William Shakespeare, además de haber sido el autor de grandes y atemporales obras de teatro que han sido reproducidas miles de veces alrededor del mundo, como Romeo y Julieta, Hamlet y Macbeth también ha escrito obras históricas. En ellas narra lo sucedido en las famosas Guerras de las Rosas, una sucesión de guerras por el trono de Inglaterra entre las casas de York y Lancaster.
Estas historias tuvieron su paso por la televisión gracias a la exitosa serie de Film & Arts, The Hollow Crown. La primera temporada se estrenó en 2012, con Jeremy Irons, Ben Wishaw y Tom Hiddleston.
Ahora regresa para su segunda temporada con los icónicos personajes de Henry IV y Ricardo III. Siguiendo el mismo estilo de la temporada anterior, se estrenarán tres episodios de alrededor de dos horas de duración cada uno. La aparición más esperada es la del talentoso actor Benedict Cumberbatch, que sigue arrasando y, en esta ocasión, interpreta a Ricardo III.
El comienzo de la temporada mostrará el reinado y ascenso de Henry IV, interpretado por Tom Sturridge para luego, en el tercer y último episodio, dar lugar al ascenso sangriento y violento al poder de Ricardo III.
La serie se mantiene fiel a las palabras de Shakespeare y, a diferencia de otros casos como el reciente film de Macbeth, la cadencia de las palabras y su claridad son impecables. The Hollow Crown se destaca por su producción, donde hasta el más mínimo detalle ha sido pensado desde su vestuario hasta sus locaciones, y también por las actuaciones de su elenco.
Para hablar de la actuación de Benedict Cumberbatch, es necesario hacerlo en un párrafo especial. El personaje de Ricardo III es icónico por su fealdad, su joroba y su cojera, como por su sed de poder que lo lleva a asesinar y traicionar a diestra y siniestra. Cumberbatch se roba la pantalla cada vez que su personaje le habla a la cámara y, en confianza, le cuenta sus más oscuros deseos. Sus ojos se llenan de odio y miran fijo y vacíos a su espectador mientras una sonrisa maníaca adorna su cara. Cumberbatch no hace de Ricardo III, él es Ricardo III. Y sus escenas dan ganas de que sean eternas.
The Hollow Crown es una gran serie histórica que vale la pena ver. Además, las idas y venidas políticas, las traiciones, las ambiciones y los personajes obsesionados con el poder y la corona son un claro ejemplo del talento de Shakespeare para retratar la naturaleza humana con todas sus bellezas y sus horrores. Pese a estar ambientada siglos atrás, The Hollow Crown se siente actual y no es difícil hacer paralelismos con personajes de hoy en día. Es una clara muestra de cómo aún 400 años después de su muerte, las obras de Shakespeare siguen tan vigentes como siempre.
Eliana Giménez / @GimenezEliana