Hablar de Cristina Banegas es hablar de una referente del arte y el espectáculo. Como actriz brilla en cine, teatro y televisión, y también incursiona en la música y la literatura. Ahora llega al mundo de las audioseries gracias a Dial, disponible en Spotify. A continuación, sus palabras acerca de esta experiencia.
Dial es una audioserie,un formato heredero del radioteatro. ¿Cómo viviste esta experiencia?
Muy interesante, porque nunca hice radioteatro. Nunca hice radio, en realidad. Soy hija de una pionera de la televisión argentina, Nelly Prince, que hizo radio desde los 6 años. Yo de chica escuchaba la radio en la casa de mi abuela. Escuchábamos los radioteatros. Pero Dial tiene otra impronta, más vinculada con las series tradicionales. Tiene algo de una narrativa muy inquietante. Es una serie de terror, y yo soy muy mala (risas). Es un placer haber participado, realmente.
Mencionaste que sos muy mala, ¿qué se puede contar del personaje?
No puedo spoilear porque, como es una serie de terror, me parece que es muy importante la sorpresa en la escucha. Tengo el rol de una especie de jefa de una secta. Es algo inquietante, y muy divertido de hacer. Me encanta hacer de mala (risas)
Hablando de terror, ¿cómo te llevas con el género? ¿Es un género que consumís?
No especialmente. Me gusta, me parece súper interesante como género, pero no he participado, digamos. Hay algo terrorífico en algunas cosas que hice, como Mujeres asesinas, pero esto es diferente, absolutamente
¿Cómo fue el trabajo acá con todo el equipo, liderado por Charly Wasserman, que se está especializando en el formato?
Muy amable, muy divertido. Creo que trabajamos muy bien y con mucha profundidad, con mucha profesionalidad, con mucha creatividad. Así que creo que es lo que se llamaría un buen producto.
¿Tenés ganas de seguir trabajando en este formato?
Sí, claro, me encantaría. Me parece muy interesante, y algo que seguramente va a tener un desarrollo en el futuro. Me parece que vuelve la escucha. No es poca cosa.
¿Se puede hablar sobre proyectos que se vienen?
Estoy haciendo tres obras simultáneamente. Una es Proyecto Quevedo, en Arthouse, un centro cultural hermoso en el Microcentro. La hago sobre la mesa de cristal de 2 metros 60 que era de mi madre, y hago sonetos de Quevedo y poemas satíricos de Quevedo con una cellista maravillosa. Además, reestrené Molly Bloom, de James Joyce, en El Excéntrico, que es mi teatro desde hace 39 años. También en El Excéntrico, pero los viernes, estamos haciendo La bala de plata, que es la correspondencia entre Perón y John William Cook, y somos dos personas somos dos mujeres, Yo hago de Perón… (imitando la voz de Perón) querido (risas). Una experiencia muy interesante.
Son momentos muy difíciles a nivel país, y también para la cultura. ¿Cómo estás atravesando esta situación?
Es sumamente terrible. Hay una intención de desmantelar esas instituciones culturales: el Instituto Nacional del Teatro, el Incaa… Esto, lo que tiene que ver con lo mío, con la cultura, pero también está la salud, la educación, la ciencia, los jubilados. Estamos viviendo un momento muy terrible, muy cruel, y creo que en el mundo también se está viviendo un momento muy terrible, sobre todo para los más desposeídos. Tiempos difíciles.