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DOSSIER

River Phoenix. Últimas conversaciones con un muerto

Nace el 23 de agosto de 1971, en Madras, EE.UU. Sus padres son John y Arlyn Phoenix, misioneros de la secta Los Niños de Dios, denunciada por abusos sexuales. Inicia su carrera tocando la guitarra y cantando en la serie televisiva “Fantasy”. Debuta en 1984 con Exploradores de Joe Dante. A partir de entonces trabaja en películas como Cuenta conmigo (1985), La Costa Mosquito (1986) e Indiana Jones y la última cruzada (1989). Mi mundo privado (1991), de Gus van Sant, lo convierte en ídolo juvenil de culto, además de contener su mejor actuación. La noche del 31 de octubre de 1993 muere con 23 años.

Hablame de tus padres.

Vos te referís al asunto (dice stuff) de los Niños de Dios y eso.

No, no. Me refiero a su vida en general, cómo se conocieron, etc.

¿Su vida? Uf, bueno, es un poco largo. Quiero decir (dice I mean), contar toda su historia no es fácil. Ni ellos mismos la saben completa. Además, ¡qué pregunta para comenzar! ¡Hablame de tus padres! Loco, empezaste con el pie izquierdo.

 

En vez de loco dice man y aclaro que pondré man cada vez que diga man porque traducir ese vocablo a loco me parece una traducción del Club del Clan.

El ambiente es de cordialidad. A River no le cuesta convencernos de que es un buen tipo.

 

Vamos (digo come on), River.

En serio (dice really). No me voy a poner a hablar de mis padres como si fuera su maldito (dice fucking) biógrafo.

 

Vamos River…

No, man, no te pongás pesado. A ver, por qué no me hablás vos de tus padres.

 

Porque yo soy el periodista y vos sos la estrella.

El término estrella parece incomodarlo un poco. Igual se ríe. No hay maldad en él. Pienso durante un segundo. Se me ocurre algo.

 

¿Y si te hablo yo de tus padres?

Bueno, esa me gusta más. Pero ¿qué sabés vos de mis padres? ¡Ah, cierto! Vos sos el periodista y yo soy la estrella, sí, sí.

En el aire ya hay cierta complicidad.

 

Soy todo oídos.

Bueno, a ver…

Detrás de su predisposición al juego hay un interés real por lo que le voy a decir. Los ojos del joven Indiana Jones no mienten.

Me tiro a la pileta.

 

Tus padres han sido personas muy especiales en tu educación y en la de tus hermanos. Quiero decir, todos los padres son especiales en la educación de sus hijos, para bien o para mal. Pero los tuyos han inspirado una gran fuerza de espíritu en todos los Phoenix. Me refiero a que han sido una buena influencia. Por ejemplo, desde un inicio los motivaron a ser actores.

Esto es cierto.

 

Y fijate en  los nombres de todos ustedes. Rain, Summer, Liberty y River (traduzco: Lluvia, Verano, Libertad y Río). Sólo Joaquin lleva nombre convencional.

Es que Joaquin, de alguna manera, está destinado a ser el que nos sobreviva a todos. Su carrera como actor será la más popular. Tiene el destino de una gran estrella grabada a fuego en la frente.

 

Como vos.

Me ignora y sigue hablando.

Joaquin será uno de los grandes. Tiene una carga de intensidad que yo no he visto en ningún actor de su edad. Y te lo digo sin haber visto  mucho de su trabajo. Es carne fresca para la industria de cine. Ojalá sepa cuidarse.

Se queda pensativo unos segundos, como si buscase la imagen de su hermano en la ventana que da al exterior. Vuelve a mí. Suspira.

Trabajamos juntos en par de ocasiones. Nada serio. Era para la televisión. Papeles pequeños.

 

Volvamos a tus padres. O mejor dicho, a los nombres que les pusieron tus padres. Rain, Liberty, Summer, River. Son elementos de la naturaleza con fuerte carga simbólica. ¿Eso te pegó de alguna manera?

