Críticas de films proyectados el lunes 21 de agosto.
Amateur, de Sebastián Perillo (2016 – Largometraje), por María Paula Putrueli
El amateur que entendió todo
Conocido en la industria del cine nacional, como un excelente productor : Fase 7 ( 2011) , 20.000 besos (2013) Camino a la paz (2016), El Hijo Buscado (2014), entre otras) Sebastián Perillo debuta en el rol de director con Amateur (2016), y lo hace de manera más que satisfactoria.
El film no sólo es una película de género consistente, sino que también convoca y homenajea a grandes maestros del suspenso y del manejo de los tiempos y climas en pantalla, como De Palma, Hitchcock, y en un referencia más local Emilio Vieyra, realizador del primer film de vampiros en el cine argentino, incluyendo escenas donde exponía sangre, humor y sexo. Ese mismo cóctel es el que prepara Perillo y no puede hacerse más que degustárselo intensamente.
A raíz del video Martín se obsesiona con esa mujer (Jazmín Stuart) hasta acostarse con ella, y grabar también un video casero sobre ese encuentro sexual. Allí la trama entra directamente en un policial con tintes de suspenso y erotismo de alto nivel (Stuart seduce desde las mirada y el silencio).
Se incorpora a la línea argumental, Eleonora Wexler, quien interpreta a Laura la encargada del edificio donde vive Martín, y casualmente tiene sus oficinas Isabel. Laura es una mujer seria y sencilla en apariencias, pero al descubrir el video en cuestión, pondrá sus intereses en juego y cambiará su destino de manera definitiva, al intentar un chantaje hacia los implicados.
Un personaje exquisito en el film es Saslavsky (Daniel Kargieman), como el detective policial a cargo de resolver todos los misterios que la trama pone de manifiesto.
El film encuentra en sus interpretaciones su nivel más alto, todos el elenco es excelente, apoyados en un guión trabajado, pensado, así como cada en plano se nota la obsesión de su realizador por encontrar la mejor forma de contar una historia, si se quiere algo macabra.
Se nota y mucho la formación cinematográfica de Perillo, y aún más su costado cinéfilo, en reiterados homenajes y referencias al cine y a sus directores emblemáticos, sumado a los ya mencionados, la impronta de Luis Buñuel también se siente a lo largo de todo el metraje.
Amateur es una película de género policial y de suspenso concreta, concisa, una oda al voyeurismo, y es sobre todo un excelente exponente de un cine nacional, cada vez más comprometido con la calidad que entrega.
Miss, de Robert Bonomo (2016 – Largometraje), por José Tripodero
Una historia (extra) ordinaria para un hombre ordinario
Roberto (o Robert, como le gusta que lo llamen) nos cuenta al inicio su propia historia para una película, la cual termina en tragedia, pero en la dimensión de lo cotidiano -este joven de ascendencia asiática- trabaja como casero en una mansión de una ex miss Argentina y, esporádicamente, como extra de publicidades. De manera azarosa conoce a Laura, una aspirante a modelo recién llegada de San Clemente. Así es como los mundos de Robert -el de los sueños y el de la realidad- se cruzan ante la posibilidad de ponerse de novio por primera vez. El guión (que lleva la firma de Bonomo, Giralt y Villegas) traza el contorno de las estructuras sobre películas románticas, aunque esquiva los clichés y los reemplaza por la particularidad de un actor que no actúa sino que parece interpretarse a sí mismo; es el caso del hombre ordinario viviendo una situación ordinaria para la mayoría, pero extraordinaria para él. El concepto del perdedor, más que como tendencia, ya comienza a transformarse en una comodidad para narrar. Sin embargo el encanto de Robert despeja la idea de una película clásica sobre “chico conoce chica” que no tiene más que una fórmula para ofrecer.
La estrategia visual por momentos se asemeja al de una publicidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, porque en ciertos íconos porteños la cámara está más preocupada por el espacio que por los personajes, los cuales simplemente se desplazan de izquierda a derecha y viceversa. En este tipo de películas, otro de los engranajes que deben estar aceitados es el de los personajes secundarios, esos que colaboran con la causa del héroe romántico; aquí aparece Rigo, un amigo de Robert que es el que le consigue el trabajo de casero, pero también el que arroja algunas pastillas, en forma de consejos, para el inexperto galán en su intento de consumar el noviazgo con Laura. Lamentablemente las apariciones de Rigo son escasas. Está claro que Bonomo sabe de los límites de su historia, de su personaje y del conflicto, por eso acelera los tiempos para resolver la trama, y lo hace de la manera en que Robert puede resolver el final de su propia película, esa con la que comienza el relato pero que en el medio reordena de acuerdo a su propia experiencia con Laura. Miss es ordinaria, pequeña y disfrutable.