Paciente Jabalí
Dirección y Autor: Bernardo Cappa. Producción: Maia Lancioni- Alejandra Hollender. Iluminación: Claudio Del Bianco. Vestuario: Paola Delgado. Elenco: Martín Bertani, Isabela Cappa, Mariano Clemente, Alejandra Hollender, Maia Lancioni, Guido Losantos, Romina Moretto, Pablo Navarro, Laura Nevole, Soledad Piacenza, Noelia Prieto, Cristian Salgueiro, Martín Urruty. Prensa: Silvina Pizarro.
Todos hemos escuchado historias de lo que sucede en los hospitales, lo que hacen los médicos cuando no son vistos por los pacientes. Se dice que la realidad supera a la ficción, en este caso la ficción no se deja estar. A las situaciones que podemos imaginar sumémosle que de entrada nos encontramos con un hospital que se sabe explícitamente que fue hecho para lavar dinero, que está ubicado en una zona remota y por ende no llegan pacientes, en este contexto la ficción tiene pista libre para despegar.
Al estar en medio de un paisaje desolador, al no tener pacientes que atender, la personalidad de los médicos se altera, la rutina se les vuelve fastidiosa y vacía, entonces cualquier cosa que sucede, por más mínima que sea, genera reacciones exageradas, incoherentes, delirantes.
El relato avanza desarrollando situaciones humorísticas, dejando ver un trasfondo patético (la decadencia del sistema de salud). Los médicos aquí representados se impacientan, se aburren pero los actores y nosotros los espectadores no, nos adentramos en un espectáculo totalmente entretenido.
Podría decirse que Paciente Jabalí es un ejemplar único y lo es, sumándose a las buenas realizaciones del teatro independiente que van de la mano de directores que parecen llevar la posta de hacia donde debe moverse la creación teatral para no quedarse estancada (como suele suceder dentro del teatro comercial), en este caso la posta la lleva Bernardo Cappa. Se puede apreciar un gran trabajo de dirección, de arranque tiene que lidiar con un grupo numeroso de actores y cual director de orquesta Cappa logra que cada actor toque el tono que tiene que tocar para entre todos lograr la armonía del espectáculo. El nivel de las actuaciones oscila como en un osciloscopio manteniendo el latido, el ritmo apropiado, cada una de las partes cumple su función haciendo vivir a la obra. Todos los actores tienen su momento para lucirse y mostrar a sus personajes. Sobre la idea original de Cappa puede vislumbrarse un trabajo de creación colectiva, los personajes se ajustan a los perfiles de cada actor, ampliando la verosimilitud de la construcción de los personajes.
Si bien hay buenos momentos de actuación y textos bien logrados, lo que hace particular a esta obra es el todo, las situaciones que suceden simultáneamente, la construcción de imágenes que generan pasajes cinematográficos y un fenómeno especial que logra la puesta: la escenografía, la disposición de la sala y la forma en que los actores se mueven en escena en sumatoria hacen que el espectador se sienta como un testigo directo, como espiando lo que sucede, lo cual crea cierta complicidad entre los personajes y el espectador sin que este se sienta expuesto.
“A los médicos de un hospital construido para lavar dinero en medio de la patagonia les llega la oportunidad de ser buenos, los son y como si eso fuera poco pueden sentarse a mirar lo buenos que fueron” A nosotros nos llega la oportunidad de ir a ver esta obra y al salir comentar lo buena que fue.
Teatro: El Camarín de las Musas – Mario Bravo 960
Funciones: Sábado – 23:00 hs
Precio: $ 45,00 y $ 30,00