Encanto de lenguaje:
La historia abunda en ejemplos de mujeres dedicadas al arte cuya obra fue eclipsada por la de los hombres que estuvieron a su lado en sus vidas, quedando relegadas al lugar de “la esposa de” o “la amante de”. En el campo literario, como Elena Garro respecto de Octavio Paz, Silvina Ocampo respecto de Bioy Casares, el de Norah Lange es otro que se puede mencionar.
En la Buenos Aires de los años 20, Norah era el alma de las tertulias literarias que organizaba en la casa de su infancia y con 21 años ya contaba con dos libros de poesía, uno de los cuales fue prologado por Borges. Pero más que como una escritora por derecho propio, era considerada como una musa por los escritores que pasaban por esas veladas o se hablaba de ella en los chismes como amor de juventud de Borges, Leopoldo Marechal u Oliverio Girondo. Su cabello rojizo, herencia nórdica, era tanto un atractivo cautivante como una maldita condena.
Durante un impasse en su relación sentimental con el escritor Oliverio Girondo, la joven y desdichada Norah decidió abordar un carguero con destino a Noruega para visitar a su hermana Ruti. Era la única mujer a bordo. Ese viaje de 45 días en altamar cambiaría su vida y también su escritura. Si, como dice Melville a través de su alter ego Ismael en Moby Dick, la mirada bajo el sol hacia la inmensidad del mar produce un efecto de ensoñación, esto se traduce también en la escritura de Norah a partir de ese viaje, haciendo virar sus escritos hacia la prosa onírica y fantástica.
Es este viaje de iniciación literaria el que recrea el realizador argentino de ascendencia noruega Mirko Stopar, en su mediometraje Mermaid on Board (2021), basándose tanto en elementos biográficos de la escritora como en elementos de su obra literaria.
Narrada desde la primera persona de Norah y construida desde una atmósfera onírica y surrealista, que evoca las fotografías de Grete Stern, la película da cuenta de la mutación gracias a la cual el vértigo de saberse permanentemente fetichizada y acosada por la mirada masculina que solo puede ver en ella un objeto sexual, lejos de amedrentarla, es el acicate que la transforma. A través del coraje que le insufla su doble encarnada en la Sirena; la frágil, romántica y delicada Norah deviene una heroína de las palabras que se abre paso a través de ese mundo masculino para conquistar su propia voz.
El realizador Mirko Stopar hibrida con acierto diversos recursos formales (elementos del cine mudo, maquetas, efectos digitales, retroproyecciones) y obtiene una película de tipo experimental que funciona como una suerte de collage, consistente con la variedad narrativa y la imaginería fantástica de la obra de Norah Lange.
Mermaid on Board es un bello y sentido rescate de la obra de Lange, que la dignifica como escritora que brilla por derecho propio y que invita al espectador a zambullirse y bañarse en su maravillosa escritura.
© Carla Leonardi, 2021
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