(Estados Unidos, 2016)
Dirección: Dave Green. Guión: Josh Appelbaum y André Nemec. Elenco: Megan Fox, Will Arnett, Stephen Amell, Laura Linney, Tyler Perry, Noel Fisher, Jeremy Howard, Pete Ploszek, Alan Ritchson. Producción: Michael Bay, Andrew Form, Bradley Fuller, Scott Mednik y Galen Walker. Distribuidora: UIP. Duración: 112 minutos.
Secuela adolescente mutante ninja.
Hay una ley de hierro que se convirtió desde hace tiempo en el norte de todas las grandes producciones: si tiene éxito, es obligatorio hacer una secuela. Es así como apenas dos días después del estreno de Tortugas Ninja (Teenage Mutant Ninja Turtles, 2014), hace dos años y a pesar de una recepción poco favorable por parte de la crítica especializada, ya se estaba pensando en Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras (Teenage Mutant Ninja Turtles: Out of the Shadows, 2016), segundo largometraje en esta nueva saga de los quelonios mutantes que llega a nuestras salas, ahora dirigido por Dave Green.
Antes que nada, sincerémonos y saquemos ese enorme elefante de la sala: sí, las tortugas no son lindas. Casi todos concuerdan en que los personajes mantienen poco de la estética amigable de sus antecesoras animadas de fines de los 80 y se apoyan demasiado en una suerte de impronta afroamericana: cómo se mueven, cómo hablan y cómo interactúan (se dificulta verlas meramente como tortugas). Y ni que hablar del “origen” que los guionistas les dieron a los cuatro hermanos, modificando drásticamente el material de referencia y su vínculo inicial con April O’Neil, la reportera confidente de los mutantes. Pero de todo esto ya despotricamos largo y tendido cuando analizamos la primera entrega, carece de sentido seguir dándole vueltas al asunto; lo hecho, hecho está. En esta segunda incursión podemos enfocarnos mejor en la aventura propiamente dicha sin la necesidad de volver a reparar en orígenes, inicios o alguna de esas cuestiones poco logradas.
En esta ocasión Destructor -villano titular de la saga- se une al científico Baxter Stockman y al alienígena interdimensional Krang con el afán de dominar el planeta: juntos planean traer el Tecnódromo, la base militar y estratégica de Krang, a nuestro mundo. Es aquí cuando Leonardo, Donatello, Rafael y Miguel Ángel entran en escena para detener el plan maquiavélico mientras batallan con los conflictos que involucra volverse la cara visible de los héroes de la ciudad (lo que también interfiere con su adoctrinamiento como guerreros).
El esquema narrativo parece adaptado directamente de unos de los episodios de la clásica serie animada y no teme volver al espíritu más infantil y lúdico del material original, gracias a lo cual todo fluye de manera mucho más dinámica. A pesar de esto, los más quisquillosos podrán sentir que el conflicto tarda un poco en arrancar. Stephen Amell -popularmente conocido por la serie Arrow– le pone el cuerpo a Casey Jones, otro de los aliados clásicos del universo de las tortugas. Y por supuesto Megan Fox vuelve a interpretar a la reportera todo terreno amante de la ropa en tonos amarillos.
Las cuatro tortugas, el Maestro Splinter, April O’Neil, Destructor, Baxter Stockman, Krang, Karai, Bebop, Rocksteady y Casey Jones… en papel parece una aglomeración de personajes peligrosa para 112 minutos de película, pero todos cumplen una función dentro del relato y su presencia no se siente forzada ni oportunista.
Por supuesto al tratarse de una obra con el “sello Michael Bay”, la producción no escatima en explosiones y despliegue de efectos especiales a gran escala, a tono con otras producciones que andan desfilando por la taquilla contemporánea. Hay un par de guiños que apuntan a los fans de la saga clásica (punto extra para el que logre identificar cierta canción famosa del desaparecido Vanilla Ice), lo que suma a una película que cumple con su función primordial: entretener a los más jóvenes y apelar a la nostalgia de los más grandes, sin muchas más aspiraciones ni esperando una ovación de pie de parte de la crítica especializada.
Por Alejandro Turdó