A pocas horas del comienzo del festival que reside en el Lincoln Center, ubicado en el Upper West Side de Manhattan, los preparativos no cesan. Puede visualizarse un amplio desempeño de trabajadores colocando alfombras rojas e instalando paneles de durlock cubiertos con logotipos de los diversos auspiciantes del festival. El equipo de prensa ultima detalles, procesa acreditaciones e invitaciones para un evento de gran importancia para la ciudad y la industria cinematográfica, que si bien cuenta con una pequeña organización y con un número de cuatro salas, alberga año tras año los mejores exponentes de cine mundial con la presencia de realizadores y cast.
Los anuncios sobre eventos adicionales no dejan de llegar, como el que la directora ganadora del Oscar, Kathryn Bigelow, presentará el cortometraje Last Days, de 3 minutos de duración, seguido de un panel de discusión; la inclusión de una película sorpresa de la que, según se mencionó, será la de un director muy querido por el festival (se rumorea acerca del último film de Baumbauch) y otros a ser anunciados una vez comenzado el festival.
Hoy, primer día oficial, se presenta en la inauguración el film de David Fincher -en el año 2010 también abrió el festival con Red Social-, Perdida (Gone Girl), a modo de premiere mundial y sponsoreada por Gucci. Recibido sin el entusiasmo esperado en la función de prensa, el film de 145 minutos de duración contó con una conferencia realizada en la sala principal de la cadena AMC Lincoln Square (de 700 butacas) llena por completo, con la presencia del director, de la autora del bestseller y guionista Gillian Flynn, y los actores principales: Ben Affleck, Rosamund Pike, Tyler Perry y Neil Patrick Harris.
En el Q&A moderado por Kent Jones, director del festival, se barajaron temas como lo valioso de trabajar con un director como David Fincher, la elección de la música a cargo de Trent Reznor, el sólido cast, la experiencia de filmar en digital y algunas bromas esperables que recayeron sobre Ben Affleck, inclusive a cargo de la co-protagonista, quien a partir del proceso de filmación destacó haberse convertido en acreedora de una nueva anécdota para su vida: la de haberse dado una ducha junto a Batman. Otro film de la selección principal, Whiplash (ganadora del premio del jurado y del público en Sundance), contó con otra suerte y fue recibido con una prolongada ovación, en gran parte por la descomunal actuación de JK Simmons.
Perdida, de David Fincher
No fui yo, fue…
El cine de David Fincher se caracteriza por los lazos psicológicos trazados a partir de sus personajes en conflicto, mayoritariamente hombres. Basta mencionar, entre ellos, algunos desarrollados por el cineasta, como las personalidades múltiples, la manipulación afectiva, la perversión, la inclusión de la tecnología en la sociedad y la recurrente violencia retratada en un amplio contenido de su filmografía. Este film es otro de estos casos.
Perdida fue presentada desde sus avances e inicia con la misma premisa de la serie y film El Fugitivo. Hombre casado regresa a su hogar, encuentra muerta a su mujer (en este caso, ha desaparecido), y es inculpado por ello. No es casual que incorpore una pequeña participación de la actriz Sela Ward (que interpretó a la esposa del Dr. Richard Kimble).
Alejándose de la estructura convencional del policial, Fincher brinda una vuelta de tuerca al género a través del uso de la elipsis temporal, en la que quedan evidenciados otros temas que van conformando el desarrollo del film. La relación de la pareja se interpone a los acontecimientos ocurridos y por suceder, marcando así un quiebre en la narrativa. Para avanzar en lo incierto deben conocerse elementos previos a la desaparición, el presente y luego acelerar hacia una poco previsible resolución. Llega el momento en que deja de importar la no comprobada inocencia del posible autor de la desaparición, para dar lugar a una batalla mediática.
La explícita denuncia sobre los medios de comunicación, foco de la inquietante segunda mitad del film, deja inoperantes a personajes sobre los que se había desarrollado y buscado la manera de empatizar con el espectador, como por ejemplo la dupla policial. Se da lugar a otros aspectos que juegan con el suspenso, incluso existe un recurrente tono cómico y satírico en diversos diálogos, que recaen sobre la mejor amiga de la desaparecida o la pequeña participación del FBI.
A años luz de trabajos previos como El Club de la Pelea, Al Filo de la Muerte, Zodiaco y La Red Social, Fincher baja los decibeles, aunque alejado de lo fantástico de Benjamin Button para dedicarse a una relación de pareja, algo inusual en su carrera cinematográfica, apenas trabajada en La Habitación del Pánico. La violencia es moneda común en Perdida, tanto física como verbal, e incluso psicológica. Los distintos matices y comportamientos no se dejan ver en un principio aunque en el desarrollo, al escarbar sobre el pasado, se deja entrever. El film de Fincher es por momentos asfixiante, perturbador; juega con el suspenso y luego lo amputa por completo para darnos una moraleja sobre las relaciones conyugales. Y así dejarnos mancos, como el asesino de Mrs. Kimble…
Por José Luis De Lorenzo