Lenny llega al departamento luego de una larga jornada de negocios en el mercado negro. Lejos quedaron los días como agente del FBI y su relación con Faith, el gran amor de su vida. Ahora se dedica a traficar vivencias ajenas a través de un dispositivo que permite grabarlas y experimentarlas en carne propia. Se sirve un trago y se conecta a su colección personal: la distópica noche de Los Angeles es reemplazada por la delgada figura de Faith en una tarde de sol. Impaciente, adelanta aquel recuerdo hasta la escena en que tuvieron sexo aquella tarde. En el vaivén de los cuerpos, un primer plano subjetivo revela los ojos entreabiertos de Juliette Lewis y despliega para siempre su hechizo indomable a través de la pantalla.
//Días Extraños (Stranger Days, Kathryn Bigelow, 1995).
Por momentos inocente, a veces perturbadora. Esta actriz y música estadounidense explotó en el cine a comienzos de los noventa con el encanto de una fiera agazapada e impredecible. Bajo la tutela de realizadores como Martin Scorsese y Oliver Stone, Juliette desdobló su impronta ambivalente haciendo caso omiso a las sutilezas: sádica e inocente, vehemente y apacible. Una artista que hasta el día de hoy seduce desde su latente dicotomía. Nacida en 1973 en California, es hija única de la relación entre la diseñadora gráfica Glenis Batley y Geoffrey Lewis, actor y músico reconocido por haber trabajado junto a Clint Eastwood en varias películas a lo largo de los setenta.
Heredó de su padre la pasión por la música. Esto la llevó a formar su propia banda de rock, a la que llamó Juliette & The Licks, y con la que grabó tres discos entre 2003 y 2009. También colaboró en algunas canciones del álbum Always Outnumbered, Never Outgunned de The Prodigy y, cinco años más tarde, fundó Juliette Lewis & The New Romantics para grabar Terra Incógnita, su último trabajo discográfico hasta la fecha. Hace poco estuvo involucrada en la primera formación del súper grupo Giraffe Tongue Orchestra, aunque actualmente sólo se presenta en vivo como solista cuando su carrera actoral lo permite.
Dejó el colegio a los 14 años y a fines de los ochenta empezó a trabajar en series y telefilms. Participó de algunos episodios de Los Años Maravillosos (The Wonder Years), en los que interpretó a Delores, la novia del hermano del protagonista. Si bien ya había tenido papeles en films como Vacaciones de Navidad (National Lampoon’s Christmas Vacation, Jeremiah S. Chechik, 1989), fue en Cabo de Miedo (Cape Fear, Martin Scorsese, 1991), donde comenzó su idilio con el séptimo arte, que se extendería a lo largo de los noventa. Debutó en el mainstream con bombos y platillos: fue nominada al Oscar y a los Globos de Oro como Mejor Actriz de Reparto por su papel de Danielle, la hija adolescente de un matrimonio acechado por un ex presidiario con sed de venganza. La perturbadora escena en la que el personaje de Robert De Niro intenta seducirla en un teatro aún continúa vigente en la retina de los espectadores.
Luego, trabajó en Kalifornia (Dominic Sena, 1993), una amalgama de thriller y road movie protagonizada por Michelle Forbes y David Duchovny. Allí interpretó a Adele Corners, la novia de un psicópata criminal encarnado por Brad Pitt, su pareja real de aquel entonces. Ese mismo año le puso el cuerpo a Becky en el drama ¿A Quién ama Gilbert Grape? (What’s Eating Gilbert Grape, Lasse Hallström, 1993). Su personaje era el de una viajera errante que llega a un pequeño pueblo y se enamora del tímido e introvertido personaje del título, en la piel de Johnny Depp. Ambos papeles reflejaron el registro ambivalente con el que comenzaba a proyectarse rápidamente como una de las jóvenes promesas de Hollywood.
En 1994, Juliette personificó a Mallory Knox en la ultraviolenta Asesinos por Naturaleza (Natural Born Killers), de Oliver Stone. El guión original de la película fue escrito por Quentin Tarantino, al que no le gustaron para nada las modificaciones que sufrieron sus escritos por parte de Stone y compañía, y pidió no figurar en los créditos finales. A pesar de no haber resultado un éxito de taquilla, y de haber dividido las opiniones de la crítica, su actuación la consagró para siempre en el imaginario de los amantes del cine. Esta sátira de la prensa sensacionalista, el sistema carcelario y la política estadounidense no sólo renovó la estética cinematográfica de aquel entonces: significó el momento cumbre de su carrera en la gran pantalla.
Más tarde, llegaron los papeles en el distópico thriller futurista Días Extraños, la secuela de La Fuerza del Cariño (The Evening Star, Robert Harling, 1996) y la road movie multigenérica Del Crepúsculo al Amanecer (From Dusk Till Dawn, Robert Rodríguez, 1996), en la que nuevamente le dió vida a un personaje escrito por Tarantino. Quizás, esa última escena que la tiene como sobreviviente de una matanza, desorientada y en el medio del desierto, haya sido la despedida de Juliette Lewis de los primeros planos cinematográficos. Como si esto fuera poco, el ocaso de esa misma década que la vió brillar la encontraría como candidata a Peor Actriz de Reparto en los premios Razzies por su desempeño en Aprendiendo a Vivir (The Other Sister, Gary Marshall, 1999).
Su filmografía continuó con protagónicos en pequeños proyectos como El Cuarto Piso (The 4th Floor, Josh Klausner, 1999), y participaciones en producciones como Starsky & Hutch (Todd Phillips, 2004), Whip It (Drew Barrymore, 2009), Agosto (August: Osage County, John Wells, 2013) y Nerve: Un Juego sin Reglas (Nerve, Henry Joost y Ariel Schulman, 2016), entre otros. A su vez, también formó parte del elenco de la única temporada de The Firm (2012), secuela televisiva de la película de principios de los noventa, y de Wayward Pines, la serie creada por M. Night Shyamalan para la cadena FOX.
A pocos meses de haber sacado “Hello Hero”, su nuevo corte de difusión co-escrito y producido por Isabella Summer de Florence and The Machine, Lewis parece haber reservado su estilo hipnótico e irreverente para los esporádicos shows que brinda como solista. Respecto a la actuación, actualmente interpreta a la obsesiva y parca detective Andrea Cornell en la segunda temporada del thriller policial Secretos y Mentiras. A veinticinco años de su irrupción en el cine, los ecos de sus intensos personajes aún continúan haciendo eco en la cultura popular alrededor del mundo.
Cristian Calavia | @cristiancalavia