Conocida por ser responsable de la empresa HD Argentina, Lucía van Gelderen dirigió su ópera prima: Reparo, una historia con elementos autobiográficos ambientada en Puerto Pirámides, Chubut. Está protagonizada por Florencia Torrente y Luciano Cáceres, y entre los que completan el elenco están Paula Carruega (en la foto, junto a Torrente), Ariadna Asturzzi y el músico Daniel Melingo. Con ellos tres y la directora tuvimos la oportunidad de dialogar.
(Para Lucía) Si uno ve la película y lee tu biografía, es posible notar varios puntos en común. ¿Cuánto hay de autobiográfico?
Lucía van Gelderen: Hay mucho de mi vida, pero al mismo tiempo es todo una ficción. hay mucho de mí en está película.
¿Cómo trabajaste la inclusión de los elementos biográficos con Salvador Roselli, el coguionista?
LvG: Con Salvador Roselli, que es un genio, había algo que yo ya tenía planteado el proyecto de una historia que transcurría en este pueblo. Él me ayudó mucho a articular todo. También quería que se movieran los personajes, sobre todo el principal, Justina, y cómo los elementos la van ayudando. Tuve la suerte de tener un elenco increíble. Además, queríamos retratar el pueblo y lo que pasa con los vínculos, y la llegada de alguien de afuera y cómo repercute en los personajes.
(Al elenco) Yendo a los personajes, ¿qué pueden contar de sus personajes, que son diferentes entre sí? En tu caso, Paula, hacés de la amiga de Justina, y en el tuyo, Ariadna, sos la que genera tensión.
Paula Carruega: Mi personaje se llama Paula. Como vos decís, es amiga de Justina. Ella vive en el pueblo y conoce a los personajes aledaños y al entorno de Justina, y lo que intenta hacer es sacarla de la preocupación y llevarla a algo más lúdico, a algo más relajado dentro de la película. A su vez, Paula vive en el pueblo y es un pueblo que conoce y que quiere.
Ariadna Asturzzi: En mi caso, interpreto a la Vero, y es lindo porque hay un discurso de todos los personajes respeto a la Vero hasta que ella aparece. Entonces es un personaje que está muy hablado por los demás, y es interesante lo que dicen de la Vero y lo que realmente vemos de la Vero. Para mí es un personaje lindo porque todos hablan muy mal, y cuando te toca un personaje así hay que tener mucho cuidado para cuidarlo. Es muy linda la Vero porque es muy de ahí, y hace mucho contraste con Justina. Porque Justine viene a moverles el piso y para la Vero es tremendo.
PC: Parece el típico que viene de Buenos Aires a coparte una situación que ya está sucediendo.
AA: Claro. Yo ya me armé, me puse las cositas, y vos me venís a mover las cosas… ¡Andate ya! (risas). Me parece interesante porque a ella le pasan estas cosas, pero disimula. Fue muy divertido de hacer, este personaje.
Daniel Melingo: Hay una escena de una tensión espectacular. La escena de ese diálogo con Justina es notable. ¡Felicitaciones!
AA: ¡Gracias!
Daniel, contame de tu personaje, un vecino entrañable.
DM: Vimos anoche la película y quedamos asombrados con lo que dieron de sí los actores gracias a este gran guión y esta gran visión de la directora. Creo que tuvo que ver en cómo potenció a cada actriz y actor. Se ensambló de una manera victoriosa.
Para todos: ¿cómo fue el rodaje en Chubut?
PC: Fue un rodaje difícil por las situaciones climáticas, pero el equipo estuvo superunido. Es un equipo lindo, amoroso. Los actores son divinos; el equipo técnico, también. Lu es cálida y te hace sentir parte de ese lugar que es tan propio para ella. Soy amiga de ella desde hace años y nunca había estado en su pueblo. Me contaba de la gente, los barcos, las ballenas. Tienen el canto de la ballena todo el día ahí. Creo que la película está plagada de esa presencia. Entrar en el mundo de Lucía fue muy hermoso.
AA: Era un rodaje que tenía todo para salir mal, porque llevar un rodaje al culo del mundo (risas) es difícil. Para mí fueron muy osados. Tenía todo para salir mal, y salió muy bien por el equipo. Tenía mucha onda, y ella (Lucía) era muy positiva. Nunca la vi enojada, y eso que los rodajes son difíciles. Llegué y era: “Acá se corta la luz, no hay agua, Dios mío, la voy a pasar mal…” (risas) Me cambiaron la energía. Este equipo tiene una energía increíble. Fue una experiencia muy hermosa, y muy extrema.
LvG: Sí, fue un desafío muy grande. Éramos muchos y cada uno iba llegando al rodaje. Se filmó en pandemia, también, y teníamos muy poco tiempo de cobertura. Había que adaptarse a las características del lugar. Sabía que el clima nos iba a comandar.
PC: El clima marcaba el rodaje y había que adaptarse a eso.
LvG: Con Dani nos metimos a navegar en unos mares difíciles.
DM: El primer día ya tocó una escena sostenida desde temprano. Salimos en una embarcación de pesca, que son pequeñas. Me encanta el mar y lo que significa, y al mismo tiempo salgo de la tierra y me da vértigo. Haber iniciado este rodaje de una manera tan extrema me curó de entrada (risas). Me pareció un bautismo importante salir con un bote de pesca y enfrentar el clima, y en una escena sostenida de muchas horas.
Estuviste más en un terreno en el momento musical.
DM: Sí, hay una escena muy poética, muy linda, como toda la película. Surgió la idea de interpretar esta gran canción de Carlos Gardel en un momento álgido, porque es una escena fuerte y es una canción emblemática.