Hirokazu Kore-eda ha puesto su mirada en temas sociales, conflictivos y controversiales. Basta con ver sus dos últimas películas: trata la pequeña criminalidad en Shoplifters (ganadora de la Palma de oro 2018) y las disfunciones familiares en Brokers (Cannes 2022). Si bien en Monster el tema de la escolaridad en una sociedad presionada por los resultados individuales y sociales no cambia los ejes temáticos tradicionales del director, su estructura narrativa abandona la linealidad y aborda una construcción desde la técnica de los puntos de vista, inaugurada en la literatura por Henry James.
Kore-eda decide optar por dicha técnica como lo hiciera Orson Welles en El ciudadano y el mejor cineasta japonés, Akira Kurosawa, en Rashomon. Pero ¿cuál es el sentido de este recurso? Cuestionar lo que llamamos “verdad” mostrando los límites de la subjetividad para lograr la descripción objetiva de un hecho o situación.
En Monster, lo que inicialmente se presenta como la odisea de una madre viuda que debe lidiar con los problemas escolares de su hijo preadolescente se va ampliando hasta alcanzar un cuadro social más extenso, donde vemos otros actores como el maestro, la directora y la relación amorosa idílica entre el protagonista y otro niño. Esos tres registros están enlazados visualmente con el incendio de un edificio que nos introduce al microcosmos de distintas situaciones familiares.
El monster original se va desplazando en su significado primero como situación de bullying escolar, después como cancelación del maestro del niño, y por último, como ocultamiento de amores y situaciones prohibidas. Lo monstruoso para Kore-eda es el sistema social y moral que no permite que la libertad se exprese, que deba llegar a la tragedia para entender que algo debe cambiar (el fuego del incendio como metáfora del cambio y la redención).
Lo cuestionable en Monster tal vez sea que, por la necesidad de generar suspenso para que el espectador siga deseando ver la película, se sugiera que algunos de los personajes se ha suicidado. Esa tragedia a confirmar por el transcurrir del film delata cierta precariedad narrativa en esa parte del guión, pero que no empaña el resultado final.
Por sus temas, su estructura narrativa, su banda de sonido compuesta por el gran Ryūichi Sakamoto y sus actuaciones, Monster es seria candidata a llegar con posibilidad al premio mayor al finalizar esta edición del Festival de Cannes.
(Japón, 2023)
Dirección: Hirokazu Kore-eda. Guion: Yûji Sakamoto. Elenco: Sakura Ando, Eita Nagayama, Soya Kurosawa. Duración: 126 minutos.
