¿Hace falta remontarse al 400 A.C para hablar una vez más de Sófocles y como ese títere del destino llamado Edipo, tiene sobre su lomo una de las tragedias más conocidas de la historia de la humanidad? Quizás todos los caminos de la tragedia conduzcan al mismo sitio. Quizás en el destino de cada uno de nosotros esté fijada una cuota trágica, en mayor o menor medida.
La historia es ya conocida: Edipo Rey, ese bastardo nacido bajo una profecía y abandonado a su (mala) suerte fue salvado por la mano piadosa de un pastor y adoptado por reyes. Llegó a ser rey de Tebas, compartió lecho con su propia madre y esta le dio hijos, mientras en su frente se dibujaban: la búsqueda, la vergüenza, la culpa, la condena propia, el destino conocido.
Gracias a la adaptación y dirección de Jorge Vitti podemos apreciar esta obra en el Centro Cultural de la Cooperación.
Es en la piel de Fabián Vena que vemos todos los rostros de Edipo, como si aquel poeta griego nos describiera la paradoja de un ser honesto, atrapado en un círculo de profecías, ambiciones y soberbia. Una de las cualidades de la actuación de Vena son los matices de su interpretación.
Quizás la pieza donde la tragedia hunde su cuchillo más filoso, en parte, es porque Darín (Yocasta) logra con su mirada y sus silencios, sus reacciones y su final, la tecla justa en la cual se apoya los puntos altos de la obra.
Vale la pena resaltar a Willy Lemos como Tiresias, el ciego adivino. Si hay papeles secundarios destinados a recordar por encima de algún protagónico, entonces este Tiresias será recordado por batirse en duelo actoral con Vena, apoderarse del clima y tiempo de la obra y plantear todas las interrogantes posibles desde su figura frágil.
Por su parte la escenografía del palacio de Edipo es simple, con tan solo telas y diversos y pocos elementos que definen límites entre el palacio y el vacío del resto del escenario. Quizás en ese vacío se representa la grieta insalvable entre un soberano y su pueblo.
Una de las particularidades de la obra es como el público sirve de pueblo cada vez que uno de sus protagonistas debe dirigirse a él, casi como políticos en busca de algún tipo de empatía con sus seguidores.
Esta interpretación casi política que hace Vitti del clásico de Sófocles, no da lugar a sorpresas, pero le da un lavado de cara necesario a un texto que brinda caminos nuevos y estos, si es posible, deben seguir explorándose.
Tomando un castellano contemporáneo amable al oído del espectador, tanto como la vestimenta actual y sobria, hasta una versión del coro por momentos en tono de rap y una luz acertada en cada parlamento largo o monólogo de sus protagonistas.
Una nueva versión en manos de un elenco sólido y firme, dan un Edipo Rey más cercano a su público, casi convertido en un actor político que no está libre de quién lo manipula, ni de su propia tragedia.
Teatro: Centro Cultural de la Cooperación – Corrientes 1543 – CABA.
Funciones: Viernes y Sábados 20hs.
Entradas: $300.-
Flavio Hidalgo Del Castillo | @corazondecomic
Versión y Dirección: Jorge Vitti. Actúan: Fabián Vena, Alejandra Darín, Alfredo Castellani , Juan Carlos Ricci, Gus Bassani, Willy Lemos , Alejandro Gallo Gosende. Iluminación: Gonzalo Córdova. Vestuario: Natalia Queirolo. Asistente de dirección: Fiorella Camji. Sonido: Gerardo Boglioli. Asistente de producción: Fiorela Gianuzzi. Producción Ejecutiva: Fiorella Camji. Voz de rap: Inti Rap. Coro: Coro Municipal de Cámara Ernesto Storani de Luján con la dirección de Santiago Rosso. Fotografía: Guido Adler. Prensa: Raquel Flotta.