Cobertura exclusiva
desde NY por Carla Cuesta
La candidata chilena al Oscar resultó una de
las películas más populares del NYFF, y viene generando una muy buena recepción
donde sea que se presenta. Gloria es la nueva comedia
de Sebastián Lelio, que también fue un éxito en Berlín.
Escrita para su actriz protagónica, Paulina
García, cuenta la historia de Gloria, una mujer divorciada cuyos hijos, ya
grandes, no tienen mucho tiempo para ella. Luego de una vida dedicada a los
demás, debe redescubrir quién es y qué quiere de la vida. Cuando conoce a
Rodolfo, ex oficial de la marina, entabla una relación romántica y redescubre
su sexualidad. Pero lo que quizá sea más importante, es que las idas y venidas
de la vida en pareja, así como sus decepciones, le permiten fortalecerse como
persona y revalorizarse como individuo.
Gloria es también la mirada de la generación de
treinta y tantos hacia sus padres, que fueron la última camada en vivir la
dictadura. A la diferencia de edad, se suma la falta de experiencia directa de
esa época que tienen quienes nacieron en democracia, diferenciando a ambas
generaciones aún más. De esta manera, la película parece querer mostrar también
cómo a la generación de Gloria le cuesta encontrar su lugar en el Chile actual.
García es de manera unívoca quién lleva la
historia, y está a la altura del desafío. Encarna una combinación interesante
de torpeza y encanto, de timidez y extravagancia, resultando sumamente cómica.
Pero además, nos muestra claramente el crecimiento de su personaje.
Especialmente en las escenas sin diálogo, podemos apreciar todos sus
pensamientos, dudas y temores. El resto del elenco es correcto, y acompaña de
manera efectiva.
La banda de sonido consta principalmente de
los hits románticos que escucha Gloria en la radio, quien muchas veces acompaña
cantando dentro de su auto, y marca el ritmo movido que atraviesa la película,
a la vez que contribuye a su comicidad.