CAMINO A LA FORTUNA
Esta realización –montada y dirigida por la dupla Fernando Guida y Sebastián De Caro- no se toma demasiado tiempo para transitar de costado el evento con el cual Reset – Volver a empezar finaliza: La despedida profesional de Emanuel Ginóbili. También, con la breve aparición de Leo Montero, nos recuerda que una de las salidas laborales para una figura deportiva en retirada como Fabricio Oberto es la de desempeñarse como comentarista de eventos de ese tipo.
Aquello no opera como un mero previously on del documental del año pasado, sino que New Indians – El camino del grunge lo usa de disparador para entrar de lleno con otra variante de la locución, que es el empleo de la voz para el canto, pero declarada en el estilo aludido por el subtítulo del registro audiovisual, más bien artístico, en cuestión.
Aun cuando la afinidad de Oberto por esta otra forma de expresión ya había sido abordada en Reset…, New Indians… directamente se compromete con una transparencia en clave de road movie. Esto no solo implica que abunden las rutas en el camino de los protagonistas, al contrario, la obra se declara a sí misma en el compromiso de comprender su noción de viaje. De viaje hacia una meta, una tierra prometida a la que solo puede accederse reconociendo que no fue fundada en el medio de la nada, sino que tiene sus raíces y puede mantenerse viva con una puesta en práctica por parte de sus apasionados. Esto no quiere decir que nos ofrezcan una teoría lo más acabada posible acerca de qué es y qué no es el subgénero del grunge que tanto convoca a los viajantes de estas bitácoras, pero sí hay una conciencia de que ellos lo conocen y hasta llegamos a entender el contexto en el que fue conocido.
No estamos ante un relato trágico por su punto de llegada. No hay un emblema heroico al que se le prive ingresar –voluntariamente o no- a la tierra prometida, a esta cuna del grunge que es Seattle. Y esto está muy lejos de ser una desventaja para este trabajo registrado por Maxi Audisio y formado por De Caro y Guida, que de simples compiladores no tienen nada.
Sí tenemos una leve reserva que apunta al discurso verbal de Oberto. No hay ningún problema con que sea constante, incluso cuando una de las quejas más frecuentes en la –a veces- autoproclamada crítica cinematográfica sea el –supuesto- exceso de diálogos. No es cierto que, si predomina lo visual por sobre lo hablado, siempre se obtendrá un mejor resultado. Dicho esto, es casi un tropiezo que se insista –en la voz del narrador más frecuente- con que los New Indians no son solamente la banda de Fabricio Oberto, cuando él es el protagonista más predominante en la duración. No es que los otros integrantes sean descartables para esta fábula, tienen varios momentos de interacción que la hacen sentir más viva, como cuando nos hacen notar que las cuerdas de la estatua de Chris Cornell pueden sonar. Sin embargo, del que más hablamos, incluso en este espacio, es de Oberto.
No lo señalamos como defecto, él es el caballo de Troya que nos presenta los interiores de una banda que muchos desconocíamos. Toda película de este tipo tiende a acarrear con el peso de que solo uno de los integrantes sea el más mencionado. The Doors de Oliver Stone no es la excepción de la regla, empieza y termina con la vida y muerte de Jim Morrison, tal vez sosteniendo que la banda nace y muere con él. En el caso del relato de esta banda más reciente, su integrante más conocido expresa su temor de que todo esto muera en la anécdota. De que todo esto no se trata exclusivamente de él, cuando el propio documental se ocupa de volverse cine, de situar a sus colegas en sus respectivos roles de ejecución y como co fundadores –o no- de la banda. Con la fortuna de contar con la experiencia real que involucra a Pearl Jam, sí, pero encontrando la trascendencia del evento y de esta banda en pleno estado de florecimiento. Entonces, ¿sobra esta preocupación de Oberto comentada al pasar dos veces, casi consecutivas, siendo él el integrante con más tiempo en pantalla? Un poco sí. Sin llegar a ser ningún bochorno, en absoluto.
New Indians – El camino del grunge es todo lo que se puede esperar de una aventura triunfante, sin restarle espacio a los obstáculos que -afortunadamente para los itinerantes y más allá las condiciones de salud bien planteadas en Reset…– fueron y son esencialmente económicos, ni a la exigencia autoimpuesta de refinar sus recursos instrumentales y musculares.
© Lucas Manuel Rodriguez, 2021 | @LucasManuel94
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(Argentina, 2021)
Dirección, edición: Sebastián De Caro, Fernando Guida. Guion: Sebastián De Caro. Cámara: Maxi Audisio. Elenco: Fabricio Oberto, Raly Barrionuevo, Federico Galán, Luciano Moroni, Tomás Luján. Producción: Fernando Guida, Fabricio Oberto, Maximiliano Audisio. Duración: 66 minutos.