Lunes 29 de Agosto de 2011
Luciana Agoglia: voz y cavaquinho
Juan C. Marras: cuica / Gato Pérez: pandeiro / Juan Bustos: guitarra 7 cuerdas
Sergio Romero: Tam Tam / Coco Valdez: surdo/repique
Fría noche de lunes de invierno aunque agradable como para despabilarse y empezar el primer día de la semana escuchando ejemplar música brasilera.
Así es cómo me acerqué a ese lugar tan cálido como es Notorious, ya un sitio clásico para mis escapadas musicales y disfrute. Iba a ver a una intérprete ignota para mi conocimiento llamada Luciana Agoglia.
Esta cantante e instrumentista es conocedora de los ritmos brasileros, tal cual lo despliega en su cd “Brasilidade”, recorrido que transitó durante el transcurso de la noche.
Las agujas de la hora y media de show giran aún más rápido que las de mi reloj personal, lo que en cierto grado de comparación demuestra lo bien que uno la pasa aquí.
Apodada Lula, agradable, de especial carisma y esbelta sonrisa comienza el espectáculo con un tema de Martinalia, hija del glorioso sambista Martinho da Vila, quien con los primeros acordes logra que el cuerpo se mueva al ritmo de la música y el público presente acompañe y participe.
Lula toca cavaquinho de manera brillante, y tiene un grupo de eximios músicos dentro de los que se destaca Juan Carlos, el guitarrista, y arreglador cuyo timing es perfecto.
La cuica brilla en varias partes del show, al igual que el pandeiro y percusión, conformando un sólido ensamble.
Sambas de distintas épocas y zonas del brasil acompañan a la interprete, como “Tristeza pe no chao”, tema que hizo conocido la magistral Clara Nunes, al cual Luciana le da su vuelo personal, o “Presentimento”, del gran Heitor Medeiros, logran puntos altísimos de la noche.
El choro, ritmo del nordeste brasilero, forma parte de su repertorio con varias canciones que interpretó con solvencia, como sintiéndose comodísima con ese ritmo.
Hay músicos invitados en el show, como Marcelo Villalba en surdo, y la participación destacada de la cantante Maria Paula Godoy con la que interpretó la bellísima “Nao deixe o samba morrer” tema que inmortalizó la inmensa cantante Maranhense, Alcione.
Se toma una licencia con un tango, para demostrar que estamos en Buenos Aires con nuestros sonidos porteños, pero vuelve rápidamente a la Música Popular Brasilera, su hábitat musical.
Culminando la noche, entre tema y tema se animó con un sambinha propio muy bonito, y el auditorio a esa hora bailaba, cantaba y hacia palmas, llegados los bises se despidió con un samba enredo, “Coisinha do pai” con un ambiente ya muy alto y festivo.
Nadie recordaba a esa altura el frío porteño que reinaba en el exterior, el clima cálido de Brasil que transitaba con su música, se percibía en la piel y la alegría de la gente que agradecía con aplausos a esta intérprete que busca su lugar en el ambiente de la música brasilera en Buenos Aires.
A los que quieran disfrutar y acercarse a la música de Brasil, recomiendo este espectáculo de muy buena calidad, y les aseguro que no se arrepentirán de la noche que van a pasar, eso si, vayan mientras haga frío.