Y sí, no es lo mismo que llamarse John o Robert. Pero no te creas que la pasé mal de chico ni nada de eso. No, no, no. Tampoco es para tanto. River es sólo un río (juega con las palabras: River is just a river). Fijate que no es nada feo. El río tiene agua cristalina, que corre, que limpia, que purifica…

 

Ahí vamos. Son todos nombres purificadores: un río (digo a river) que nos calma la sed, la lluvia (digo the rain) que nos limpia, el verano (digo the summer) que nos confiere calor y la libertad (digo the liberty), palabra que en sí misma encierra su significado.

Y sí, loco. Así lo creo. Mis viejos son personas muy interesantes (dice cool). Los amo de verdad. Son una gran influencia para nosotros.

 

Tu nombre completo es River Jude Pohenix.

Así es.

 

¿Es verdad que te llamás River por el río de la vida de la novela “Siddharta” de Hermann Hesse, y Jude por la canción “Hey Jude” de los Beatles?

Ahá. Mis padres, como vos dijiste, están muy ligados a la espiritualidad. Pertenecen a los Niños de Dios desde que tengo dos años. Mi padre, de hecho, fue nombrado Arzobispo de Venezuela.

 

¿Cómo sobrellevaron ustedes el hecho de tener padres pertenecientes a una secta?

Nunca lo tomé como algo así. Como una secta, tal como vos decís. Nunca fui muy apegado a la religión. Creo en la bondad humana y en el favor que la naturaleza nos hace a diario. No como carne ni visto ropa que haya sido confeccionada con piel animal. Ese es mi credo.

 

Pero los Niños de Dios han sido casi eliminados de la faz de la Tierra. Su doctrina fue cuestionada y se descubrieron casos de promiscuidad esclavizante. Una de sus doctrinas decía: “El amor se demuestra mediante el sexo. Vivir en pareja es vivir de una forma egoísta”.

No me gusta mucho hablar de eso, man, cambiemos de tema.

River se molesta un poco. Intento reubicar el tono calmo de la entrevista.

 

Sos miembro de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals / Gente por el Tratamiento Ético de los animales).

Sí. Participo activamente de reuniones y marchas. Antes tenía más tiempo. Ahora casi no. Me siento un poco culpable al respecto. Pero logré colocar una canción, “Across the Way”, que compuse junto a mi banda, Aleka’s Attic, en un álbum a beneficio de PETA. Además compré algunos miles de metros cuadrados en Brasil, para que no los talen.

 

¿Fue en la época en que Milton Nascimento te dedicó un tema, “River Phoenix”, luego de haberte visto en Cuenta conmigo?

Sí, fui hasta Brasil a conocerlo.

 

¿Y?

Gran persona. Mucha cultura. Mucho amor para dar.

 

¿Es cierto que naciste en una cabaña de troncos?

Sí. A las 12.10 pm.

 

¿Es cierto que perdiste tu virginidad a los 14?

Ja, ja, ja. No, no es cierto.

 

¿Es cierto que viajás por tierra porque le tenés miedo a los aviones?

Miedo a los aviones, no. Miedo a volar, que no es lo mismo (vuelve a reír).

 

¿Cuántas novias tuviste?

Tres verdaderamente importantes. O al menos tres que me gustaría mencionar. Suzanne Solgoy, Martha Plimpton y Sam.

 

¿Sam?

Samantha Mathis, mi actual novia. Es actriz. La tendrías que conocer. Rubia…

 

Sí, sí, la conozco. Super Mario Bros…

Hey, man, no seas así. También hizo Suban el volumen (dice Pump Up the Volume).

 

Ok, ok. Es verdad. Buena actriz.

Claro, man. Bella y talentosa. Sin embargo – y esto no lo publiqués porque si lo lee le puede caer mal – el otro día tuve una visión sobre mi futuro matrimonio.

 

¿Una visión?

Sí, man. Una visión. Y la chica que vi no era Sam. Era otra. Te lo juro.

 

¿Quién? ¿Alguna otra actriz conocida?

