Niñas Mal
Dirección: Leonardo Edul. Dramaturgia: Natalia Miranda. Producción: Ximena Hoffmann, Larisa Rivarola. Vestuario: Magda Banach. Música: Leonardo Edul. Espacio: Angeles Miranda, Sofía Goldaraz. Diseño de Luces: Matías Sendon. Elenco: Natalia Miranda, Guillermina Schauman.
Asuntos Pendientes
Entrar en el Complejo Histórico Santa Felicitas es meterse en una cápsula de tiempo. Cuando uno atraviesa la pequeña puerta que lleva a los túneles construidos hace más de dos siglos atrás cuando las Ciudad de Buenos Aires recien nacía, pareciera como que el tiempo se ha congelado en este lugar. Y parece increible que subiendo por unas dificultosas escaleras, uno llegue al templo escondido, un sitio más que propicio para situar la acción de una obra que no tiene tiempo ni espacio y reune a dos personajes malditos de nuestra historia: Felicita Guerrero y Camila O’Gorman.
Cada una de ellas tuvo su reconocida adaptación cinematográfica y ahora se reunen en un lapsus indefinido, tras el asesinato de ambas.
Ambas tratan de reconstruir su vida y su muerte. La memoria se pierde, y lo que buscan es respuesta, poder resolver el rompecabezas que dejo su vacío físico.
¿Por qué la búsqueda de la felicidad y el amor verdadero terminó con sus vidas?
Felicita Guerrero (Miranda) ha llegado a un sitio que no reconoce. Lo último que recuerda es el estruendo de un disparo. Camila O’Gorman llega a su encuentro, pero no recuerda su verdadero nombre ni su verdadera identidad. Ambas lloran, no solamente por sus perdidas sino por las personas que amaron y dejaron en el camino. Deben enteder porque están juntas, que las une, que deben resolver, cuestión de que la ayuda mutua no es una mera coincidencia.
Niñas Mal es una obra que más allá de relatarnos eventos históricos trata de humanizar personas reales, hacerlas de carne y hueso, criticar los prejuicios de la sociedad.
Las costumbres elitistas, los tratos por las herencias, los convenios secretos de dos de las familias más poderosas que gobernaron el país. Sutilmente el texto de Natalia Miranda, brinda pistas, información sobre la historia y personajes macabros que marcaron los primeros años de nuestra historia, poderosos hacendados devenidos en gobernadores (un tal Rosas), y patriarcas que preferían perder a sus hijas antes que su estatus social.
Sin embargo, Miranda también habla de sacrificios. Dos mujeres que se rebelaron contra el sistema, solamente para estar con las personas amadas.
Una cuidada puesta en escena, donde el vestuario adquiere personalidad propia, una justificación narrativa y no solamente una condición decorativa; sillas esparcidas como almas enroscadas, y solamente dos imponentes actrices son las que sostienen esta obra. Tanto Miranda como Schauman logran ser verosimiles y naturales más allá de estar atadas a un lenguaje que no es tan coloquial, y adquiere los modismos del siglo XIX. Sin embargo, no parece forzado dicho vocabulario. Ambas actrices logran convertir la elegancia en algo naturalista. La sencillez y pulcritud de cada movimiento son destacables.
Niñas Mal no es una obra didáctica cuya meta es reconstruir un fragmento de la historia argentina. Que los personajes hayan sido reales es simplemente una excusas para hablar de temas más existenciales acerca de la naturaleza humana.
Más allá de un comienzo un poco lento, los personajes (e intérpretes) logran darle dinamismo a la historia y cuando uno se da cuenta, los 80 minutos que dura el espectáculo han terminado.
Edul construye una obra que supera los propósitos iniciales y finalmente adquiere un vuelo propio. Notable y recomendable.
Teatro: Complejo Histórico Santa Felicitas – Templo Escondido – Pinzón 1480
Funciones: Sábados 20 Hs
Entrada: $40 y $30