Las
Hermanas Vampiresas
(Die Vampirschwestern, Alemania, 2012)
Dirección: Wolfgang Groos. Guión: Ursula Gruber. Elenco: Marta Martin, Laura Roge,
Christiane Paul, Stipe Erceg, Michael Kessler. Producción: Claussen+Wobke+Putz Filmproduktion.Duración: 98 minutos.
Las hermanas sean unidas
Una
babosa como mascota, brochettes de carne cruda, y vuelos nocturnos con papá;
Dakaria y Silvania son unas niñas muy consentidas y poco normales: mitad
humanas, mitad vampiras. Ambas tienen doce años pero son totalmente diferentes.
Dakaria heredó el look darkie y rockero de su padre vampiro. Se viste como una
auténtica conocedora de la Bond Street y es fanática de Krypton Krak, una banda
de rock de Bitonia -la ciudad subterránea de vampiros de donde provienen- cuyo
líder es su amor platónico. En cambio Silvania, rubia y de una belleza etérea
como su madre, lleva vestidos primaverales de colores pasteles y numerosos
collares. Con sus mejillas siempre rosadas, se muestra positiva en cuanto a la
mudanza de Bitonia al nuevo barrio tranquilo y soleado de Alemania.
Pero
acostumbrarse al vecindario no será fácil y menos si el vecino next door tiene
una madre internada en un manicomio por un incidente con vampiros. El primer
día de clases será un gran desafío para las hermanas: el nuevo colegio no tiene
nada que ver con sus criaturas babosas en un aula que mezcla el glam rock con
el hippie chic y en donde pueden volar o estar colgadas boca abajo mientras la
profesora da la clase. Sus nuevos compañeros humanos se parecen a los
compañeros de clase de Carrie y lo menos que tendrán en mente será darles una
cálida bienvenida. La familia Tepes –una referencia al comienzo del mito de
Drácula, el empalador Vlad Tepes- hace todo lo posible para mantener sus
actividades vampíricas ocultas de sus vecinos, pero por momentos no pueden
evitar sus rutinas y el Van Helsing en potencia de al lado, comienza a
espiarlos y a notar cosas raras como que un murciélago les trae el correo o que
el padre de las niñas va volando a su trabajo.
Mientras
Silvania desea adaptarse completamente a la vida humana para poder compartir
tardes de sol y piscina con su nuevo interés amoroso, Jacob, Dakaria solo
piensa en dejar atrás su parte humana para convertirse en una vampira y así
poder volar a toda velocidad para concretar su sueño de ser campeona de vuelo
en el torneo vampírico organizado por el Comité de Vampirolska, en el estadio
Bram Stoker. Estos deseos las conducen hacia un mago que se los concederá. Pero
lo que parece algo tan sencillo se termina complicando cuando el brujo confunde
sus deseos y los invierte.
El Bafici del año
pasado trajo una presencia vampírica de la mano de Amy Heckerling con Vamps, un chick flick entre nostálgico
y cinéfilo pero sin sutileza cuando se trataba del humor en torno a la
mitología de los chupasangres y la modernidad. Esto daba por resultado chistes
elementales y agotados. Lo que al comienzo parecía ingenioso, a medida que
avanzaba el metraje se convertía en algo mecánico, que por la repetición sistemática
de los mismos remates dejaba de ser gracioso. En cambio, la mitología en Las Hermanas Vampiresas da la sensación
de estar jugando como una niña más; se divierte, prueba diferentes formas y en
esa libertad todo encaja armoniosamente con la historia moderna de esta familia
que se muda a un barrio normal de humanos, aunque éstos no sean necesariamente
normales.
El film mantiene el
timing de comedia de principio a fin, mérito que no pudo lograr Heckerling. La
música pop estalla una y otra vez, al igual que los colores pasteles cuando
rompen con el negro. El universo que se plantea nunca abandona la verosimilitud
porque la estructura dramática es sólida y el guión siempre se mantiene fiel a
la historia principal. Las Hermanas Vampiresas es una ingeniosa y moderna variante de la clásica
mitología vampírica.