No te lo puedo decir. Sólo te diré que alcancé a ver la fecha de mi matrimonio. 2002.

 

¿2002? Falta mucho para eso.

Tiempo al tiempo, man. Dios dirá.

 

¿No que no eras religioso?

Vamos (dice come on), es una forma de decir.

 

Hablemos un poco de tu carrera.

¿Qué querés saber de mi carrera?

 

¿Cuál es tu película favorita? ¿En cuál te divertiste más? ¿Cuál es tu mejor actuación? ¿Qué aprendiste de los directores con los que trabajaste?

He aprendido mucho de todos. Coincido en lo que dice Chris Walken: cada filmación, sin importar la calidad del proyecto y de su resultado, es una experiencia que se acumula.

 

Pero Christopher Walken lleva filmadas más de cincuenta películas, y muchas de ellas son malas, aunque él sale bien parado de todas. Y vos, en cambio, no vas ni por quince.

Bueno, pero algún día llegaré al medio centenar de películas. Y seguramente habré hecho la misma cantidad de basura que Chris.

Cuando se ríe con ganas, la bondad de River alcanza un grado profundo de trasparencia. En su risa franca, y en cada una de las arrugas que se forman a los costados de sus ojos, está la descripción de su espíritu, libre y abierto.

Ahora veo la posibilidad de participar en Entrevista con un vampiro (dice Interview with the Vampire: the Vampire Chronicles).

 

Ok, pero vamos más atrás. Debutaste junto a Ethan Hawke en Exploradores (digo Explorers) de Joe Dante.

Sí, una linda experiencia. Pero todavía no tenía idea de actuación. No es que ahora me crea Brando, pero ahí creo que daba asco (dice sucks). Aunque Sam dice que cada vez que ve Exploradores se enamora de mí.

 

¿Sam vio Cuenta conmigo (digo Stand by Me)? Esa, creo, es tu actuación consagratoria.

Sí, sí, claro. Es mi película favorita, que me perdone Gus (lo dice por el director Gus Van Sant, su amigo), que es el responsable de mi otra película favorita, Mi mundo privado (dice My Own Private Idaho).

 

¿Y qué hay de Al filo del vacío (digo Running on Empty)? Una nominación al Oscar, aunque sea como mejor actor de reparto, nunca viene mal. Si me permitís, es tu actuación que más me gusta.

¿En serio? Gracias, man. Bueno, sí, trabajar con Lumet fue algo raro. Es un tipo (dice guy) sumamente profesional. Pero no como lo son Spielberg, Dante o Kasdan. Es otro estilo de trabajo. No sé decirte cuál. Será porque Lumet viene de la televisión, por el tema de sus películas, que no son precisamente comedias para toda la familia. Su obra está muy politizada. Lumet es un artista formidable. Trabajaría con él de nuevo, gratis.

 

Fuiste el hijo de Harrison Ford en La costa Mosquito (digo The Mosquito Coast) y fuiste un joven Harrison Ford en Indiana Jones y la última cruzada (digo Indiana Jones and the Last Crusade).

Raro. Trabajé por instinto. Nunca me preocupé en ver de nuevo sus películas. Por supuesto que las había visto a casi todas al momento de filmar. ¿Quién no ha visto las películas de Spielberg? Pero no me involucré con nada que tenga que ver con el Método de Strasberg o mierdas como esas (dice or shit like this). Ensayamos, filmamos y punto. Me divertí muchísimo en el rodaje. Me encanta la serie de Jones. En cuanto a La costa Mosquito, trabajar con Weir fue raro (dice weird: juega con las palabras de nuevo, porque weird se pronuncia como Weir, el apellido del director australiano de nombre Peter).

 

¿Por qué?

Harrison se metía en la piel de un personaje muy antipático casi por primera vez. En el set esa intensidad se palpaba en el aire. Fue un clima de rodaje extraño. No, había mala onda, pero sí tensión.

 

¿Y Dos días agitados (digo A Night in the Life of Jimmy Reardon)?

