turno está conformado por Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Edward Norton, Bryan Cranston, Jeff Goldblum, Steve Carell, Tilda Swinton, Matt Dillon, Hope Davis, Jeffrey Wright, Liev Schreiber y la notable ausencia de Bill Murray, por lo visto reemplazado y hasta personificado a través de Tom Hanks. Schwartzman interpreta a Augie Steenbeck, fotógrafo y padre de varios hijos que enviudó recientemente y no le comunicó tal hecho a los suyos. Se encuentran en viaje para visitar a Stanley (Hanks), su suegro. Simultáneamente en AC está por llevarse a cabo un evento que reúne a niños inventores, razón por la cual se conforman dos nuevos grupos tras el suceso de una inesperada cuarentena: la reunión entre estos niños prodigio y, por otro lado, sus padres. Tambien hay lugar para ensayos nucleares en regiones cercanas a AC que sirven en el relato sólo para pasar de un estado a otro, cortar un diálogo o un gag (ninguno efectivo) a lo largo del film.
En AC también está la noción de un largometraje dentro de otro. Comienza con una relato audiovisual a cargo de un presentador, interpretado por Bryan Cranston, y el guionista (Edward Norton), dividiendo en episodios lo acahecido en AC como si fuese una especie de soup opera televisiva. Los actores ya descriptos rompen la cuarta pared y salen de escena para adentrarse y discutir con el guionista problemas que no solo evidentemente tiene el telefilm sino la película en general.
Imagino en estos momentos a un actor del multicast saliendo de escena y haciendo lo mismo con Wes Anderson y abstraerlo por minutos de su propio film-universo y volver así de una vez por todas a sus inicios.
(Estados Unidos, 2023)
Dirección: Wes Anderson. Guion: Wes Anderson, Roman Coppola. Elenco: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeff Goldblum, Steve Carell, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Edward Norton, Adrien Brody, Liev Schreiber, Hope Davis, Maya Hawke, Matt Dillon, Willem Dafoe, Margot Robbie. Producción: Wes Anderson, Jeremy Dawson, Steven Rales. Duración: 104 minutos.
