La Noche del Chihuahua (Argentina, 2012)
Guión y Dirección: Guillermo Grillo. Producción: Guillermo Grillo y Jesica La Torre. Elenco: Benjamín Rojas, Estanislao Silveyra, Josefina Silveyra, Inés Palombo, Iván Espeche. Duración: 67 Minutos.
Reseña previamente publicada con motivo de exhibición en el 27° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata:
http://www.asalallenaonline.com.ar/festivales-cine/390-27d-festint-de-cine-de-mar-del-plata/4660-la-noche-del-chihuahua.html
Una comedia desencantada
La Noche del Chihuahua intenta ser una agradable comedia fantástica, que entre típicos personajes como los del hombre lobo, la mujer vampiro o un cura vengador, harán que el protagonista (Benjamín Rojas), un joven que se acaba de mudar pase una alocada noche tan real como surrealista junto a ciertos personajes bizarros.
Con un formato un tanto teatral y siendo que casi todo el film transcurre en un mismo escenario, se puede destacar de la obra de Grillo su apropiado uso de la fotografía en blanco y negro que resulta acorde a la estética de la historia que se quiere narrar. Aunque La Noche del Chihuahua deja la sensación de que podría haber sido un mejor film, debido a que con un guión que resulta un tanto convencional hace que por momentos el hilo narrativo decaiga en cuestiones un tanto obvias.
Por Tomás Maito
Luna Nueva
Está claro que ideas y creatividad no hace falta tener grandes presupuestos para hacer una película. Tampoco hace falta recurrir a la imaginación del espectador. Solamente saber plasmar con los recursos que se tienen más a mano, un relato coherente, divertido y original que esté acorde a la propuesta económica y sepa evitar caer en el mero juego o experimento para convertirse en una producto con autonomía, donde la escasez no distraiga al espectador de la historia, o al menos la intención de lo que se quiere contar.
En este contexto, La Noche del Chihuahua es un productor mucho más efectivo y transgresor que los experimentos hollywoodenses que “accidentalmente” se convirtieron en éxitos de taquilla de la noche a la mañana como Actividad Paranormal o Proyecto Blair Witch. Si no hay un mango, no hay que mentir, no hay que crear un juego de cámara que se agota a los pocos minutos. Una película como Enterrado, por ejemplo, es una obra sobrevalorada, que aún con un par de ideas interesantes, no terminaba de ser más una curiosidad – un ejercicio canchero – que una película con historia, motivación, estructura y trasfondo.
Todo esto, y con muchas menos pretensiones tiene la segunda obra de Guillermo Grillo, que tras Fantasma de Buenos Aires, un divertida comedia fantástica, ambientada en el presente, sigue explorando géneros malditos, pero esta vez con menos ambiciones comerciales, sino amplificando el consumo de películas hechas para la web.
Como sucede con La Máquina que Escupe Monstruos y la Chica de mis Sueños, a pesar de que su exhibición va a ser principalmente por Internet (aunque se estrena en el Centro Cultural San Martín), el formato es cinematográfico y la fotografía blanco y negro se aprecia mejor en pantalla gigante. Pero todo esto es externo, a lo que realmente vale de la película: su historia.
Como la mayoría de los cuentos de terror, este también es una historia de amor… o algo parecido. El protagonista se acaba de mudar, dejó a su novia y la invita a una bella chica dark a pasar una noche en su nuevo hogar. Sin embargo, en el medio cae su mejor amigo, que fue mordido por un lobo (supuestamente) y por lo tanto, cuando sale la luna… se convierte en chihuahua. Pronto, el departamento del protagonista se verá invadido por una serie de personajes bizarros, que no le permitirán concretar su noche “romántica”.
Con un tono absurdo que remite a las comedias de Roman Polanski (al igual que el tema del encierro) y ambientada en un único escenario, la película de Grillo, se destaca por su simpatía y calidez, porque no oculta su bajo presupuesto e incluso homenajea al cine de terror de los años ’30 y ’40, aunque se parezca más a una de Abbott y Costello.
La elección de Benjamín Rojas es acertada, ya que el ex Rebelde Way logra revelar una faceta humorística casi auto paródica, que le va bien al tono del film. Junto a él, Josefina y Estanislao Silveyra logran mantenerse en una fina línea entre el verosímil y el absurdo.
Más allá de tener una puesta teatral que no desentona con el tono del film, La Noche del Chihuahua es una comedia romántica efectiva, sencilla, con un guión que a pesar de contar con algunos lugares comunes, aprovecha para ridiculizar el género pero sin caer en la parodia banal y no desvirtúa sus primeros propósitos, es honesta; tiene excelentes y económicas ideas -un flashback hecho con storyboard completamente funcional al relato – un elenco sólido, y pretensiones acordes al resultado del producto. Ojalá se estrenaran más películas así.
Por Rodolfo Weisskirch