UN HOMBRE BUENO
Es raro hablar de Rebel Ridge como una película de acción, quizá porque el cine de acción suele concebirse de otras formas. Desde hace décadas, este género se asocia con explosiones, peleas extensas y personajes musculosos exhibiendo su fuerza. Si bien siempre fue un territorio de lo irreal, el CGI y otros avances técnicos de los 90 y del siglo XXI hicieron que la tecnología del “todo es posible” permitiera escenas tan extravagantes y espectaculares que terminaron rozando lo paródico. Si no, basta con ver sagas como El transportador, Rápido y furioso para comprobarlo. Estas películas son casi indistinguibles de las propuestas del cine de superhéroes. De este tipo de cine se ha dicho (es famosa la frase de Spielberg) que funciona como lo que fue el western en la época del cine clásico estadounidense. Sin embargo, tanto el cine de superhéroes como este cine de acción se parecen menos a los westerns clásicos que a los musicales clásicos.
La digitalización ha hecho que las escenas de acción se asemejen a extensas coreografías, como las de muchas películas de Fred Astaire o Gene Kelly. Aun cuando en estos últimos casos se trate de personas de carne y hueso cantando y bailando, mientras que en el cine de acción son personajes manipulados con CGI, soportando una cantidad imposible de golpes y haciendo acrobacias espectaculares.
Por otro lado, el mundo que plantea el cine de superhéroes no es mucho menos feliz que el de los musicales de su tiempo. La gran diferencia es que el cine de superhéroes puede tener violencia y muerte, pero así y todo siempre hay luz al final del túnel, siempre está el alivio de ver, al terminar la película, al Bien triunfar sobre el Mal, sin importar cuán poderoso pueda parecer este último.
En el western también hay muchas veces villanos a quienes combatir, pero al menos en los más conocidos, los triunfos no parecen tan definitivos y el tono no es tan triunfalista. El villano, incluso, puede ser una circunstancia, y es el camino del héroe, que puede incluir la incertidumbre de su destino, lo que marca el final de la película. Es John Wayne en La diligencia yéndose del pueblo con la prostituta después de haber tenido un enfrentamiento fuera del campo visual, o Dean Martin y Ricky Nelson caminando como dos buenos amigos y esperando un nuevo ataque en Río Bravo.
Rebel Ridge tiene mucho más del espíritu de ese tipo de westerns. Con el extraño que llega a un pueblo pequeño, donde la ley aún no parece funcionar del todo, y hay apenas unos pocos ciudadanos resistentes con los que este personaje puede contar.
El héroe de este filme se llama Terry, interpretado por Aaron Pierre con una sobriedad extrema. Su actuación juega a la mínima gestualidad posible, expresando sentimientos de furia reprimida, indignación o tristeza con apenas un cambio en la mirada, una elevación de las cejas o un leve aumento en el tono de voz. Actuar así es mucho menos sencillo de lo que parece, y en algún punto no deja de ser una forma de gesticular que se relaciona con la manera de pelear del personaje. Si Terry se expresa solo con lo mínimo, también reduce sus golpes y patadas a movimientos extremadamente precisos.
En las escenas de acción, Rebel Ridge usa una edición que deja entrever tanto la velocidad del personaje como la claridad de su pensamiento. El momento más extraordinario en ese sentido es la escena de acción final, donde se juega con el típico cliché del héroe que se escabulle entre el humo para sorprender a sus enemigos. Sin embargo, la película tiene una idea particularmente brillante que resignifica este lugar común: en lugar de mostrar la pelea desde la perspectiva de los enemigos, la película asume todo el tiempo el punto de vista del protagonista. Así, en vez de trabajar con el efecto sorpresa, lo que hace la película es mucho más complejo e interesante: filmar la precisión e inteligencia física de este personaje.
