DE LA ILUSIÓN AL DESCONCIERTO
Los festivales, y el BAFICI no es excepción, se desesperan por los documentales sobre directores. En esta edición del festival porteño, las figuras de los célebres Jean-Luc Godard y Luis Ospina han sido homenajeadas en dos documentales que están lejos de ubicarse a la altura de sus retratados. La programación de estas películas responden a una lógica: el lugar que deberían ocupar (aquellos viejos extras de Dvds o Blu rays) ya no existe más. Por eso, Ospina Cali Colombia, como también Godard par Godard, descansan en secciones variopintas de cualquier festival que se precie de intentar explorar la historia y las historias del cine.
Filmada durante una retrospectiva dedicada a su vasta obra en el DocLisboa 2018, Ospina Cali Colombia se posa sobre una extensa entrevista a Luis Ospina con el objetivo de reflexionar sobre la filmografía de una de las leyendas del cine latinoamericano, sobre el propio oficio y, más que nada, acerca de una cuestión presente en el cine desde sus inicios: la relación con la ciudad y sus habitantes. Pero su didactismo y su carencia de riesgos formales limitan el efecto del documental de Jorge de Carvalho. Los fragmentos de las notables películas que dirigió Ospina durante casi cinco décadas (pasando por Agarrando pueblo y el clásico de culto Pura sangre) muestran, como definía el director y teórico Jean-Louis Comolli, “una comunidad de deseos” donde quienes filman y los que son retratados “están allí sin reservas, dan lo que tienen y lo que no tienen, dan lo que saben que tienen y lo que saben que no tienen, tanto como lo que no saben que tienen y lo que no saben que no tienen”. Esa sinergia no existe en estos documentales cinéfilos, donde el homenajeado simplemente está allí, sentado, hablando sobre su vida y brindando una visión sobre lo que es el cine, y los realizadores sólo comparten el mismo espacio físico. Como si fuese poco, la breve inclusión de unos instantes de Autorretrato póstumo de Lorenzo Jaramillo, donde Ospina charla con el moribundo pintor, no le hacen un favor; allí notamos algo innegable: la diferencia entre los acercamientos es abismal.
Es probable que la fascinación que genera Ospina Cali Colombia radique en el magnetismo del propio Ospina y en los interrogantes que abre el propio director sobre la práctica cinematográfica y el vínculo del cine y la sociedad, el de la sociedad con el cine y el de las películas con otras películas. El realizador tenía infinidad de respuestas y, como prueba de su generosidad, no las escatimó ante la presencia de la cámara de Jorge de Carvalho. En apenas ochenta minutos, vemos al colombiano diseñar algo así como sus poéticas, que bien podrían funcionar como una continuidad de aquel extraordinario libro escrito por su compañero Raúl Ruiz, otro de los cineastas más importantes de la historia, no sólo de Latinoamérica. Pero para saber sobre su vida y obra, principal intención de esta película, no es necesario un recorrido cronológico, comentado y terrenal; para conocer realmente a Luis Ospina sólo basta con hacer un simple ejercicio: ver toda su filmografía.
(Portugal, 2023)
Dirección, montaje: Jorge de Carvalho. Elenco: Luis Ospina. Duración: 80 minutos.
