Tenía tres posibles ideas sobre cómo encarar esta nota. Una era acerca de los denominados “proyectos paralelos”, films que son casi calcos y se realizan al mismo tiempo como Volcano (1997) vs. Dante’s Peak: La Furia de la Montaña (Dante’s Peak, 1997), Armageddon (1998) vs. Impacto Profundo (Deep Impact, 1998), y en este caso, el film en cuestión vs. War on Everyone (2016).
Otra, consistía en embarcarme dentro de los géneros cinematográficos que Dos Tipos Peligrosos (The Nice Guys, 2016) trae aparejados y son dignos de mención; como el buddy movie, su derivación, el buddy cop movie, el film noir y la slapstick comedy.
Como ultima variante, escribir sobre el curriculum vitae de Shane Black e ir detallando cómo se toman elementos de sus anteriores guiones y se plasman en éste.
La mejor opción me pareció que sería destacar la autoconciencia en el cine y los guiños cinematográficos. Dos Tipos Peligrosos dialoga con el primer film de Shane Black como director, Entre Besos y Tiros (Kiss Kiss Bang Bang, 2005). En ambos policiales negros, en las fiestas y las piscinas se dan cita el mundo del jet set de Hollywood, un asesinato y la eventual aparición de un detective privado o como en este caso, dos, para resolver un crimen. Década del 70 vs. década del 80. Films convencionales vs. porno. La industria cinematográfica vs. la industria automotriz.
Black apela a guiños hacia un film noir como Barrio Chino (Chinatown, 1974), en el que J.J. Gittes, el “private eye” interpretado por Jack Nicholson, sufría un corte en su nariz, índice de hacer metido -precisamente- su nariz donde no debía. Por el contrario, el Holland March de Ryan Gosling es un detective que carece completamente del sentido del olfato. Es también un guiño a la pérdida de memoria de Geena Davis debido a un golpe en El Largo Beso del Adiós (The Long Kiss Goodnight, 1996). Como para seguir hablando sobre los sentidos, Mrs. Glenn (Lois Smith), una anciana con anteojos “culo de botella”, es quien ofrece la única prueba del tambaleante caso, al destacar que ha visto a la actriz porno con vida a través de su ventana luego de haber sido asesinada.
Como dupla, la de Gosling y Russell Crowe funciona muy bien. En cierta manera, Gosling le da lugar a Crowe para que pueda reinventarse e intentar sacar crédito de su costado cómico de manera relajada, desligándose de seguir siendo catalogado por haber interpretado a un gladiador.
Black toma de Arma Mortal (Lethal Weapon, 1987) y El Último Boy Scout (The Last Boy Scout, 1991) la conjunción de parejas desparejas para generar destellos cómicos gracias a las diferencias. Es autoconsciente de cada uno de sus guiones: aquí están presentes los rasgos lunáticos del Martin Riggs de Gibson en el March de Gosling, la investigación de un político como en El Último Boy Scout y la utilización de un menor en tanto comic relief al igual que en El Último Gran Héroe (Last Action Hero, 1993).
La superación de Black como director es notoria. Luego de Entre Besos y Tiros, saltar a una digna de superhéroes por encargo y ahora retomar un género que respeta y entiende tan bien, no es poca cosa.
Por José Luis de Lorenzo