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CRÍTICAS - CINE

Fumar provoca tos (Fummer fait tousser)

HISTORIAS DE UN NENE ABURRIDO

La primera imagen de Fumar provoca tos muestra a un niño aburrido sentado en la parte trasera de un auto, mientras sus padres conducen hacia un destino desconocido. De pronto, el chico pide detenerse para hacer pis en el pasto. No pasa más de un minuto hasta que presencia una escena desconcertante: un grupo de guerreros al estilo Power Rangers, llamado Fuerza Tabaco, ataca a una tortuga gigante de goma espuma. Estamos en el mundo de Fumar provoca tos, que es también el mundo de Quentin Dupieux, un músico y cineasta que ha dirigido películas desconcertantes con un humor insólito y puntos de partida ridículos. Desde Rubber (2010), una película sobre un neumático asesino, pasando por la extraordinaria Mandibules (2020), sobre dos amigos que encuentran una mosca gigante y deciden entrenarla para hacer dinero.

La primera impresión que uno podría llevarse del cine de Dupieux es que sus filmes son delirantes; sin embargo, en sus mejores películas (y Fumar provoca tos es decididamente una de ellas), se descubre tras su apariencia arbitraria una lógica formal de hierro. En el caso de Fumar provoca tos, lo primero evidente es que está constituida por una serie de historias incompletas. Tan es así que casi todas las historias comienzan en medio de las acciones, sin que sepamos casi nada de los antecedentes de sus personajes. Fuerza Tabaco se presenta en la película luchando en una batalla ya empezada; la extraordinaria última historia del hombre triturado comienza con el hombre ya atascado dentro de la máquina; y la desconcertante historia del pescado contada por la niña no tiene el más mínimo contexto.

La lógica de empezar historias de la nada coincide, por supuesto, con que ninguna de estas historias tenga un cierre definitivo y convencional. El relato de la asesina slasher con problemas existenciales termina abruptamente con su narrador contando cómo terminó ahogada; el villano de la película acaba envenenado sin que uno sepa a ciencia cierta si murió o fue narcotizado, ni por qué la mujer y su hijo se confabularon contra él. Por otro lado, el final de la película muestra a un robot que quizá quede tildado para siempre.

La razón de esto parece estar en una película cuyo relato oscila entre el apuro y la tranquilidad. Apuro, por un lado, por contar historias y situaciones, y pasar de una a otra como quien quiere sacarse de encima una narración o una idea insólita para comenzar con otra. Pero también tranquilidad, porque incluso las situaciones más insólitas y dramáticas se filman con sobriedad. Ayuda el hecho de que la película prefiera filmar casi todas las escenas a pleno día, lo que impide cualquier juego con sombras para sugerir algún dramatismo; más aún, los actores reaccionan ante lo insólito como si estuviesen viendo la cosa más normal del mundo.

Por supuesto, esto tiene un fin cómico. En La risa, Henri Bergson, el pensador francés, decía que la comedia es ante todo un fenómeno que requiere frialdad y distancia. Parte de la comicidad de Fumar provoca tos reside, entre otras cosas, en el contraste que implica filmar con frialdad situaciones a veces terribles: personas asesinadas, un suicidio (aunque sea de un robot), o incluso personajes despidiéndose porque están seguros de que van a morir.

Claro que esto también provoca a veces una sensación de extrañamiento, sensación que aumenta con determinados chistes de la película, que –al igual que la mayoría de sus historias– parecen estar incompletos, como frustrados. Un gag, por ejemplo, muestra a los miembros de Fuerza Tabaco en medio de una fogata. De pronto, escuchan algo moverse entre los arbustos. Entonces, uno de los agentes lanza un láser hacia allí, y lo que termina matando es un animalito que estaba escondido. Cuando uno espera que ese chiste se extienda o tenga un remate, nada sucede, como si a Dupieux no le importara continuar con el chiste. Lo mismo ocurre en la historia que se cuenta al final, cuando un pedazo de la boca de un hombre mutilado es mordido y llevado por un perro. Ese momento, que podría derivar en la extensión de un gag, se interrumpe de pronto, básicamente porque su narrador (un pescado que estaba cocinando uno de los protagonistas) se muere.

Supongo que uno podría pensar que una película así tiene sus antecedentes en movimientos artísticos o en determinados autores o directores. Uno de los más comunes es referirla a una lógica surrealista (un tipo de surrealismo sobrio, similar al de Buñuel, por ejemplo) o a ese tipo de narraciones derivativas de Lawrence Sterne. Sin embargo, mi teoría con Fumar provoca tos es que su lógica, si bien no exenta de influencias, parece más una forma intuitiva de jugar a narrar como si fuese un niño.

Deberíamos volver a la primera imagen de la película y al niño aburrido mirando por la ventana. Mi interpretación –quizás extraña, pero para eso es una película tan lúdica como esta, para jugar un poco– es que todo lo que vemos después es la visión de ese niño aburrido, que se va inventando historias en su cabeza. Son tipos de narraciones que crean sus propias reglas porque no están influidas por esquemas previos e instalados mil veces. En algún punto, Fumar provoca tos parece querer reproducir esa idea de narrar las cosas como si se fuera un niño aburrido y ansioso, aunque la persona que escribió el guion y dirige la película sea un adulto. Por eso, aquí se mezclan alusiones a los Power Rangers y el mundo de las marionetas, con el gore desatado y las referencias sexuales. Incluso el título del film parece unir una acción adulta como fumar con una simplificación infantil como el hecho de que provoca tos. Este choque entre dos etapas distintas de la vida es uno de los aspectos más extraños de esta película, un film breve y menor en apariencia, pero que en su fondo no solo esconde una creatividad inmensa, sino una insospechada profundidad.

(Francia, Mónaco, 2022)

Guión, dirección: Quentin Dupieux. Elenco: Gilles Lellouche, Vincent Lacoste, Anaïs Demoustier, Jean-Pascal Zidi, Olivier Alfonso. Producción: Hugo Sélignac. Duración: 77 minutos.

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