El canal Lifetime continúa apostando por las ficciones. En esta oportunidad, apuesta fuerte por las adaptaciones de novelas de Virginia Cleo Andrews, conocida como V.C. Andrews. Flores en el ático es la más conocida, pero apenas representa la punta del iceberg de su obra. Una obra que se caracteriza por sagas de familias con oscuros secretos y personajes de intenciones tenebrosas. Aunque la escritora murió en 1986, el novelista Andrew Neiderman continuó su legado: completó la saga Casteel y se encargó de la saga Landry.
Justamente estas sagas llegan a la pantalla de Lifetime La primera película de Landry será Ruby, que se estrena el sábado 17 de julio, seguida de Destello en la niebla el domingo 18 de julio, para continuar con Fulgor oculto, el sábado 24 de julio y cerrar el domingo 25 con La joya secreta. En cuanto a Casteels, tiene como figura principal a Jason Priestley. Famoso en los ‘90 por su papel de Brandon Walsh en la serie Beverly Hills, 90210, no sólo interpretó a Tony Tatterton en tres films de esta saga: dirigió Corazones caídos, otra de las producciones. Estas labores posibilitaron que Priestley pudiera brindar una conferencia virtual para medios latinos.
Con buena predisposición y amabilidad, comenzó hablando sobre la película Zoom, que rodó en Brasil junto a Gael García Bernal y sobre Boys, el video que hizo con Britney Spears: “Nos divertimos un montón ese día, bailando con Britney. Ella es muy buena, muy dulce, y la pasamos muy bien ese día”.
Luego se refirió a su trabajos en las adaptaciones de Andrews. “El productor ejecutivo, Dan Angel, es amigo mío, y estábamos buscando la oportunidad de trabajar juntos. Se me acercó con estos libros y me preguntó si me interesaría hacer el papel de Tony… Era un rol desafiante, porque se va expandiendo como 35 años en tres de los cinco libros donde aparece. Era un personaje bien difícil, consierando la tendencia sociópata, el incesto y el alcoholismo. Dan buscaba un actor para hacerlo creíble”. Y agregó: “Me gusta interpretar personajes difíciles como este en esos días, y me gustó el desafío del proceso de envejecimiento”. Destacó el cambio en su carrera a la hora de hacer agradable un personaje oscuro, alejado del bondadoso Brandon: “Siempre tenés que recordar que mucha gente, aunque esté haciendo cosas horribles, piensan que hacen lo correcto. Como actor tenés que pensar en la psicología detrás de lo que están haciendo. Hay mucho de investigación psicológica”.
En cuanto a su trabajo como director, dijo: “Me gusta ponerme en situaciones en las que voy un paso más. Fue superdivertido. Tuvimos un elenco supertalentoso. Tuve que trabajar con efectos especiales, también. Estuvo bueno para mí poder hacerlo como director. Y se hizo en Vancouver, mi ciudad natal. Pude estar con mi familia y amigos. Fue una linda experiencia”. Priestley tiene en claro su futuro detrás de cámara: “Disfruto dirigir. Ahora mismo solo estoy dirigiendo y estoy seguro de que algún día me dedicaré a la dirección”.
El actor y director no es ajeno al impacto de las novelas de Andrews y sus adaptaciones: “Cualquiera que sea fanático de los libros va a disfrutar de estas películas. Son adaptaciones fieles. Las novelas resonaron en los lectores porque representan cierto segmento de la sociedad estadounidense, y esto le da a la gente una especie de ventana para ver esa sociedad. Si bien es una perspectiva sobredramatizada, permite que el público sea un voyeur”. De paso, reconoció el placer culpable que provocan las Lifetime movies: “Hoy, sobre todo por la pandemia, poder escaparse un poquito es importante y terapéutico”.
Ya por fuera del planeta Andrews, se refirió a su trabajo en la serie canadiense Private Eyes, donde compone a un ex jugador de hockey devenido detective: “Terminamos la quinta temporada. Viene siendo un show exitoso en todo el mundo y es muy gratificante. Hoy consume la mayor parte de mi tiempo, y es divertidísimo”. Además, habló de su vida en pandemia (“Creería que a fines de julio o agosto las cosas volverán a la normalidad aquí”) y de su rol de sex symbol y su cambio de rumbo profesional: “No tuve el ego herido por hacer de un hombre mayor. Disfruté mucho de esa parte”.
Priestley tampoco se negó a dar detalles de su adaptación de la novela de Jackie Collins Hollywood Kids, que lo devolvería a un terreno similar al de 90210: “Sí, podría ser una versión de eso. Es como un cruce entre 90210 y Entourage… Podría ser”. Y hablando de la serie que lo hizo famoso, recordó a su compañero de elenco Luke Perry, que murió en 2019: “Luke era un gran, gran amigo. Perderlo tan joven fue una tragedia que mi familia y yo no hemos superado”.
Priestley aprovechó para hacer un balance de su larga trayectoria y su vínculo con Hollywood: “He visto todas las caras de esta industria. Es maravillosa, pero puede ser difícil y cruel. Lo más importante para tener longevidad acá es nunca perder la imaginación, no perder el deseo de desafiarte a ti mismo. Eso te mantiene en movimiento y relevante. Eso intento hacer y me viene funcionando. Hay que mantenerse motivado y evitar que la industria te consuma”. Y expresó su opinión de los cambios en el mundo del espectáculo: “La mayor diferencia en la industria, en cuanto empecé, es la influencia de las redes sociales. Tienen una influencia en la gente famosa y en cómo la gente se vuelve famosa. Como los Kardashian, una familia que es famosa por ser famosa, sin un talento particular. Hay una generación enorme de gente porque abren paquetes en su canal de Youtube. ¿Qué tipo de fama es esa? ¿Qué es la fama? Son preguntas importantes, difíciles de responder. Yo quise ser actor. La fama fue un producto derivado. Pero hay jóvenes que están detrás de la fama”. Y se refirió a la participación de las mujeres desde que empezó su carrera: “Los papeles de las mujeres aumentaron, lo que es lindo de ver. Aaron Speling siempre contrató mujeres, así que siempre trabajé mucho con ellas. Estábamos al tanto cuando hacíamos 90210. Tuvimos muchas directoras en Private Eyes. Siempre tuvimos presente la inclusión. Es algo que deberíamos haber hecho antes”.
© Matías Orta, 2021 | @matiasorta
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