Hoy con 87 años y más de 50 películas como director WoodyAllen es una figura olvidada, bien lejos de aquel referente popular de décadas atrás. Hechos privados de público conocimiento y una filmografía bastante devaluada en las últimas tres décadas ubican al director, guionista y actor en un sitio nada prestigioso en la historia del cine, a años luz de los tiempos de Annie Hall, Manhattan, Crímenes y pecados y Zelig, por citar solo cuatro de sus títulos más recordados.
El propósito de estos encuentros con el cine de Woody Allen es actualizar y analizar su obra en estos días: sus temas, su elección de puesta en escena, su humor, sus personajes de ficción, sus referencias a Nueva York, sus films “turísticos”, su obsesión por el crimen perfecto, su pesimismo sin retorno sobre el mundo.
Están convocados: la prolífica obra de Allan Stewart Konigsberg aun lo merece.
Clase 1: Woody Allen cómico y comediante, más guionista que cineasta. El antes y después: Manhattan y Annie Hall y el amor a NY. Allen se pone serio e intenta acercarse a Fellini y Bergman.
Clase 2: Woody Allen y la nostalgia: cine, radio y teatro. La voracidad por el psicoanálisis. Los años 80: Zelig, Hannah y sus hermanas y Crímenes y pecados: ¿la gran década de WA?
Clase 3: Woody Allen en los años 90: ombliguismo excesivo (o no) y películas olvidables. Harry como personaje faro de la carrera de WA.
Clase 4: Woody Allen y el crimen perfecto: crímenes, pecados, partidos de tenis y Cassandra. Woody Allen y su cine turístico: Roma, Londres, Barcelona, París. ¿Serán recordadas sus películas de la última década?