EN LA CASA NO HABÍA ESPEJOS PERO TENÍAMOS UN LAGO
No hay una gran tradición en torno a la danza contemporánea en el cine argentino. Por lo general ambas artes transitan caminos distintos. De un lado se encuentra la videodanza con su comunidad específica de espectadores, y por el otro lado está la cinefilia clásica. Sin embargo, cuando se logra esa intersección, esa simbiosis de cuerpo y cámara, se suelen conseguir buenos resultados. Es el caso de Tres tiempos (2025), ópera prima de Marlene Grinberg que recientemente recibió una mención del jurado en el 40° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
La película es una historia familiar que hace foco sobre los roles maternos-filiales donde ocurre un juego de espejos. En el principio solo tenemos a una abuela y su nieta en una casa frente a un lago. Bailan, siguen una coreografía, entrenan sus cuerpos que se ven reflejados en el agua donde la luz transmuta en distintas formas. Da la sensación de que llevan días apacibles hasta que aparece la madre, el nexo filial y desaparecido entre ellas dos. A partir de ese momento las cosas se enrarecen. No viene sola sino junto a un acompañante terapéutico. Parece sufrir de algún tipo de enfermedad psicológica que la infantiliza, un poco como Nadine Hurley en la segunda temporada de Twin Peaks. Esto dará pie a una serie de momentos que derivan en un intercambio de roles, en un juego de espejos donde se desdibujan las responsabilidades familiares y nadie sabe bien quién es.
Resulta necesario destacar la coreografía confeccionada por Diana Szeinblum para el filme. En aquellos movimientos interpretados con elegancia por Mara Bestelli, Florencia Dyszel y Violeta Postolski, hay retazos de un legado. Se puede observar la tradición de Pina Bausch con su forma etérea de la libertad. La comunión de elementos como el sonido, la danza y la cámara logran un maridaje excepcional. Un espectáculo que por momentos resulta inmersivo.
Marlene Grinberg tiene algo, son unos buenos primeros pasos. Posee una rareza criolla que parece venir de un extrañamiento europeo, como el de las primeras obras de Yorgos Lanthimos. Es como si cierta tradición lyncheana se envolviera en los firuletes de Isadora Duncan para contar una historia de hadas en la que no hay maldad. Tres tiempos funciona de esa manera, como una fábula sin moraleja, como un cuento antes de dormir.
(Argentina, Chile, Francia, Uruguay, 2025)
Dirección: Marlene Grinberg. Guion: Marlene Grinberg. Elenco: Mara Bestelli, Florencia Dyszel, Violeta Postolski, Fernado Contigiani. Producción: Esteban Lucangioli, Araquen Rodriguez. Duración: 100 minutos.
