La corrección política es una de las causas que defiende el Festival de Cannes a partir de determinados films que en cada edición se encuentran integrando sus selecciones, generalmente nos topamos con ellos en Un Certain Regard. Pero este año, el primer traslado a la Sección Oficial se registró con Loving, un film oscarizable del creciente Jeff Nichols.
Por otro lado, apareció una tercera candidata a la Palma de Oro, fuera de las preferidas de Puiu y Maren Ade, el nuevo y esperado film de Jim Jarmusch: Paterson.
Loving, de Jeff Nichols (Inglaterra / Estados Unidos, 2016)
En tan solo seis años, Jeff Nichols se convirtió en un chico mimado de Cannes. Como suele pasar en todo festival, cuando una ópera prima o segundo film, como en este caso fue Take Shelter, recibe reconocimiento como ocurrió en la Semana de la Crítica, su trabajo siguiente puede escalar posiciones en las competencias. De cierta manera, el festival es como una esponja que absorbe nuevas películas de estos realizadores.
Fue así como con Mud integró la Sección Oficial al año siguiente y, cuatro años después -el corriente año- empujó dos proyectos en dos Competencias Oficiales: la de Berlinale, con Midnight Special, y ahora con Loving, en Cannes.
Loving, sin ser una biopic, retrata una faceta de la pareja interracial conformada por Richard Loving (Joel Egerton) y Mildred Loving (Ruth Negga) quienes contrajeron matrimonio en el estado de Virginia, lugar donde en 1958 se encontraba prohibido casarse entre parejas de distinto color. Resultaron apresados y enjuiciados con una cláusula de no poder volver al estado por 25 años o se procedería a encarcelarlos nuevamente. Tras mudarse y tener tres hijos, su caso fue tomado por un grupo de abogados, llegando a ser tratado por la Corte Suprema de Justicia.
Loving es un film complaciente, con muchas probabilidades de captar nominaciones para los premios oscar. Particularmente las performances de la pareja formada por Egerton y Negaa. Lo de Nichols esta vez no va por el ocultamiento de datos para ir generando suspenso como todos sus films anteriores sino que sin dar vueltas se adentra en los sucesos que desencadenan el conflicto judicial. Su registro de los 60s es austero, si bien el film tiene lapsos temporales en orden para convertir al relato más llevadero.
José Luis De Lorenzo
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