Francisco (Pancho) J. Lombardi es probablemente el realizador más conocido de Perú. Su presencia en el 40° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata brindó la oportunidad de ver su film número diecinueve, El corazón del lobo, el más reciente de su vasta filmografía, así como de entrevistarlo.
Nacido en Lima y con estudios cinematográficos en Argentina, no muchos conocen su (otra) actividad, en el deporte más popular. Fue presidente durante unos cinco años del Sporting Cristal, uno de los equipos de fútbol más conocidos de su país natal. Y además amigo del argentino Mariano Soso, que fue director técnico de su club, a quien este cronista conoció en un bar de Palermo, por pura “causalidad”, apenas un día antes de viajar a Mar del Plata.
En Argentina varias de sus películas se presentaron en festivales locales, pero sólo dos largometrajes se estrenaron comercialmente. Se trata de La ciudad y los perros (1985) y Pantaleón y las visitadoras (1999), basadas en sendas obras de Mario Vargas Llosa, el gran escritor que ganó el Premio Nobel de Literatura en 2010 y falleció recientemente.
Considera que su último opus, que viene de presentar en Mar del Plata, es una mirada complementaria a La boca del lobo (1987), ya que ambas películas enfocan a Sendero Luminoso, aunque en esta oportunidad desde el lado opuesto, es decir de la guerrilla.
Afirma que el personaje central es verídico, al que presenta en dos momentos diversos de su vida, cuando niño y ya mayor. El primero es un “no actor”, mientras que el adulto es interpretado por el actor Víctor Acurio, que, como indicó Lombardi debutó en la película Willak Pirqa, el cine de mi pueblo, en 2022.
La filmación tuvo lugar en la ciudad de Tarapoto (Departamento de San Martin) y sus vecindades en plena Amazonia peruana. Pero las acciones militares que se muestran en la película ocurren más al sur en el Departamento de Ayacucho, sobre todo en el pueblo de Soras. Una de las virtudes del film es haber privilegiado los diálogos en la lengua indígena (asháninka) con que se expresan los pobladores de la región, donde tuvieron lugar los hechos que componen el relato.
Es al inicio del film que se presenta a Aquiles García, miembro de una población campesina, que es reclutado a la fuerza por Sendero Luminoso, organización comunista y de orientación maoísta, revindicando la Revolución Cultural. Aunque no se lo nombra, quien conducía al grupo terrorista era Abimael Guzmán, que fue capturado varios años después (1992).
Carlos Enrique Freyre es un militar, autor del libro “El miedo del lobo” en que se basa el film, que recrea la vida del que, al principio, era solo un niño de nueve años. La obra enfatiza el miedo que infundían los guerrilleros, así como la crueldad de su accionar.
Una de las escenas más inquietantes transcurre en el momento en que acusan de traidores a tres de los reclutados, dos de los cuales son ejecutados. En forma providencial, Aquiles se salva. logrando escapar, en una escena con un magistral plano secuencia, a través de la selva que rodea la región. El director realzó el mérito de Teo Delgado, el director de fotografía español.
En la presentación en Mar del Plata estuvieron también presentes Silvana Dias Goicochea, en el importante rol de Lucía y Francesco De Carlo (Mendoza).
![]()
(2025)
Dirección: Francisco J. Lombardi. Guion: Augusto Cabada, Francisco J. Lombardi. Elenco: Jared Vicente Sánchez, Silvina Díaz Goicochea, Paul Ramirez. Producción: Gustavo Sánchez. Duración: 100 minutos.







