Hace unos días nos visitó Luc Besson, el aclamado director de clásicos como El Quinto Elemento (The Fifth Element, 1997), El Perfecto Asesino (Léon: The Professional, 1994) y Nikita (La Femme Nikita, 1990), con motivo de su gira promocional de la película Valerian: La Ciudad de los Mil Planetas (Valerian and the City of a Thousand Planets, 2017).
En el marco de 7ª Argentina Comic Con, el viernes 26 por la mañana Besson inauguró las actividades del evento con una proyección en Village Cines de unos minutos inéditos de su próxima película, en exclusiva para la prensa, y luego brindó una conferencia en el hotel Four Seasons.
Su charla con los periodistas fue breve y concisa, debido a una apretada agenda para ese día, pero sus respuestas fueron claras y elaboradas, e incluso hizo un pedido especial al final de la conferencia. Pero antes de todo eso, el viernes en la conferencia de prensa se dispuso a conversar con varios medios sobre su nueva película. Fue presentado por Sofía Espiritoso, gerente de marketing de Diamond Films, como un genio del séptimo arte, palabra que se repetiría una y otra vez a lo largo de su estadía por parte de la organización del evento, la prensa y el público, entre los que cuenta innumerables fans.
Al otro día, dio una Master Class abierta al público en la Usina del Arte, auspiciada por el Gobierno de la Ciudad. Y más tarde se presentó con un panel en el escenario principal de Argentina Comic Con, en el que conversó con los fans, que pudieron hacerle varias preguntas y escuchar anécdotas muy interesantes de su carrera. En determinado momento, paró la charla para agarrar la grúa que había estado filmando el panel y dirigió una toma del público en vivo y en directo, regalando a todos un momento inolvidable que fue coronado con una ovación. Como si fuera poco, al final de la presentación bajó del escenario a saludar a los fans y firmar algunos autógrafos.
Dueño de un agudo sentido del humor, Besson sorprendió con su buena predisposición y carisma, cuando la primera impresión al estar prohibidas las fotos y limitada la cantidad de preguntas, había sido la de un tipo hermético y tal vez hasta un poco soberbio. Nada más alejado de la realidad y del estereotipo del director francés promedio.
Acompañado por su intérprete, el director notó que desde el comienzo de la conferencia, la mayor parte de su audiencia comprendía lo que decía en perfecto inglés (con un adorable pero casi imperceptible acento) y consultó si podía continuar hablando directamente con sus interlocutores. Pero esto no fue posible dado que unos pocos no entendían el idioma, y fue así como las preguntas se redujeron casi a la mitad y la intérprete debió continuar a un ritmo vertiginoso. Asombrado por su eficiente desempeño, Besson le espetó un “Breath!” (“Respira”) cuando ella terminó de traducir la primera frase. Así rompió el hielo y el resto del evento fue una charla descontracturada con un maestro que, de otra manera, sería intimidante.
Valerian está basada en un cómic de 1960 que también inspiró a directores como James Cameron, y la primera pregunta abrió la cuestión de la identidad visual de la película. Este es un aspecto crucial en el que Besson confesó haber empezado a trabajar hace más de siete años. En ese momento y como primera instancia, mandó cartas a varias escuelas de cine alrededor del mundo, abriendo una convocatoria para que cada una de ellas le mandara muestras de sus estudiantes. La consigna: diseñar un extraterrestre, una nave y un mundo. Recibió cientos de respuestas a la solicitud, de las cuales eligió solo doce y trabajó con cinco (entre ellas, dos de Francia y una de Norteamérica). Este proceso fue descrito por el director como “pura creatividad”, en el que se crearon casi cinco mil dibujos durante el lapso de tres años. Los candidatos no se conocían entre sí y no tenían el guión, su único contacto con la producción de la película era a través de Skype con el mismísimo Besson. La mayoría de estos artistas ya habían trabajado en grandes producciones, pero él no quería que ninguna influencia externa contaminara el proceso creativo. Homogeneizar todo este trabajo le llevó aproximadamente dos años, luego de los cuales convocó a otros ocho artistas de la pre-selección y trabajaron durante dos años más. Al final tenían casi doscientos aliens, y mientras tanto fue trabajando en el guión.
El director hizo especial hincapié en la importancia de la historia de la película, a pesar del despliegue visual. Para graficar este punto, utilizó una analogía culinaria, en la cual el guión sería la comida y la parte visual, la preparación de la mesa. Si bien esta puede ser majestuosa, lo verdaderamente importante es el guión. En este sentido, aclaró que los seis minutos mostrados esa mañana en exclusiva, eran solo la parte fácil (cuesta imaginarse la difícil, entonces). Su idea era no mostrar demasiado ya que, no dejó de repetirlo, lo importante es la historia.
La segunda pregunta giró en torno a su atracción por la ciencia ficción en general y por esta historia en particular. Recordemos que su más reciente estreno en cines fue Lucy (2014), el thriller sci-fi con Scarlett Johansson a la cabeza. El director contó que descubrió Valerian a los diez años y le atrajo muchísimo la clásica historia humana dentro del gran entramado de aliens y planetas en el siglo XXVIII. Así fue como imaginó el futuro colorido, feliz, loco y divertido, en contrapartida a la creciente tendencia de los futuros distópicos que muestran una continua oscuridad e introspección. El escenario aquí es una estación espacial en la que conviven miles de especies en armonía, y en este sentido la comparó con cualquier gran metrópoli de la actualidad, donde se mezclan diferentes etnias y religiones, por citar un ejemplo. Él pensó que si estos alienígenas podían hacerlo, ¿por qué no nosotros? Con esta premisa diseñó el colorido futuro que veremos en la película.
Finalmente, habló del proceso de selección del elenco y del rol del 3D en esta producción. Por un lado, la elección del protagonista masculino que le da título a la película (interpretado por Dane DeHaan) había sido de lo más orgánico e instantáneo. Mientras que para Laureline, su contraparte femenina, le costó más dar con la indicada. Hasta que alguien le sugirió a Cara Delevigne, y él decidió someterla a unas pruebas bastantes exigentes. Una vez superadas, el director decidió que había encontrado a la indicada y pensó que Cara había terminado siendo modelo por accidente ya que, según él, es una actriz innata. Tendremos que tomarle la palabra.
Con respecto al 3D, confesó que es imposible para él filmar en este formato por el tamaño de la cámara, teniendo en cuenta lo que querían hacer. Sin embargo, al filmar en CinemaScope como es su costumbre, favorece al proceso de conversión al 3D así que eso no fue un problema. Una vez más, hizo hincapié en que lo realmente importante en esta película es la historia.
Con esto en mente, y para cerrar la conferencia, hizo un pedido especial a la prensa: tener en cuenta que Valerian no está respaldada por grandes estudios; por el contrario, es el exhaustivo resultado de casi una década de trabajo y muchas dificultades para reunir el presupuesto necesario de doscientos millones de dólares, a diferencia de cualquier superproducción como las de Marvel o DC. Este fue un recorrido muy diferente y Luc lo resumió a la perfección con una metáfora futbolera, teniendo en cuenta nuestra pasión: No es lo mismo empezar en tercera división. “Pero como decimos en francés: ‘Que gane el mejor’”, concluyó, entre aplausos y un renovado respeto por parte de todos los presentes.
© Ana Manson, 2017 | @CapitAnna
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Fotos: Agencia Raquel Flotta