MICHEL “EGO” GONDRY
A fines de los 80 e inicios de los 90 se produjo una revolución estética en el mundo del videoclip. MTV, nacida en 1981, comienza a recibir un “modelo de autor” con trabajos donde se percibía una mirada personal más allá de la canción y del artista. Surgen nombres como los de Mark Pellington, David Fincher, Mark Romanek, Anton Corbijn, entre otros, pero serán Spike Jonze y Michel Gondry los representantes más visibles de una nueva forma de concebir un videoclip. En el caso de Gondry a través de la multiplicidad de figuras y texturas como sello estético de autor.
El paso siguiente era obvio: el cine y ver cómo se manejaban estos autores de clips en una hora y media en lugar de cinco minutos. Y vendrían Control, Retratos de una obsesión, Alien 3, entre otros títulos, pero serán Jonze con ¿Quieres ser John Malkovich? y Gondry con Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, nuevamente, los estandartes principales de este pasaje de la tele al cine, de aquella originalidad en un puñado de minutos como ejercicio virtuoso a una manera –supuestamente distinta– de conformar un relato y/o una historia desde un lenguaje diferente. O, en todo caso, corroborar cómo esos cinco minutos convencían o no a un espectador diferente.
Hay un punto que trasluce en estos cineastas ya sesentones o más que eso: su transparente ego, su manía por volcar en imágenes sus dudas y contradicciones desde su voracidad ombliguista y la forma en que manejan los materiales desde un ingenio a flor de piel que puede hacerlos desbarrancar hacia una inexplicable arbitrariedad fusionada a un capricho digno de adolescente tardío.
Algo así ocurre en El libro de las soluciones con el ego de Marc, cineasta rechazado por los productores, que se manda a mudar, con sus materiales y junto a un pequeño equipo técnico, a la casa de campo de su tía. Allí Marc, alter ego de Gondry, soltará su neurosis, sus escasas certezas, la forma en que manipula a su gente, su imaginación visual (la película incluye escenas de animación), la búsqueda de algún significado a sus traumas a través de un supuesto manual o libro de soluciones, donde el personaje de ficción y el cineasta detrás de cámara se reúnen en una sola entidad: aquella que refleja la personalidad de un director en etapa de crisis creativa.
La propuesta no es nueva pero sigue resultando atractiva. Sin embargo, sucede que Michel Ego Gondry convierte a El libro de las soluciones en un manual del capricho, en un catálogo pirotécnico de frases hechas y remanidas camufladas en una supuesta originalidad que solo provoca desgano e irritación. El director de La ciencia del sueño y Rebobinados vuelve a morderse la cola en su afán por trascender desde su inteligente forma en que manipula los materiales. Pero se queda ahí, en la superficie de las cosas, en el gesto repetido, en la mera pose autoindulgente.
Mención final para Françoise Lebrun como la tía de Marc, aquella imborrable puta en Le maman et le putain de Jean Eustache.
(Francia, 2023)
Guion, dirección: Michel Gondry. Elenco: Pierre Niney, Blanche Gardin, Françoise Lebrun, Frankie Wallach, Camille Rutherford. Producción: Georges Bermann. Duración: 102 minutos.