En cierto modo, lo que la película muestra aquí es una serie de movimientos que parecen haber sido estudiados previamente por el personaje, un militar de élite que se mueve como si ya tuviera estas tácticas en su cabeza. Tiene sentido que la película esté tan fascinada con esta lógica. Durante todo Rebel Ridge parece haber una relación de fascinación y temor hacia los protocolos y las tácticas. La película está llena de diálogos sobre legislaciones, operativos militares, policiales y judiciales. Y así como es consciente de las trampas que pueden haber en esas burocracias, de los trucos que pueden hacerse para burlarlas y construir sistemas de corrupción, también sabe identificar estas burocracias como sinónimos de civilización.
Si Terry es el mayor héroe de la película y quien más capacidad tiene para influir en su entorno, es porque está obsesionado con esos procedimientos. Conoce varios de antemano y aprende otros con facilidad. Así es como durante buena parte del filme pregunta por códigos policiales o sistemas legales. Su otra gran obsesión es ser un héroe ejemplar, que comienza luchando por motivos personales (su primo) y continúa haciéndolo por causas sociales. Desde este punto de vista, Rebel Ridge acierta al apenas mostrar al primo durante la película, indicándonos desde el principio que él será solo una circunstancia fortuita y trágica en la historia del héroe.
Otra característica noble de Terry es que solo pelea cuando es estrictamente necesario. Frente al sadismo de la policía a la que enfrenta, opone una violencia prudente, que surge únicamente cuando ha agotado todos los demás recursos. Su rigor y disciplina son tales que el filme podría haber caído en la construcción de un héroe maquinal. Sin embargo, uno de los grandes aciertos de Rebel Ridge es hacernos sentir que este personaje también está luchando contra sus propios impulsos. No por nada, lo primero que escuchamos en la película es una canción de metal que Terry escucha mientras anda en bicicleta. Esa música refleja en parte lo que intuimos de él: una furia interna, una angustia secreta que tiene que reprimir para ser el mejor héroe posible.
Esta idea de enfrentar un bueno contra un conjuntos de malhechores puede parecer sencilla, pero es en este último aspecto donde se encuentra uno de los mayores encantos de Rebel Ridge: busca llegar a niveles depurados de sencillez, donde lo que se nos muestra es el Bien contra el Mal, la civilización contra el caos. Lejos de cualquier cine de acción melodramático o autoparódico, lejos de subtramas o personajes de aparente complejidad, y mucho más lejos de tramas de superhéroes enfrentándose en infinitos mundos alternos, Rebel Ridge se propone más bien como la historia de un hombre que quiere comportarse correctamente junto a un pequeño grupo de personas en un pueblo corrupto.
Su final, sintético y hermoso, no concluye con una historia de amor, ni con un epílogo rimbombante o triunfalista. Más bien, muestra al protagonista llegando al hospital con dos de sus aliados heridos. Su rostro, tomado de perfil, no parece exhibir más que el cansancio de un hombre agotado. Es un plano no exento de cierta tristeza. Tras tanta lucha, tanto riesgo y esfuerzo, lo que queda es un hombre rendido, sin otra recompensa que un trabajo bien hecho, sin mayor relación con ese pueblo que la de un visitante que vino a arreglar las cosas y se irá sin ningún lazo. Terry, el héroe hawksiano obsesionado con el profesionalismo, se transforma al final en el típico héroe fordiano que desbloquea la rueda de un progreso del que finalmente quedará excluido. Es la fascinación que ejercen esos héroes cuyo único atributo es su heroísmo. Sin espíritu triunfante, sin ganancias monetarias o amorosas, lo que queda es el espectáculo de su enorme dignidad, cuya grandeza solo puede ser vista por ojos ajenos a él. A veces, algo tan simple como la construcción de un héroe, sin más ornamento que eso, puede ser una de las formas más nobles de emoción que el cine puede ofrecer. El gran mérito de Rebel Ridge es recordarnos eso.
(Estados Unidos, 2024)
Guion, dirección: Jeremy Saulnier. Elenco: Aaron Pierre, Don Johnson, AnnaSophia Robb, David Denman, James Cromwell. Producción: Neil Kopp, Jeremy Saulnier, Vincent Savino, Anish Savjani. Duracion: 131 minutos.
1 comentario en “Rebel Ridge”
Muy buena pelicula y muy buen analisis. Gracias.