De regreso a los hermanos Grimm podría denominarse esta nueva tendencia en la industria cinematográfica que reimagina cuentos clásicos o da un giro extremo a personajes populares de animación. La maldición de Cenicienta, de Louisa Warren, es un ejemplo de cómo estos relatos, que formaron parte de la tradición oral y fueron suavizados a lo largo del tiempo, están siendo reinterpretados con un enfoque más oscuro y sangriento. Casi el mismo que tuvieron alguna vez.
En paralelo, como es sabido, el terror siempre ha sido una fuente constante de fascinación en el cine, capturando la atención de un público fiel que busca emociones intensas. En esta ocasión, la historia de Cenicienta, conocida por todos en su versión más amable y mágica, se transforma en un relato donde el horror y el gore toman protagonismo.
El mencionado estreno llega así en un momento en el que el género y las producciones que no escatiman en sangre están en auge, compartiendo cartelera con otras películas que exploran la violencia y el miedo desde distintas perspectivas, tal como ocurre, justamente, esta semana.
El film se mantiene fiel a la estructura básica de la historia original: una joven sencilla y bondadosa es maltratada por su madrastra y las hijas de esta. Sin embargo, bajo su dirección, este cuento de hadas se sumerge en un mundo mucho más siniestro.
El elegante inglés británico utilizado añade un contraste interesante al tono oscuro del relato, ofreciendo un toque de sofisticación, por definirlo de algún modo, que equilibra las ideas y realza la atmósfera inquietante del contexto.
Otro de los aspectos más destacables es su estética cuidadosamente elaborada. Los efectos visuales cumplen con su propósito, contribuyendo a la creación de un ambiente perturbador que envuelve al espectador. Este cuidado en la presentación visual, junto con un trabajo de maquillaje y efectos prácticos bien ejecutado, permite que las escenas más violentas tengan un impacto visceral sin parecer gratuitas.
Las interpretaciones también merecen una mención especial. Aunque el elenco no cuenta con nombres fácilmente reconocibles, los actores logran transmitir una “naturalidad” que contrasta con la artificialidad que a menudo se asocia con producciones de este tipo.
Esta autenticidad ayuda a que la película mantenga al público involucrado, a pesar de los giros violentos que podrían alejar a quienes buscan una versión más tradicional de la historia. Pero, de acuerdo a lo especificado hasta ahora, están avisados de lo que les espera.
En conclusión, La maldición de Cenicienta se presenta como una reinterpretación audaz del clásico cuento de hadas, con la experimentada Warren a la cabeza de una película que utiliza elementos fundamentales del relato original, pero incorpora un giro sangriento y sorprendente, listos para llamar la atención y resonar con nuevas audiencias que buscan experiencias cinematográficas más intensas y provocadoras.
(Reino Unido, 2024)
Dirección: Louisa Warren. Guion: Harry Boxley. Elenco: Kelly Rian Sanson, Chrissie Wuna, Lauren Budd, Natasha Tosini, Danielle Scott, Sam Barrett. Producción: Louisa Warren. Duración: 82 minutos.
1 comentario en “La maldición de Cenicienta (Cinderella’s Curse)”
Fue toda un tortura permanecer en el cine, la gente reía cuando esta terminó…