¿Qué hay con ella?, pregunta con suspicacia.

 

Fue tu primer fracaso.

No le llevo mucho el apunte a ese tipo de categorías. Fracaso y éxito son lo mismo. Dos caras de una misma moneda del espectáculo (dice showbusiness). Sé que en muchos países la película ni siquiera se estrenó en salas de cine.

 

Sí, de hecho, en Argentina se consigue solamente en video. Y no es fácil encontrarla.

¿Qué te pareció?

 

Para serte sincero, creo que se queda corta en algunos personajes secundarios que podrían haber colaborado más en la conformación del tuyo. Por ejemplo, la señora Fickett, que interpreta Ann Magnuson.

Sí, Magnuson estaba bien allí.

 

Da la impresión de que su personaje está más desarrollado en la novela.

Y sí, todos estamos más desarrollados en la novela.

 

Noto que se encuentra, no molesto, algo cansado. Acelero el trámite.

Contame algo de Lawrence Kasdan.

Trabajar con Larry fue una experiencia increíble. Aunque, como en el caso de La costa Mosquito, no se debió tanto a su talento, que lo tiene y de sobra, sino por el delirante cast que contrató. Willy (se refiere a William Hurt) es lo más. Y estuvo Keanu. Con él nos divertimos en cantidad (dice a lot). Kevin (se refiere a Kevin Kline) fue como un maestro para ambos. Esa filmación fue como ir a la escuela de actuación.

 

Y luego llegó el gran momento.

¿Te referís a Mi mundo privado?

 

Sí, me refiero a la película que será recordada como la que marca un antes y un después en tu carrera.

¿…?

 

A partir de esta película la crítica te empieza a considerar como el actor con más sex appeal y talento de tu generación.

No estoy de acuerdo. En mi generación están Keanu, Bobby Downey, Johnny Depp. ¿Lo viste a Johnny Depp en El joven manos de tijeras (dice Edward Scissorhands)?

 

Sí, es emocionante.

¡Emocionante es poco! ¡Es una puta obra maestra de la actuación (dice a fucking master piece of acting)!

 

¿Si?

Lo que hizo Depp en esa película de Burton se recordará por décadas, te lo aseguro.

 

Sigamos con la película de Van…

Es que estoy harto de que me pregunten sólo por Mi mundo privado. Te lo dice alguien que está muy orgulloso de su trabajo en esa película, alguien que hoy es uno de los mejores amigos de su director.

 

¿Te acordás de los rumores que hablaban de una relación extra cinematográfica entre vos y Keanu?

¡Por Dios! (dice for Christ sake) ¿Ves? A eso me refiero. Siempre salen a la superficie esos chismes de mierda. Pasemos a otra cosa, por favor.

 

¿Eran fundados los rumores?

No, man. ¿Vos también te creés cada pelotudez (dice bullshit) que publican los putos tabloides?

 

No, pero…

Y bueno, man, entonces hablemos de otra cosa.

El clima adquiere espesura. Pero la espesura no dura mucho. Se diluye cuando River se da cuenta que ha sido un poco duro al expresarse. Por mi parte creo que también he ido demasiado lejos al insistir con los rumores sobre su bisexualidad.

 

Nos distendemos y pasamos a otra cosa.

No vi El amor es un juego cruel (digo Dogfight), así que, si te parece, pasemos a Héroes por azar (digo Sneakers).

Dale.

 

Fue tu primera experiencia como coprotagonista en una superproducción. Si me permitís, te diré que se notó: pasaste casi desapercibido.

Sí, no me gustó ni medio esa película. Todo al servicio de Redford. Buen tipo, Redford, con todo lo que hace por el cine independiente y eso. Pero me gustaría considerar a esta película como un paréntesis en mi carrera, a pesar de lo que piense en coincidencia con Walken. Ojo, no creo que sea mala. Al contrario, es un buen producto de entretenimiento. Pero en ella estoy perdido.

 

Ya que hablamos de cine independiente, a continuación, filmaste uno de tus mejores trabajos.

