(Estados Unidos / Argentina / Reino Unido / India / Australia / Japón, 2016)
Guión y dirección: Gael García Bernal, Mia Wasikowska, Sebastian Silva, Anurag Kashyap, Sion Sono, Natasha Khan. Elenco: Radhika Apte, Satyadeep Misra, Adarsh Gourav, Kathryn Beck, Lex Santos, Mariko Tsutsui, Yuki Sakurai, Ami Tomite, Tarô Suwa, Justina Bustos, Pablo Seijo, Tamsin Topolski. Productor: Eric Mahoney. Duración: 106 minutos.
Un grupo de cineastas representando Estados Unidos, Argentina, India, Australia, Japón y Reino Unido se reunieron para hablar sobre el amor en seis cortometrajes compilados en la película Madly. Como suele suceder en este tipo de antologías, es difícil lograr una cohesión entre los distintos cortos, y Madly no es la excepción.
Anurag Kashyap abre el film con su corto Clean Shaven. Narra la historia de Archana (Radhika Apte), una mujer casada que vive con su esposo en la India, y a pesar de su largo matrimonio, no tiene idea de la sexualidad ni ha visto jamás un cuerpo desnudo. Su amistad con un adolescente mucho más avanzado gracias a internet creará en ella cuestionamientos y deseos de explorar su sexualidad con su esposo, lo que traerá graves consecuencias. Las temáticas provocativas del corto como la amistad entre una mujer y un adolescente, las relaciones asimétricas dentro de una pareja y la sexualidad femenina junto a la increíble actuación de Apte, que le valió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Tribeca, forman el mejor corto del film.
La actriz Mia Wasikowska sigue la antología con su film Afterbirth en el que presenta a una joven madre que trata de aprender a cuidar a su recién nacido. Con poco diálogo, el corto es mayormente sensorial y con una cinematografía atractiva. La música elegida encaja perfectamente con su protagonista excéntrica. Por momentos incómodo, por otros divertido, el corto es una mirada estilizada y original a las dificultades de ser madre primeriza.
El chileno Sebastián Silva presenta su corto Dance Dance Dance en inglés y con Río, un chico del Bronx, como protagonista. Río le dice a sus padres que es homosexual y la respuesta inmediata de su padre es darle un ultimátum: dejas de ser gay o te vas de casa. El joven empaca sus pocas pertenencias y se va a vivir a la calle, allí encontrará peligros y soledad hasta que una especie de protector aparezca para rescatarlo. La historia es simple y sin elementos originales, no logrando hacer interesante la travesía de su personaje.
Para cortar el drama y dirigirse a la diversión descontrolada llega Love of Love, de Sion Sono. El director presenta a una familia compuesta por los padres y sus dos hijas con sus respectivas parejas. Sayaka es la hermana mayor ya casada, ella se escandaliza al enterarse de que su hermana Mio, a punto de casarse, planea seguir yendo a clubes sexuales con su prometido. Todo cambia cuando Mio convence a Sayaka de ir en una cita doble al club. Allá la libertad sexual, el alcohol, el placer sin límites y lo tabú de la situación fascina a Sayaka y su esposo. Cuerpos desnudos y sudorosos juntos, besos descontrolados, risas extasiadas y un aire puro de libertad inunda el corto de Sono que es una oda divertida y despreocupada a la sexualidad.
Gael García Bernal eligió a Buenos Aires como el lugar para filmar su corto y a los actores Justina Bustos y Pablo Seijo como sus protagonistas. El inicio muestra a ambos en un restaurante en San Telmo analizando la destrucción de su relación amorosa. Varios flashbacks muestran la diversión y amor del principio junto a la espera de un hijo generando un contraste con la tristeza de la protagonista y la indiferencia de su entonces amado. La inexistente química entre ambos no ayuda a crear una simpatía por la pareja y la narración de la historia parece ser una simple sucesión de escenas sin hilo conductor aparente, sólo momentos aislados de una pareja.
La conclusión del film se realiza con el debut directorial de Natasha Khan llamado I Do. La cantante de Bat for Lashes narra la historia de una joven en camino a la iglesia donde se casará que no logra estar en paz con su decisión. El encuentro con alguien de su pasado la ayudará a calmarse y unirse a su esposo. Con una hermosa cinematografía, paisajes de ensueño y varias simbologías, el corto de Khan es onírico y emotivo.
A pesar de la falta de cohesión y de algunos cortos de bajo calibre, Madly tiene un fuerte inicio y una sólida conclusión. Es una buena oportunidad para ver distintos directores provenientes de países variados y sus ideas del amor.
Eliana Giménez