Las películas de artes marciales poseen un encanto único. Cuando se trata de alumnos, maestros y rivales abusivos, el combo no puede ser más apetitoso. Por eso vale la pena pegarle un buen mordisco a la surcoreana Shark: The Beginning.
Cha Woo Sol es un adolescente tímido que la pasa fatal en la escuela secundaria. Cuando Bae Seok Chan, el matón de la clase, lo desafía a clavarle una lapicera en el ojo, Woo Sol lo hace. Como resultado, es acusado de intento de asesinato y condenado a pasar tres años en una prisión para menores. Allí es atormentado por otros jóvenes, y no deja de ser acosado por Bae Seok Chan, que ahora quiere vengarse: al haber perdido un ojo, no puede seguir boxeando. Dispuesto a dejar de huir y aprender a pelear, Woo Sol acude al prisionero más célebre de la institución: Jung Do Hyun, otrora campeón de artes marciales mixtas que supo matar a quienes asesinaron a su familia. Al poco tiempo, y luego de un entrenamiento feroz, el sufrido protagonista se convierte en una figura que impone respeto, lista para el enfrentamiento más importante de su vida.
Basada en el webcomic Shark, la película confirma la mano de los cineastas asiáticos para combinar peleas aguerridas y desarrollo de personajes. Así el director Chae Yeo-joon consigue momentos dramáticos, cómicos y emotivos, con buenas dosis de patadas y puñetazos. Como sucede en estas historias, la clave está en las escenas de entrenamiento, donde la relación de Cha Woo Sol y Jung Do Hyun deriva en una genuina amistad. En paralelo, conocemos el camino de Bae Seok Chan, que se convierte en un esbirro de un mafioso y en un criminal ascendente.
Shark: The Beginning no necesita innovar demasiado para triunfar con una propuesta donde conviven acción y corazón.
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(Corea del Sur, 2021)
Dirección: Chae Yeo-joon. Guion: Kim Woo Seob. Elenco: Kim Min-suk, Wi Ha-joon, Jung Won Chang. Producción: Lee Jae-ha. Duración: 108 minutos.