Sí, Esa cosa llamada amor(dice The Thing Called Love) significó muchas cosas. Por ejemplo trabajar con Peter (se refiere a Bogdanovich), a quien considero uno de los mejores de su generación, y eso que están Coppola y Scorsese. O componer e interpretar una canción propia para una banda de sonido (se refiere a “Lone Star State of Mine”). Además, en el rodaje conocí a Sam.

 

El cameo en Las mujeres también se ponen tristes (digo Even Cowgirls Get the Blues) fue por amistad, lógicamente.

Sí, claro. Un pedido de Gus es una orden.

 

¿Qué me podés decir de la filmación de Dark Blood? ¿Se estrenará algún día esta película?

Supongo que sí. Faltan filmar algunas escenas. Pero apenas se solucionen algunos inconvenientes de producción, retomamos todo y la concluimos.

 

¿Y Silent Tongue, de Sam Shepard?

Ha quedado bien. Es un western algo raro. Por empezar, los protagonistas no son americanos curtidos en el polvo de Arizona sino británicos como Richard Harris y Alan Bates, que además provienen de otra escuela de actuación y tienen otro acento. Aunque estemos Dermot Mulroney y yo, y Sam escriba y dirija, poco hay del género típicamente americano. Es decir: es una película sobre el Lejano oeste (dice Far West), pero no una del montón. Tiene misterio. Está la cuestión india en el guión. No todas las películas del oeste reflejan el protagonismo del indio en la historia de la colonización de nuestro pueblo. Esto no es poco.

 

Antes de que la cosa se ponga sentimental, decido terminar el asunto de las películas. No me hizo falta mucho. Acabábamos de llegar, en realidad, al final de la filmografía de River.

Hoy atiende varios proyectos. Uno de ellos es sobre Rimbaud y su novio. Incluso ha grabado un disco, probablemente envalentonado por las canciones que interpretó en Esa cosa llamada amor. La verdad, no lo hacía mal.

River es una de las jóvenes estrellas de Hollywood que más promete. Aunque sea temprano decirlo. Una docena y pico de películas es poco en este negocio. Hay que seguir. La presión en Hollywood es mucha. No quiero imaginarme la que debe sufrir alguien como River. Eso de huir diariamente de los paparazzis y de la sobreexposición, de la envidia y de la competividad, no es para él. Hoy pude verlo.

Cuando terminamos la entrevista nos despedimos con un apretón de manos y la promesa – insistente de su parte – de vernos otra vez, pero en un set de rodaje. Tal vez le caí bien y hay algo de su magia que quiere compartir conmigo. Tal vez desea que conozca personalmente a Samantha.

Me invitó a The Viper Room, selecto club nocturno propiedad de Johnny Depp. Esa noche, me aclaró, iba con Sam y su hermano Joaquin. Le dije que no podría ir, aunque me encantaba la idea. Mucho trabajo, le dije. Mentí. No tenía un centavo y el Viper es un lugar caro.

“Será una noche movida, man”. Fue lo último que oí de él ese 30 de octubre de 1993.

A la madrugada del día siguiente, a la salida del Viper Room, River Phoenix cayó fulminado por un ataque al corazón. La autopsia reveló que tenía en su organismo un cóctel de cinco drogas: marihuana, cocaína, valium y algo más.

Murió en brazos de su hermano Joaquin, que fue quien llamó a la ambulancia. A centímetros estaba su novia.

Días después, sus cenizas fueron esparcidas en las tierras del rancho que su familia tiene en Florida.

Lamentablemente la noticia de su muerte fue eclipsada por una necrológica que hizo (más) historia: Federico Fellini sufrió un paro cardíaco fatal ese mismo día.

2 comentarios en “River Phoenix. Últimas conversaciones con un muerto”

  1. Miguel Peirotti

    No es real, Lena, porque River Phoenix murió el 31 de octubre de 1993. Es imaginaria, tal cual me hubiera gustado hacerla. Gracias por leerla.

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