Tres actores, un personaje. Un personaje, muchas voces, las voces que recuerda, las voces que lo recuerdan, las voces que representa. Aquello que representa es un acontecimiento, la guerra de Malvinas, que marcó a fuego la vida de este personaje y de un país por siempre.
Sin evadir lo conmovedor que resulta el tema, desde el vamos se va situando a este héroe en su camino trágico sin retorno, enmarcándolo en su contexto, en el de sus afectos y en como todo va siendo afectado por la dictadura que lo atraviesa.
Como en toda tragedia mientras el héroe va enfrentando su destino, entre otras cosas, se van exponiendo los valores esenciales, esas cosas que en el cotidiano son detalles pero al enfrentarse de cerca a la muerte son motivos para aferrarse a la vida.
Es difícil esquivar los cachetazos de drama real que lanza la temática histórica en cuestión, se logra no caer en el golpe bajo a través de mecanismos teatrales que articulan el relato poniendo en juego el contrapunto de miradas del personaje, componiendo imágenes. Todo coreografiado precisamente obteniendo así un buen ritmo narrativo.
Los actores entran en un terreno arduo, embarrándose literal y metafóricamente, para ponerse en los pies de este ser, consiguiendo adentrar al público en las trincheras, trasladarse y acercarse a las sensaciones que traspasan a un joven enviado a la guerra.
Si bien es imposible tomar dimensión real de lo que debe ser estar en ese lugar, al ponerle nombre, sentimientos, describir su entorno, como llegaban y como debían intentar sobrevivir, lo que es una descripción abstracta toma forma, se vuelvo algo concreto, generando empatía, pudiendo producirse así la identificación y cierta comprensión de los hechos, vinculando y haciendo tomar consciencia tanto a la generaciones contemporáneas al suceso, como a las nuevas generaciones que simplemente conocen los hechos de forma relatada.
En tiempos en que desde el poder se disipa cierto negacionismo con lo ocurrido en la dictadura y a la vez se descuida la soberanía nacional en general y se dilata la negociación diplomática sobre Malvinas. En un contexto en que la identidad, los derechos, la cultura empiezan a desvalorizarse a drede, de por si casi cualquier manifestación artística, pero particularmente obras como esta pasan a ser necesarias y se convierten en refugios para la memoria.
Teatro: Kowalsky Club de Cultura – Billinghurst 835
Funciones: Sábado 22:30 hs
Entrada: $180 / $120
Jonathan Sassón | @Jonitwiteo
Dramaturgia y Dirección: Fernando Locatelli. Asistencia de dirección: Ángeles Clavijo.Entrenamiento corporal: Julie Cristal. Coreografía: Julie Cristal. Fotografía: Gustavo Marión.Elenco: Cristian Aguirre, Guido Díaz, Guillermo Mac Donell