Los herederos
En un campo en la provincia de Santa Fe, tres hermanos se disputan la herencia de un padre severo y distante. Con la muerte del padre, las dos hermanas viajan sin sus maridos a la estancia para encontrarse con su hermano que trabaja el campo familiar y asistir a los servicios funerarios. En este reencuentro después de mucho tiempo se desatarán todos los demonios latentes aplazados por la partida del hogar familiar.
El Escorpión es una obra de la dramaturga Patricia Suárez dirigida por Claudio Aprile y escrita en base a un hecho real narrado por la abuela paterna de la autora rosarina sobre sucesos biográficos documentados alrededor de una familia de inmigrantes italianos en la década del cuarenta. La significativa historia relata la tragedia de una familia dividida por la figura de un padre autoritario que les dejó como herencia un gran campo y mucho odio contenido hacía él y todo lo que representaba para ellos.
La obra construye tres personajes completamente diferentes característicos de las interacciones familiares. La hermana mayor ha huido del campo hacía Rosario junto a un marido mayor que ella tras un doble amorío en su adolescencia que le costó la perdida de la gracia a los ojos del patriarca. La hermana menor se ha casado con un empleado de correos y también se ha ido a vivir a la ciudad mientras que el hermano del medio se ha quedado a cuidar al padre y asistirlo en la labranza.
En el funeral, la hermana mayor se reencuentra con su amante, ahora convertido en un terrateniente de buena relación con el padre. La concupiscencia da lugar a la culpa y cada uno de los hermanos analiza el testamento con sus propias inquietudes e intereses. Cuando las hermanas descubren que varias hectáreas de tierra le han sido previamente entregadas al hermano mucho tiempo antes ambas desatan toda su codicia, no sin antes saquear la casa. Ya en la ciudad planifican acciones legales para acusar el hermano pero no todo sale como ellas quieren cuando enfrentan al hermano cara a cara antes de la audiencia judicial.
La obra se presenta en el primer piso del teatro de la Comedia, en una habitación lujosa de madera cargada de detalles de una gran belleza y calidad que sirven para contextualizar la riqueza que se desvanece. Como mobiliario solo hay un piano en el que la hermana menor toca algunas notas de la novena sinfonía de Beethoven, la preferida del padre. Los personajes utilizan la vidriada puerta corrediza para entrar y salir en distintas escenas que representan los múltiples momentos de este incómodo drama familiar que los actores llevan con soltura, maestría y picardía mientras la perra del padre ladra sin cesar como única señal de duelo ante la muerte de su dueño.
Maru Costas, Cynthia Mykietyn y Alejandro Curlane personifican de forma extraordinaria esta beligerante familia disfuncional en proceso de desintegración tras la partida del terrible padre. Los actores logran siguiendo el tono de la obra darle un leve toque de humor a la catástrofe para convertirla brevemente en una tragicomedia y distender un poco la tensión de los ensañados diálogos.
El escorpión es una gran obra de pura tensión sobre las miserias de las familias ricas que luchan por las herencias familiares. Con una historia en la que muchos se sentirán interpelados y otros sentirán escalofríos, Suárez y Aprile narran los confines del odio familiar y la resistencia de las viejas heridas imposibles de expiar que lastiman más a través de los años a pesar de la distancia.
Teatro: La Comedia – Rodríguez Peña 1062
Funciones: Domingos 20 hs
Entrada: 200 $
Martín Chiavarino
Dramaturgia: Patricia Suárez. Dirección: Claudio Aprile. Elenco: Maru Costas, Cynthia Mykietyn, Alejandro Curlane. Escenografía y Vestuario: Ana Díaz Taibo. Diseño de Luces: Tomás Frontroth. Diseño Gráfico y web: Aldana Aprile. Fotografía: Rosa Laszewicki. Asistente de Dirección: Flor Camodeca. Producción: Anibal Tamburri. Prensa: Tehagolaprensa
