0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

Cine

El novio de mamá

FAMILIAR, FUNCIONAL, FALLIDA

El novio de mamá es la nueva película protagonizada por José María Listorti, quien vuelve a participar en una producción cinematográfica después de casi diez años. Ahora bien, ¿pudo el humor del comediante adaptarse a esta nueva década? Teniendo en cuenta el sujeto en cuestión, esta es una pregunta que cambia de respuesta según el momento de la película. Hay situaciones que generan risa genuina, pero también gags que solo provocan una incomodidad involuntaria. 

La película funciona por y para Listorti. En este sentido, mientras más libertad y tiempo se le da al humorista, mejor funcionan sus chistes, llegando incluso a mostrar su variado repertorio de voces extravagantes y bizarras. En pocas palabras, cuando Listorti funciona, la película lo hace con él, más por su carisma que por las situaciones. Lo importante es que cumple sosteniendo el film. Además, permite que otros también se luzcan, lo que es especialmente destacable considerando las debilidades expositivas y narrativas que brinda el guion, ya sea con sus diálogos o la manera tan predecible de resolver sus escenas.

El novio de mamá parte con una premisa sencilla: Leonardo (Listorti), un simpático agente de viajes, empieza a salir con Lucía (Daniela Viaggiamari), una madre viuda que intenta reconstruir su vida tras la pérdida de su marido. Si bien la relación florece, los problemas empiezan cuando Leonardo debe ganarse también el afecto de sus hijos, Coco y Pipa. El conflicto verdaderamente comienza cuando el protagonista debe oficiar como niñero en el viaje de la familia al sur, en donde Lucía enfrenta una oportunidad laboral única y no puede hacerse responsable de sus hijos.

Durante su estadía en el sur, Leonardo conoce a una galería de personajes exóticos. Entre ellos, el más logrado de la película: una especie de coordinador/guía turístico, interpretado por Facha Espi. Es sorprendente cómo su mera presencia automáticamente cambia toda la dinámica de las escenas y las enaltece por completo. No es un actor increíble, pero es el que necesita la película para generar otro tipo de situaciones humorísticas diferentes a las de Listorti, con otro tipo de excentricidad y energía que revitaliza la película. Los momentos más memorables del film son en los que aparece este personaje; es quien saca las mejores risas. Lo mismo sucede con Jero Freixas; aunque su tiempo en pantalla es bastante breve, siempre que aparece cumple satisfactoriamente. Distintas son las situaciones cómicas del influencer devenido humorista Alex Pelao, quien resulta bastante irregular y más molesto que gracioso. Si bien ha demostrado versatilidad en distintos registros cómicos, acá queda encasillado en un rol que no le permite desplegarse del todo.

El guion, sin proponer nada nuevo, va a llevar a Listorti a una serie de situaciones forzadas con resoluciones aún más exageradas o estúpidas. Un buen ejemplo es la dinámica Leonardo-Pipa, con elementos como las bayas alucinógenas o la caída de un teléfono por un precipicio. Es un libreto que, sin importar la complejidad del conflicto, siempre encuentra la manera más absurda de resolverse. Si bien el código de la película es de comedia, eso no implica que cada elemento narrativo deba resolverse con un chiste. La subtrama del perro, por ejemplo, que comienza generando toda una nueva dinámica nueva, se termina volviendo muy predecible y falta de gracia en su resolución. Sumado a eso, la puesta en escena es realmente mundana y carente de propósito cinematográfico, más allá del de realizar una escena escrita en un guion y traducirlo visualmente. Lejos estamos de las comedias del Hollywood clásico, que emanaban inteligencia en todos sus planos y hacían de la audiencia un partícipe más dentro de las dinámicas narrativas. Citando al célebre Ernst Lubisch: “El trabajo del director es sugerir 2+2, y el de la audiencia llegar a 4”. La dirección de Nicolás Silbert y Leandro Mark lamentablemente recae en un cumplidor plano-contraplano que entretiene pero no agrega nada más que lo dicho por los diálogos, que además es terriblemente expositivo. De hecho, uno de los defectos más notables de esta película es que se encarga de decir una y otra vez aquello que pasa en la cabeza de los personajes. La más afectada por esto es Pipa, quien en la escena de confrontación con su madre solamente se limita a reiterar aquello que ya había dicho varias veces a lo largo del film. De este modo, un momento que debería ser especialmente relevante para la trama y esos personajes, termina siendo una escena afectada por su característica reiterativa. 

Una de las cosas que funcionan dentro de la película es la dinámica entre sus personajes, principalmente por sus actores, que se encargan de realzar el “mensaje” que trae la historia sobre las relaciones entre padres e hijos. Esta es una unidad que se repite constantemente, ya sea presentando a una parentalidad ausente inmiscuida en el trabajo o una ausencia a partir de la pérdida. Son los diferentes vínculos -el de Coco y Pipa con su madre, el del coordinador y su hijo o el de la dueña del hotel con su hija- los que se encargan de reforzar esto constantemente. Leonardo, durante toda la película, se encuentra en un punto incómodo: no pertenece a ninguna de estas dinámicas y hace todo lo que está a su alcance para encontrar su lugar y finalmente ser aceptado por su nueva familia. 

Cabe resaltar que las actuaciones del elenco más joven están bastante bien y son más sólidas que la de los adultos. Asimismo, los tres actores jóvenes con mayor peso en la película saben complementarse entre ellos con bastante éxito, a pesar de las evidentes carencias que tiene el guión para desarrollarlos.

El novio de mamá no busca ser la reinvención de la comedia cinematográfica. Todo lo contrario: apela a la risa, al buen momento, a la diversión. Por momentos lo logra, pero por otros dan ganas de abandonar la sala. No puede decirse que no cumple con su cometido. Es, al fin y al cabo, un producto de entretenimiento creado para ser vendido en las vacaciones de invierno y que tenga llegada a las familias. Como el film de Ariel Winograd Mamá se fue de viaje. No todo tiene que ser alta comedia, aunque incluso una película liviana puede aspirar a algo más que una risa casual. El novio de mamá cumple con lo justo, dejando la sensación de que, con un poco más de riesgo y bagaje cinematográfico, podría haber sido algo mejor que una simple comedia de temporada.

(Argentina, 2025)

Dirección: Nicolas Silbert, Leandro Mark. Guion: Lucas Bucci, Tomas Sposato. Elenco: José María Listorti, Daniela Viaffiamari, Francina Di Carlo, Fausto Fallesen, Jorgelina Aruzzi, Alex Pelao, Jeronimo Freixas, Facha Espi, Tomas Limansky, Manuel Perez Erramouspe. Producción: Hori Menstati y Esteban Mentasti. Duración: 90 minutos.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

BUSCADOR

Generic selectors
Solo coincidencias exactas
Búsqueda por título
Búsqueda en contenido
Post Type Selectors

ÚLTIMAS ENTRADAS

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter